Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
En rigor humortis: "¿Las personas más sinceras tienen menor sentido del humor?"
Me entretuve leyendo la traducción de un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology. Se trata de una investigación dirigida por los profesionales Kai Chi Yam y Christopher Barnes de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos.
Supe que ellos escogieron a un grupo de cien personas a las que se les pidió que evaluaran chistes y que, de acuerdo a éstos, dieran a conocer sus opiniones de la forma más sincera posible.
¿Cuál fue el resultado? Aquellas personas que se mostraron más sinceras, presentaban menor sentido del humor, aseguraron los investigadores. Al leer aquello enseguida me pregunté: ¿significa que mientras más hipócrita y deshonesto es alguien, mayor sentido del humor tiene?
Continué leyendo y surgieron más dudas. Por ejemplo, el estudio también arrojó –y cito textual-, que aquellas personas con un “humor más simple” tienen mayor facilidad para relacionarse con otros.
Me confundió mucho esa lectura. Sin embargo, me alegro de haber conocido el estudio porque me sirvió para jugar un poco con esos conceptos y me dio una justificación para recordar algunos puntos sueltos sobre el sentido del humor, fruto de mis reflexiones.
Aquí los expongo de forma graneada:
* Los animales tienen emociones como la alegría y la expresan, pero también me parece que poseen cierto sentido del humor. Lo he visto en monos que hacen bromas. Quizás el humano tiene el sentido del humor más desarrollado, debido al lenguaje, la representación simbólica, el poder de abstracción, etc.. Ahí está la diferencia.
* El sentido del humor es más que la risa. Psicológicamente, la capacidad de percibir el humor en una situación es tan importante como la risa en sí.
* Tener el sentido del humor desarrollado y estimulado no significa que usted tenga que ir por ahí riéndose de todo y de todos. Significa que aprende a ver el aspecto cómico y humorístico de las cosas (que son dos conceptos distintos), además del aspecto serio de esas cosas.
+ “La gente con sentido del humor y los niños se recuperan de las heridas más rápidamente y de forma más satisfactoria que las personas con mente envanecidas, con egos enormes, con mucho orgullo, gente individualista, con altas dosis de competitividad y exitismo”, afirma Branko Bokun, en su libro "El humor como terapia".
* Existe la evidencia de que las emociones negativas de una mujer embarazada pueden provocar un desequilibrio emocional y/o psicológico a su hijo. Por tanto, podemos afirmar que las emociones positivas también se las trasmitirían al niño, creando criaturas equilibradas, sanas y con menos problemas físicos y emocionales. Entonces el sentido del humor se hace imprescindible en la psicología prenatal.
* El sentido del humor tiene muchos niveles, desde la carcajada provocada por las simplonas torpezas de un payaso, por ejemplo; hasta la sonrisa producida por conceptos más abstractos.
* Un sentido del humor estimulado y desarrollado se basa en la capacidad de tomar en broma lo que siempre tomamos en serio. Cinco “i” debe tener un sentido del humor estimulado y desarrollado con todas las de la ley: i-conoclasta, i-mpulsivo, i-rreverente, i-mpertinente e i-nfantil.
* “La sociedad necesita gente seria: presidentes, ministros, profesores, papas, ayatollahs, imanes, rabinos, pastores, comisionados, gobernadores, jueces… Todos tienen que ser serios, porque si demuestran que tienen sentido del humor, la sociedad teme que pierdan eficacia. Si demuestran públicamente que tienen sentido del humor se volverían humanos. Se espera de ellos que sean como máquinas. Ejemplo, el modelo de caminar y saludar de Hitler era mecánico. El sentido del humor es una de las cosas más esenciales de la inteligencia. Cuanto más sentido del humor tengas más inteligente eres. Solo elimina algunas rocas que tus padres y la sociedad te han impuesto para impedirlo”, asegura Osho Rajneesh en este largo párrafo.
* El sentido del humor es como cualquier otra cosa: si no nos llega de nacimiento, tenemos que estudiarlo, estimularlo y desarrollarlo.
Después de leer y analizar cada uno de estos puntos, es muy fácil llegar a la conclusión de que alguien con buen sentido del humor -que muchas veces no es más que una mirada distinta del sentido común-, se relacionará más con otras personas. ¿Por qué? Porque el humor es la expresión de lo cómico. El humor es comunicar el proceso cómico que sentimos como individuos. Entonces, lo social es una condición del humor. Por lo tanto, a más sentido del humor, más sociabilización.
Reflexionando sobre lo anterior, sin dudas no entendí bien los resultados de ese estudio, o hay un problema de traducción del texto publicado, o los norteamericanos son muy distintos a nosotros.
Resumen, no estoy de acuerdo con que las personas más sinceras tengan menor sentido del humor.
En rigor humortis: "El humor político es de izquierda o de derecha"
Los políticos de derecha y sus simpatizantes, piensan que los humoristas son de izquierda, porque se ríen de sus posiciones conservadoras ante el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual y otros conceptos por el estilo; o porque defienden las posiciones de poder de empresarios corruptos y discriminadores, o de la rígida y retrógrada religión, etcétera.
Pero las cosas han cambiado y los políticos de izquierda y sus simpatizantes, ahora ven asombrados que son víctimas de la risa también, porque la corrupción los alcanzó públicamente o porque ahora son más totalitaristas, por ejemplo.
¿Qué sucede? La sátira –esa forma dentro del universo del humor y en este caso político- no es de derecha ni de izquierda. La sátira va contra la autoridad –cualquiera que esta fuere-, cuando se ejerce de mala forma. Por lo tanto, da igual quién esté en el poder (si hablamos de gobierno, porque autoridad es también la oposición, ¿no es cierto?).
Da igual si la derecha o la izquierda está en el poder para el humor. Porque el humor de la parte oficialista no suele ser gracioso, ya que lo que hace reír es la sátira desde el lugar de los débiles hacia los poderosos cuando es justa esa sátira. Hacer humor desde las alturas del poder es más una muestra de cinismo que de humor.
Entonces, duele ver a ambos sectores atacando el humor. Y vemos a ambos colores políticos reprimir a los humoristas, intentando prohibir el humor contra religiones, militares, símbolos patrios, ecología, discapacitados, gays, negros, indígenas, mujeres, sexo, animales, etc., todos creyéndose tener la verdad, creyendo ser los "únicos buenos de la película", los seres superiores por ética, los que están por encima del bien y el mal.
Ya están cayendo en conductas dictatoriales. Porque no se trata –ni en esta época ni hace mil años-, que sea positivo burlarse de todo eso que mencioné. No entienden que se puede hacer humor de todo, sin humillar o dañar a nada ni a nadie. Pero ni escuchan ni leen, se han vuelto tan fanáticos que de solo saber que un chiste trata sobre esos temas señalados, ya hay que aplastarlo, desaparecerlo.
Claro, si un humorista hace un chiste que no le agrada a alguien, sea de derecha o de izquierda, ¡que no lo consuma y ya está! Y si se siente irrespetado, por las vías civilizadas de la democracia haga su demanda, es así de simple.
Pero si nos ponemos a prohibir, sancionar, censurar, eliminar al humor, porque se sintieron ofendidos los de derecha, enseguida y con el mismo derecho, los de izquierda nos obligarán a hacer lo mismo con el chiste que les ofendió. Y de ahí a desaparecer el humor político es solo un paso. Y si dejamos de hacerlo, perderemos una poderosa herramienta de salud social.
Para finalizar, me viene a la mente ahora un artículo de mi amigo y colega Enrique Gallud Jardiel, sobre lo que pensaba su abuelo -y mi ídolo en el humor- Enrique Jardiel Poncela. Este es un fragmento de sus palabras al respecto: "Yo, aun contra todo lo que hayan podido decir, jamás he sido un hombre de partido ni podría serlo ahora tampoco. Solo los no fanáticos de partido son artistas. Un artista fanático de partido deja de ser artista en el acto. Jamás he sido hombre de derechas o de izquierdas (refiriéndome siempre a las españolas). Me gustaron siempre las ideas inherentes a los dos bandos y con su mezcla estaba hecha mi ideología ecléctica. Dos ejemplos entre muchos: amaba el sentido histórico y reverencial de la tradición en mil aspectos, propio del programa de derechas; y amaba también el sentido porvenirista y reverencial del progreso y de la libertad, genuino del programa de izquierdas".
En rigor humortis: "La sátira contra el poder"
Nuestros satíricos conocen de lo que son capaces los políticos que se convierten (quizás un viernes a las doce de la noche con luna llena) en dictadores. Y en cuanto lo hacen, con toda sus energías se defienden del "peligroso" humor. Sabemos que ponen a sus fuerzas de seguridad a rastrear chistes sediciosos, donde ellos aparecen como protagonistas, o donde “atacan” sus perfectas y patrióticas acciones. Sabemos que los dictadores y totalitaris-tas (sean del color político que sean) prohíben hasta que los humoristas gráficos publiquen las caricatu-ras personales que les hacen, y que obligan sólo a ser públicos los chistes que critican “al cruel enemigo”, y así un largo etcétera.
Quiero compartir una anécdota sobre este tema que me impresionó cuando me la contaron. Fue la visita a Corea del Norte de una delegación oficial cubana, donde iba un reconocido humorista gráfico. Al llegar, éste preguntó dónde estaba la revista o suplemento de humor más importante del país, para visitarla e intercambiar experiencias con colegas, y la respuesta que recibió fue: “Lo siento, compañero, pero nosotros ya superamos esa etapa”… ¡Superaron la etapa del humor! ¡Ya quedó atrás ese flagelo de la sociedad!
Triste realidad.
“La risa, el humor y los chistes políticos suelen ser pequeñas revoluciones y enemigos acérrimos del autoritarismo, las dictaduras y los totalitaris-mos”, afirmó George Orwell.
El dramaturgo alemán Bertold Brecht afirmaba que no se debe combatir a los dictadores sino ridiculizarlos.
Por supuesto, el humor no derriba gobiernos. Pero le hace daño a la imagen del dictador, le hace perder respeto ante los ojos de su pueblo y eso puede ayudar a provocar otras reacciones contra ese tirano. Por eso estoy con Brecht de que hay que ridiculizarlos, atacarlos con sátira política.
El humor es una estrategia de resistencia no violenta, dice el escritor Tomás Várnagy.
Pero el humor político jamás va a desaparecer. La sátira es la forma más usada dentro del universo de la burla, en la creación del humor político.
“La sátira es una burla que implica un juicio crítico más o menos elaborado. Por su ejercicio del criterio, se deriva una enseñanza o valor didáctico más o menos claro y definido”. (Bienaventurados los que ríen. Aramís Quintero / Pepe Pelayo. Humor Sapiens Ediciones. 2007).
De ahí que la sátira sea utilizada como arma por los humoristas –sobre todo los gráficos-, y como tal la combate a toda costa el autoritarismo, las dictaduras.
En mi caso personal, ni escribiendo guiones para la compañía escénica La Seña del Humor en Cuba, ni como creador individual en las otras manifestaciones artísticas en que he incursionado, he podido hacer humor político de contingencia, de actualidad. No me “sale” bien (excepto algún que otro chispazo). Por otra parte, tampoco me atrae el humor mediático, localista, pasajero. Sin embargo, me encanta consumirlo (si es de calidad, si es elaborado).
Me provocan mucha envidia los humoristas gráficos que diariamente crean una viñeta de ese corte en los medios de difusión y con calidad, obvio.
Desde aquí mi humilde homenaje a todos ellos, sean de izquierda o de derecha. Solo les pido que sean creativos, inteligentes, justos, honestos.
A mis amigos chilenos
En mi sitio web, mi Facebook y demás redes sociales publico mayoritariamente asuntos relacionados con mi carrera, con el humor en general y ciertas reflexiones sobre temas que considero importante para mis amigos seguidores y lectores.
Recuerdo haber comentado sobre los políticos, el odio, la violencia, cuando quemaban, saqueaban y destruían impunemente este país, etc..
Hoy haré otra excepción comentando algo de la actualidad también.
Acabo de ver por televisión una nota sobre el antisocial obispo de Magallanes afirmando en una misa que cuando uno encuentra una ley injusta debe violarla. No es una frase sacada de contexto, no es una noticia falsa, no es una exageración. Yo lo vi y lo escuché diciéndolo.
Me indignó. Lo encontré terrible.
Da igual su argumento para expresar eso, da igual si la ley es mala o buena. ¿Cómo va hacer un llamado a sus feligreses a que hagan algo ilegal? ¿Cómo va a incitar a la rebeldía en una democracia? ¿Quién se cree que es?
La Iglesia Católica debe castigar a ese infame señor, pero no cambiándolo de un lado a otro como hicieron con los pedófilos, sino echarlo de sus filas. Y el gobierno debe acusarlo ante tribunales.
Pero siendo realistas, sabemos que la Iglesia no hará eso, y este gobierno, que ha sido el más débil y permisivo de la Historia de Chile, no hará nada tampoco.
Duele que esos fieles inocentes obedezcan a ese sancionable caudillito espiritual.
Como se nota, me cayó pésimo. Lo puse al mismo nivel de los impresentables personajes oscuros como Navarro, Gutiérrez, Jadue, Urrutia, J. A Kast, Lucía Hiriart, Karadima, Cura Tato y otros.
Sé que no sucederá nada y este señor seguirá perjudicando la imagen de la Iglesia Católica y dañando nuestra sociedad, pero quise “descargarme”.
Y no dudo de que si una autoridad se queja, ese señor dirá “no quise decir eso y me disculpo” y cosas así. Lo mismo que hacen los de su calaña.
Por supuesto, no le voy a creer.
A propósito de estatuas y monumentos
Hoy leí que se está construyendo un monumento al humorista gráfico Forges. Me vino a la mente que ya está terminándose también la estatua de dos metros del comiquísimo Chiquito de la Calzada. Entonces comencé a recordar y buscar estatuas y monumentos a humoristas. No haré el chiste requeteusado de catalogar a los políticos como humoristas, porque ellos sí tienen abundantes estatuas. Solo mencionaré a verdaderos humoristas profesionales. Y encontré más de lo que pensaba en esa búsqueda. Ojalá que esa forma de recordar y honrar a los grandes artistas que hicieron reír a los pueblos se mantenga.
Claro, si es que las minorías dictatoriales y fascistas no las derriban, argumentando que hace mil años ese humorista hizo un chiste que a ellos no les gusta ahora.
Orden de las fotos:
1-Un servidor en la Plaza del Humor en La Coruña, Galicia. España. ¡Una plaza entera en honor al humor! Fui feliz allí.
2-Con Castelao (1886-1950), humorista gráfico español con y mi hijo Alex. Plaza del Humor en La Coruña, Galicia. España.
3-Con Wenceslao Fernández Flores (1885-1964), humorista literario español. Plaza del Humor. La Coruña, Galicia. España.
4-Con las siluetas dibujadas en el piso de grandes del humor literario como el español Jardiel Poncela (1901-1952), el ruso Chejov (1860-1904), y otros. Plaza del Humor. La Coruña, Galicia. España.
5-En plena construcción del monumento al humorista gráfico español, Forges (1942-2018). Alcalá de Henares. España.
6-Casi terminada la estatua del humorista escénico español Chiquito de la Calzada (1932-2017). Málaga. España.
7-Alberto Olmedo (1933-1888), humorista escénico y audiovisual argentino. Buenos Aires, Argentina.
8-Guillermo Zuluaga (1924-1997), humorista escénico colombiano y audiovisual. Medellín, Colombia.
9-Nicolai Gogol (1809-1852), humorista literario ucraniano. Roma, Italia.
10-Lou Costelo (1906-1959), humorista audiovisual estadounidense. Nueva Jersey, E. U..
11-Shalom Aleijem (1859-1916), humorista literario ucraniano. Buenos Aires, Argentina.
12-Max Miller (1894-1963), humorista escénico inglés. Brighton, Inglaterra.
13-Julius Satinsky (1941-2002), humorista escénico, audiovisual y literario eslovaco. Bratislava, Eslovaquia.