Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
Más sobre nuestro disco "Animales y anibienes"
Yesterday was an amazing day!
Raúl and Aaron Gutiérrez shined on UV Radio’s program “En esta casa somos melómanos”, sharing their passion for Latin music, jazz and, of course, the spectacular album Animales y Anibienes. This work, a gem produced by Raúl Gutiérrez and Pepe Pelayo under the prestigious Cugate Clásicos Latinos label, was heard for the first time on the radio!
We are deeply grateful to UV Radio for helping us bring this music to more ears.
There is no doubt that music has the magical power to connect hearts and cultures.
Have you had the chance to enjoy Animales y Anibienes yet?
If not, don’t wait any longer! It’s available on our YouTube channel and Spotify - let yourself be enveloped by this incredible musical journey!
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¡Ayer fue un día increíble!
Raúl y Aaron Gutiérrez brillaron en el programa de Radio UV “En esta casa somos melómanos”, compartiendo su pasión por la música latina, el jazz y, por supuesto, el espectacular disco Animales y Anibienes. Esta obra, una joya producida por Raúl Gutiérrez y Pepe Pelayo bajo el prestigioso sello Cugate Clásicos Latinos, ¡se escuchó por primera vez en la radio!
Estamos profundamente agradecidos con Radio UV por ayudarnos a llevar esta música a más oídos.
No hay duda de que la música tiene el poder mágico de conectar corazones y culturas.
¿Ya tuviste la oportunidad de disfrutar Animales y Anibienes?
Si no, ¡no esperes más! Está disponible en nuestro canal de YouTube y Spotify. ¡Déjate envolver por este increíble viaje musical!
#clasicoslatinos #memomusic #cugate #animalesyanibienes #latinomusic #musicainfantil
Reseña de mi libro autobiográfico, por Enrique Gallud Jardiel
No te dan premios por vivir, pero deberían, sobre todo cuando vives una vida buena para ti y para los demás, como es el caso presente.
Sí, porque cuando consideramos a todos aquellos que dedican su existencia a perjudicar a los otros humanos, directa o indirectamente, cobran mucho más valor los años dedicados a darle placer a tu prójimo, y eso es lo que lleva haciendo Pepe Pelayo desde que era pequeñito (aunque si ven su foto dudarán si fue pequeñito alguna vez).
Esta singular e hilarante autobiografía abarca todo lo abarcable en una trayectoria artística y creativa, dilatada en el tiempo y en el espacio. El autor consigue mantenernos en la alternancia entre risa, sonrisa, risa, sonrisa y más risa todavía durante todo el tiempo que dura la lectura. No flojea ni en la más corta de las frases, porque su bien probada habilidad divertidora funciona a la perfección y él domina por completo los cientos —porque son cientos, si no miles— de recursos literarios con los que se puede hacer humor si se sabe (como él indudablemente sabe)...
Se disculpa innecesariamente Pepe en su prólogo por no ser filósofo, psicólogo ni académico, pero lo que debería hacer no es eso, sino, por el contrario, presumir de que es humorista, algo mucho mejor, más valioso para todos y, si me apuran, mucho más difícil de ser. Porque teorías filosóficas estúpidas muchos las han pensado y no dejan de ser una anécdota vacua y medio olvidada en la historia de la cultura. Pero el humor no tiene trampa ni cartón, no se puede falsificar, no admite sucedáneos. Si algo no es gracioso, nadie reirá, mientras que cualquier majadería que no se entienda puede pasar por algo profundo a los ojos de los esnobs.
El autor, sin abandonar ni por un momento su bendita jocosidad, teoriza sensata y profundamente sobre las variantes del humor y de aquellos que lo cultivan, sobre sus beneficios, sobre la manera de crearlo, sobre el efecto catártico que tiene sobre las gentes... Nos habla de monologuistas, cuentachistes, payasos, comediantes y otras muchas variedades de cómicos, describiendo sutilmente sus matices. Nos enseña cómo se construyen las diversas formas de humor destinadas a la radio, a la televisión, a los textos, al dibujo o a la interpretación... En resumen: toca todos los aspectos de ese maravilloso universo de la risa. Solo le falta incluir algunas recetas de arroces, que también los arroces pueden ser cómicos si te salen mal.
A lo largo y ancho de los capítulos del libro encontramos una acertada alternancia de objetivos y logros, de vivencias narradas y reflexiones extraídas de las mismas. Pelayo se propone y logra hacer una defensa razonada del humor, como una de las principales y más meritorias actividades de los humanos. El nombre mismo de su editorial —Humor Sapiens— es todo un manifiesto de intenciones que no necesita mayor explicación.
Pero además incide en sus subpropósitos, como el de acercar el humor a los niños escribiendo textos cómicos para ellos o el loabilísimo de fomentar la lectura «comiquizando» la literatura para acostumbrar a consumirla a los adultos reacios a hacerlo.
Para goce de los amantes del dato, de los títulos y de los nombres —que hay muchos—, aparte de docenas de simpatiquísimas anécdotas propias, se incluyen relaciones de encuentros con los mejores cómicos coetáneos del autor (Les Luthiers y gentes de ese nivel). Con Quevedo también cenó Pepe un día y hablaron hasta tarde, pero, desgraciadamente, de ese encuentro no queda constancia).
¿Qué más, les voy a decir? En un momento en que todo el mundo escribe prácticamente lo mismo, un libro altamente original y distinto como es este nos hace el mismo efecto que una refrescante ducha después de correr dos maratones seguidos por el desierto del Nefud con abrigo, bufanda y calzoncillos largos de franela. Así es que solo me queda por decir: ¡Bien por Pepe Pelayo, que ha tenido la estupenda idea de escribir este libro, cuando podía no haberla tenido!
Afortunadamente lo ha hecho, para deleite de sus lectores.
Ver toda la reseña original aquí:
https://humoradas.blogspot.com/2025/01/resena-de-la-metahumorfosis-de-pe...
Algo más sobre mi libro autobiográfico
Me han preguntado y hasta comentado en mis redes y respondo:
En mi especie de autobiografía, no hay datos personales ni familiares, ni anécdotas de mi vida personal. Solo está todo lo relacionado con mi carrera en el humor.
Los capítulos son estos:
-A manera de Introducción
-Cómo se formó mi sentido del humor.
-Humor escénico con el grupo La Seña del Humor.
-Humor escénico como solista.
-Humor en radio, televisión, cine, video y digital.
-Humor gráfico.
-Humor musical y danzario.
-Humor literario (infantil y adulto)
-Motivación a la lectura a través del humor.
-Teoría del humor y aplicación del humor en la vida.
-A manera de epílogo.
Y...
Y en cada punto anterior hago reflexiones y teorizo sobre: el sentido del humor, la creación humorística entre hombres y mujeres, diferencias entre actuar en grupo y solo en escena, diferencias entre monologuista, cuentacuentos, cuentachistes, cómicos excéntricos, standuperos, payasos, clown y actor cómico. definiciones de humor gráfico, caricatura, tira cómica, historieta, caricatura personal, humor político, cómo se escribe humor para niños, elementos del lenguaje literario en función del humor, la importancia del humor en la salud, en lo laboral, en la pedagogía, calidad de vida, etc.
En fin, no hay nada de farándula, ni de chismes, ni opiniones personales contra alguien, ni nada "comercial". Pero los que no son humoristas ni interesados en el humor lo pueden leer, porque es ameno, hago graciecitas en medio de los textos y trato de hacer los temas atractivos para cualquier persona.
El que le interese la puede encontrar aquí, con oferta de lanzamiento:
https://www.amazon.com/-/es/Pepe-Pelayo-ebook/dp/B085PS2GRJ?ref_=ast_aut...
Mi autobiografía actualizada

Entrevista a Aziz Yavuzdoğan en Turquía.
La entrevista que le realicé en Humor Sapiens al humorista gráfico y periodista Aziz Yavuzdoğan, director-editor de la reconocida Revista Humorística FENAMIZAH, acaba de salir publicada en Turquía.
Este es el link:
https://fenamizahdergi.com/roportajlar/3779/
Mi opinión: humor ofensivo contra la religión que sea
De entrada, informo que soy agnóstico. Lo digo, porque esta reflexión tiene que ver con el humor y la religión. Leí que una humorista española hizo bromas con el “Corazón de Jesús”, parodiando la imagen con una vaca. ¿Chiste pesado? ¿Chiste ofensivo? ¿Chiste agresor? ¿Chiste blasfemo? Quizás para algunos sí, quizás para algunos no, quizás les da igual a algunos. En mi caso, no lo encontré gracioso. Además, no soy de los que hago humor irrespetuoso, ofensivo. No es lo mío. Pero… estoy de acuerdo que el que quiera hacerlo que lo haga. Y si alguien se siente agredido, ofendido, que por los canales democráticos haga la demanda ante tribunales. O si no, que cambie el canal, el dial, cierre la revista o el libro o siga navegando en Internet. Estoy seguro que enfrentar un juicio no es fácil, pero sentir el ninguneo del público es mucho peor para un humorista...
Y si hay mucha gente que les gusta ese humor, pues aunque no me agrade a mí, el que se tiene que joder soy yo.
Pero sigo con el artículo que leí, porque el meollo del texto fue el que impactó: en vez de analizar el humor contra la religión, las consecuencias, etc., el análisis se basó en que la humorista es gorda y los miles de comentarios que tuvo ella fueron calificándola de “gorda tal por cual”, etc. Y para el escritor del artículo era más importante la “gordofobia” que se destapó ahí, que el humor irrespetuoso contra la religión católica. Increíble.
Yo no estoy minimizando el problema de discriminar la gordura. Pero dedicarle varias páginas eso, y casi no tocar lo otro, me impactó, repito. Solo a un fanático woke se le ocurre eso.
Solo le digo a ese opinólogo, que recuerde que por chistes de esa índole en estos días se cumplen 10 años de la masacre de Charlie Hebdó. ¿Por qué lo menciono? Porque hay mucha gente extremista, fanática y fundamentalista en este Planeta todavía y a diario vemos que son capaces de todo.
Una breve reflexión sobre mi oficio
Un humorista es ideológicamente de izquierda y así lo demuestra en su obra.
Me puede caer bien, si tiene calidad artística.
Un humorista es ideológicamente de derecha y así lo demuestra en su obra.
Me puede caer bien, si tiene alta calidad artística.
Por supuesto, si llego a conocer que es mala persona, ambos me dejan de caer bien.
Un humorista de izquierda o de derecha que cancele, ofenda, irrespete, agreda, humille a una persona porque no piensa como él, no me caerá bien, aún mostrando alta calidad artística.
Un humorista de izquierda o de derecha, que estando en la oposición critique en su obra al oficialismo cuando este hace las cosas mal, me caerá bien. Pero si después su color político llega al poder y no hace bien las cosas, el humorista debe criticarlo también. Si no lo hace me caerá mal, porque es humorista deshonesto.
Si un humorista de izquierda o de derecha, hace militancia ideológica en su obra y se le nota que no es profundo, que se basa solo en emociones, que repite ideas, eslóganes y consignas de otros, me caerá mal porque es un ignorante con ínfulas. Y si dentro de su obra no hace humor para expresar su tendencia ideológica e incluso nos brinda fragmentos chicos o extensos “serios”, me caerá mal porque o no es humorista o es muy mal humorista.
Sé que a casi nadie le interesa esta reflexión, pero tenía muchas ganas de decirlo.
Esto sucede cuando gota a gota se rebosa la copa.
Máximo puntaje. Reseña
Reseña del libro “Verdades y mentiras sobre mi vida y mi muerte” de Enrique Gallud Jardiel. 155 páginas. Ápeiron Ediciones. España.
Por el título, deduje que este es un libro autobiográfico y acerté, pero solo en una buena parte.
Al tenerlo ante mis ojos, enseguida me vino a la mente las decenas de libros del género “biografía” que he leído de escritores, pintores, actores, músicos, cineastas, dramaturgos, bailarines, escultores, etc.
Por lo tanto, antes de enterarme de la vida y obra de Enrique Gallud Jardiel, especulé sobre cómo lo clasificaría. Porque las biografías de los grandes artistas -generalmente-, son muy fáciles de encasillar:
1-Un ser desorganizado, bohemio, libertino, irresponsable, hedonista, presumido, pedante, arrogante, y que termina en la miseria, en el sufrimiento, desahuciado, solo y en muerte temprana (alcohólico, drogadicto, agarrando una terrible enfermedad o suicidado).
2-Un ser huraño, misántropo, hermitaño, antisocial, que en el fondo es falta de cariño, de amor.
Ya sé que son dos clisé, pero así nos las pintan en las biografías.
Si me permiten, deseo reflexionar brevemente sobre este asunto de la vida de los artistas.
Existe la creencia popular (alimentada por las artes comerciales), que los artistas son seres excepcionales, y que además de sus habilidades, sus talentos, son personas geniales de extrema sensibilidad, inteligencia y profundidad de pensamiento.
Pero lamentablemente, en la mayoría de los casos no es así. Son pocos los “geniales”, son escasos los artistas cultos, sabios. Una gran parte del público cae en el error de considerarlos “intelectuales”, solo porque no laboran en “algo físico”; es decir, lo hacen con la mente. Y me duele desilusionarlos.
La mayoría de los actores, músicos, pintores, etc., pueden tener tener una increíble creatividad, imaginación, etc., pero pueden ser pésimos con la inteligencia emocional o la espiritual, pueden ser torpes para tomar buenas decisiones en la vida y pueden ser incultos, lejos de ser “intelectuales”. Incluso pueden ser ignorantes.
Por tal razón es tan patético ver y escuchar a esos artistas hablando de “verdadera cultura”, o de política, de ideologías, de religión, de filosofía, etc., sobre todo con esas poses de “pensadores profundos”.
Queridos lectores, que alguien sea un buen artista, incluso un gran artista, que tenga un tremendo talento para la creación artística, no le hace ser una persona culta, un real intelectual. Para serlo se necesita mucho más que una habilidad “X”.
Y aquí vienen otros puntos para Enrique: él es una persona culta, él sí es un intelectual.
Entonces me leí el libro.
¡Ninguna de las dos clasificaciones anteriores! Puntos a favor de Enrique.
¡No da información de su vida personal! Puntos a favor de Enrique.
¡Nunca cae en la presunción, en el engreimiento, ni en la supermodestia ni en la ultrahumildad! Unos cuantos puntos a favor de Enrique.
¡Salió de la rutina típica de las autobiografías! ¡Escribió su vida profesional en verso! Varios puntos más para Enrique.
Cuando ustedes lean el extenso camino de estudios, creaciones y excelencia de Enrique, desde que comenzó hasta ahora, convertido ya en una referencia en el mundo de la literatura humorística (sin contar los mundos del teatro, la academia, su expertiz en la cultura india, sus estudios de la teoría del humor, etc.), cuando lean todo eso, decía, se quedarán boquiabiertos. Y se preguntarán cómo es posible que a su edad le haya alcanzado el tiempo para hacer todo lo que ha realizado.
Él explica muy bien cómo lo ha hecho y cómo lo hace (porque sigue creando sin parar y seguirá haciéndolo), pero yo aún continúo sin poder cerrar la boca y sin entenderlo, porque es algo sobrehumano, diría yo, exagerando un poco porque me gusta dramatizar.
Disculpen, pero para demostrar lo que aseguro no quiero spoilear (me cae mal ese anglicismo, pero puede más en mí caerle bien a los jóvenes para que lean el libro), aunque sí afirmo y reafirmo que con este libro jamás se aburrirán.
La segunda parte está compuesta por anécdotas de su vida en el teatro, desde que era niño hasta la actualidad. Y son muchas.
Enrique es hijo de actores teatrales. Como se dice, “nació entre bastidores”. Y como muchos saben, es nieto del comediógrafo, escritor, guionista y humorista Enrique Jardiel Poncela. Uno de los grandes, grandes, del humor. Uno de mis ídolos desde la adolescencia cuando lo descubrí.
Sin embargo, nuestro Enrique no ha necesitado en su vida colgarse del nombre de su abuelo. Me permito usar la frase clisé “ha brillado con luz propia”. Otros muchos puntos para Enrique.
Solo agregar que en estas anécdotas cómicas, curiosas, ingeniosas, que el autor nos cuenta extraída de sus recuerdos personales, es una clase también de Teatro.
Gracias a Enrique por ser actor, director artístico, productor, libretista y tener una Compañía Teatral donde se adaptan y promueven las grandes comedias de la escena española, uno de los más importantes repertorios del mundo.
Y pasemos a la tercera y última parte.
Ahí Enrique nos cuenta su muerte, pero no cómo ocurrió, por supuesto, sino a dónde se dirigió al fallecer. Obviamente, es la única parte de ficción, por lo que hace más original la autobiografía).
Al leerlo, me imaginé estar sentado en un bus de turismo (tipo Hop On Hop Off), viendo los lugares del recorrido: Infierno, Cielo, Olimpo, Valhalla, el Zuxian de Tiankong (el Cielo Chino del Antepasado, parecido a un Hogar del Jubilado, según nos cuenta), etc. Y también disfrutando de su interacción con demonios, deidades y demás personajes.
Otro capítulo supercomiquísimo. Más puntos para Enrique. Y además, ¡de nuevo escrito en versos! ¡Puntos para Enrique again!
¿A quiénes le recomiendo este libro?
-A los seguidores de Enrique Gallud Jardiel
-A todos los humoristas de todas las manifestaciones artísticas.
-A los amantes de las biografías de grandes artistas.
-A las personas cultas o que se estén formando.
-A los que deseen pasar un rato divertidísimo.
Evaluación del libro: Máximo Puntaje.
En fin, gracias Enrique por ser contemporáneo y conocerte y admirarte. Es un privilegio.
Pepe Pelayo
Santiago de Chile
12 | 2024