Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

Hola, adultas o adultos (porque esto no es para niños ni niñas). Este es un espacio para ustedes -ya sean jóvenes y jóvanas o muy mayores y mayoras-, pero sólo con una condición que tengan un alma infantil, porque el humor que -lamentable y felizmente-, hago, es blanco, lúdico, infantilón, absurdo, aunque de vez en cuando paso por la ironía y la sátira.

Ojo, el menú de "Pelayaserías" es variado y cada sección es extensa. Por ello los invito a entrar en uno y recorrerlo hasta el final antes de "clickear" en otro, a no ser que no les de gracia, claro (si es así, no me lo digan, por favor). 

En fin, sean ustedes bienvenidos(as) y ojalá disfruten. 

Gracias por su risita.

Reflexión sobre la felicidad

feli.jpegAcabo de leer lo siguiente:

Un estudios de “Money Buys Happiness When Spending Fits Our Personality”, desarrollado por investigadores de la Universidad de Cambridge, revelaron que gastar dinero “puede aumentar la felicidad cuando se trata de comprar bienes y servicios que se adaptan a nuestra personalidad y, por lo tanto, satisfagan nuestras necesidades psicológicas”.

También leí de una investigación empresarial hecha por Harvard Business School, en la que señalan que, al tener una mayor cantidad de ingresos, las personas tienen la oportunidad de estar más satisfechas con sus vidas, pero, el dinero debería ser entendido como una manera para “evitar muchas molestias cotidianas que causan estrés”.

Esas lecturas provocaron esta reflexión.

Para comenzar, recuerdo un grafiti de mi amigo y colega Pible, que decía: “El dinero no hace la felicidad… la compra hecha”.

Pero fuera de broma, quiero primero llegar a la definición de felicidad. Según la RAE: “Es un estado de grata satisfacción espiritual y física”. Ahora compartiré la mía, que no está concentrada en una frase.

Ante todo, subrayo que en la vida existen las desgracias y que llegan, viva uno como viva. Ejemplos de desgracias:

-Se enferma un ser querido (o se muere), o nos enfermamos nosotros.

-No roban algo, nos asaltan o nos estafan.

-Los hijos caen en las drogas, o tienen problemas en sus estudios.

-Nos quedamos sin trabajo.

-Quiebra nuestra economía personal o familiar.

-Perdemos la tarjeta de crédito, las llaves de la casa, o lo que sea.

-Peleamos con algún familiar o amigo.

-Etcétera, etcétera, porque son infinitas las desgracias en esta vida.

¿Qué sucede cada vez que sufrimos una desgracia? Nos invade las emociones negativas: la tristeza, la ira, la amargura, el miedo, la desesperanza, y demás malas yerbas, y podemos con ellas caer en una depresión. Si esa depresión es profunda, podemos llegar a tenerla de forma crónica y si es peor (exagerando), llegamos hasta el suicidio.

Así de peligroso es cómo nos dejamos vencer por las desgracias, que constante e inexorablemente nos llegan, como mencioné ya.

Entonces, lo más lógico y razonable es que nos preparemos para estar fuertes en los intervalos entre desgracia y desgracia, para que cuando lleguen y nos afecten, vivamos poco tiempo con las emociones negativas y enseguida “levantemos cabeza”, evitando hundirnos, evitando deprimirnos.

Y eso se logra viviendo habitualmente llenos de emociones positivas, como alegría, positivismo, entusiasmo, optimismo, satisfacción, etc.

Si vivimos así, la desgracia nos hará poco daño.

Pues arribamos, según mi criterio, a la definición de felicidad. La felicidad no es algo que cuando se logra se queda inamovible, perenne en nosotros. Es decir, la felicidad la vivimos “intermitentemente”. Y no es más que la calidad de vida que tenemos, la satisfacción y “buena onda” que sentimos entre desgracia y desgracia.

Vivimos tiempos felices con emociones positivas, llega la desgracia de turno, dejamos de ser felices, se va la desgracia, volvemos a vivir feliz, y así sucesivamente.

Por lo tanto, ¿dónde entra la base de esta reflexión? ¿Dónde entra que con dinero se consigue la felicidad?

Pues en esos intervalos entre desgracias y desgracias, esos que llamé tiempos felices. Ahí, para conseguir y mantener las emociones positivas, se puede admitir, por ejemplo, que si estoy cansado, con dinero voy a la playa el fin de semana y con comodidad viajo en mi auto, arriendo un hotel, como en restaurantes, etc., y voy a descansar y a estar feliz hasta que llegue la desgracia.

Ahí sí cabe lo que leí en esos estudios que mencioné al inicio: el dinero ayuda a que seamos felices.

Pero… ¿si tenemos poco dinero no se puede ser feliz entonces? La respuesta es SÍ, se puede ser feliz con poco dinero.

Si recién pasamos una desgracia y debemos prepararnos para la próxima (que nunca sabemos cuando llega, pero de que llega no hay dudas) y no tenemos dinero para ir a la playa (para seguir con el ejemplo anterior), debemos llenarnos de emociones positivas sintiendo alegría y satisfacción de pasar tiempo lindo y provechoso con la familia y/o amigos, creando momentos maravillosos jugando y riendo con ellos, en una salida “especial” al parque más cercano, o en el patio de la casa, reunidos compartiendo una película, la comida, y siempre jugando y riendo. Si se logran esos momentos inolvidables, se descansa, se goza y no hace falta el dinero.

Conclusión: ¿el dinero ayuda a conseguir la felicidad? Sí, pero no es imprescindible para obtenerla.

Y por último, para conseguir vivir con emociones positivas entre desgracia y desgracia -en otras palabras, para ser feliz-, sí es imprescindible el humor.

Debemos vivir con buen humor.

Ría, por favor, porque otra desgracia es la hiperseriedad.

Reseña de mi último libro, escrita por Osvaldo Macedo de Sousa

portada_2.jpgPepe, tuve el placer de leer tu 77º libro, que es muy Juanino, es decir, feliz y divertido, al mismo tiempo que «deep», con su profundidad de filosofía humorística. Dices que para ti es el mejor libro que has publicado y entiendo tu declaración, porque, conociéndote, descubrimos que este trabajo es casi un assemblage de estilos que has cultivado a lo largo de los años, una conjugación de los diferentes frentes humorísticas que has enfrentado en la vida creativa. Este es un texto dramático que se lee en tres D, porque cuando lo leemos ya estamos viendo que se representa en una pantalla de televisión, o en un programa de stand up. También lo veo como un argumento para una historieta surrealista. Lo veo como una disertación socrática del único, dualista, sobre el nada, en consecuencia, el todo. Lo veo como un juego semántico de significados, significantes, conceptos, explicaciones e interpretaciones, y de acto a acto nos lleva a la conclusión eterna de que el lenguaje es traicionero, que nos guía, a veces, a lo largo de caminos de verdad absurdos y concretos, non habladas.

En el fondo, y en la superficie, es un monólogo a dos, casi un discóbolo lingüístico (más boomerang) que en los círculos cuadrangulares de la conversación, va del cómico al cómico, de ironía a ironía, de filosofía de diversión a filosofía de introspección con interrupciones negras de suspense.

¿Es una novela gráfica? Gráfico o novelista, este texto dibujado en palabras induce sonrisas absurdas en las que el existencialismo griego se mezcla con el caraibismo de Pelayan, cuestionando la profundidad de nuestra cultura, porque en la superficialidad de la conversación de desarrollan apagones de dudas sobre la esencia del ser... cómico . Es un libro para crear sonrisas, crear momentos lúdicos que nos desafíen debido a la incongruencia del razonamiento suspendido de pensamientos sobre la nada y lo esencial.

Como mencioné anteriormente, este libro es un resumen de las artes humorísticas de Pepe, un guionista, dramaturgo, comediante (sí, lo veo actuando), escritor y diseñador gráfico. Me divertí mucho, principalmente porque, al no ser un hablante de español, tengo que seguir la profundidad de su pensamiento lingüístico, en sus trampas de humor, ideas y palabras, experimentando la riqueza del humor simple en el que este gran artista inculca algo que parece tan sencillo. Repito-me, este libro es interesante de leer, de ver, de caminar ao lado de Pepe porque trata de la esencia del nada y del todo, con muchas sonrisas en el medio.

                                         Osvaldo Macedo de Sousa

Reseña de mi último libro escrita por Enrique Gallud Jardiel

portada_1.jpgPepe Pelayo: «John y Depp. ¿Teatro o historieta?», Humor Sapiens, Santiago de Chile, 2024, 150 págs.

Este monólogo de dos —‘biólogo’, como denominaron en su día Les Luthiers a este género literario— es un cómico y difícil ejercicio de estilo que el gran Pepe Pelayo se ha impuesto como entrenamiento para mantener rodando y bien aceitado el engranaje de su ingenio. Se ha preguntado: «¿Puedo escribir una divertidísima pieza teatral con dos personajes que se limiten a hablar de sus cosas?». Y se ha respondido que sí, porque el lenguaje —si se domina a la perfección, como es el caso— da para eso y para mucho más; y el autor lleva muchos años —más de los que él quisiera. quizá— siendo un mago del humor y un prestidigitador de la palabra.

John y Depp, protagonistas de esta gran comedieta, son dos personajes que salen a dar una pirandelliana vuelta por ahí, para ver lo que se pesca, y que, de paso, filosofan imparablemente sobre las grandes cuestiones eternas como «¿quiénes somos?», «¿qué hacemos?», «¿de dónde venimos?», «¿a dónde vamos?», «¿falta mucho?», «¿te importa que nos sentemos un rato a descansar, porque ya me duelen los pies?», etc.

Realmente, lo que Pelayo hace es sacar a su brillante y reluciente imaginación de la jaula y dejar que campe por sus respetos, opinando sobre todo lo divino, lo humano y lo infrahumano, ofreciéndole al lector —aparte de la diversión que porsupuestísimamente incluyen sus textos— unas reflexiones vitales, vitalistas y vitalicias que ya las habría querido para sí Ortega y Gasset, don José o algún otro filósofo igual de siniestro. Ideas, sugerencias, hallazgos intelectuales, culturalismos a porrillo y, sobre todo, paletadas de originalidad: esto es lo que incluye este libro de humor peripatético. Pelayo agarra a la libertad por el cuello y hace con ella lo que le da la gana, lo cual es lo mismo que decir que se atreve con todo, que presenta dramatizada una síntesis de su pensamiento y de sus visión de las cosas. Nos deleita, en otras palabras, con la sabiduría condensada de muchos años de observación inteligente, puesta al servicio de la labor de entender este mundo tan raro en el que hemos ido a caer, aunque no sepamos bien desde dónde.

Como el humorista no ignora (escribo ‘no ignora’ en vez de escribir ‘sabe’ porque a mí me pagan por palabras) que la comicidad es el mejor vehículo para decir las cosas más serias, nos brinda en su diálogo todo un verdadero muestrario de recursos humorísticos: varios centenares de procedimientos de fabricación de la risa, ese bien de consumo tan necesario para el buen funcionamiento de la mente y del alma. Yo, personalmente, estoy muy contento de haber leído este libro, porque podré robar y plagiar de él docenas y docenas de trucos para divertir. Aprovecharé que Pelayo está en Chile y no me puede abofetear desde allí y capitalizaré su creatividad, vampirizaré su excelente humor y me llevaré el mérito de un talento ajeno. No me da vergüenza decirlo.

Y también ustedes, lectores, pueden aprovechar al máximo y sacarle todo el jugo a «John y Depp», en forma de disfrute intelectual y de cosquillas simbólicas, pues con este libro se reirán más que si asistieran a un debate parlamentario.

Boletín Humor Sapiens | Febrero 2024

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Recién se ha publicado el Boletín Humor Sapiens correspondiente al mes de febrero. Se puede disfrutar aquí...
https://humorsapiens.com/boletin-humor-sapiens-febrero-2024
Este Boletín es especial, porque se estrena una nueva sección: "Casillero Humor Sapiens", donde usted encontrará las últimas revistas, magazines, boletines, suplementos y una buena parte de las publicaciones periódicas humorísticas que se editan en el mundo del humor gráfico y que nos envían sus equipos realizadores.
Ojalá les guste.

 

Mi nuevo libro. El nó. 77: "John y Depp. ¿Teatro o historieta?"

portada.jpgAcaba de salir publicado mi libro No. 77. Se titula "John y "Depp. ¿Teatro o historieta?"
Es muy especial para mí. Antes de terminarlo ya era uno de mis favoritos. Disfruté su creación porque es humorístico, es teatro y es humor gráfico, modalidades artísticas que amo. Además abordo muchos temas importantes para mí en cada acto o capítulo.
Esta disponible aquí: https://www.amazon.com/dp/B0CTH3VPHN?ref_=pe_93986420_774957520

En el "Melaíto" de enero

pag.2.jpgAcaba de salir la publicación humorística cubana "Melaíto", correspondiente al mes de enero. Y en esta ocasión, su director, mi amigo y colega, Alfredo Martirena y su gran equipo, me dedicaron la sección "A cara melao", con la caricatura que me hizo Cabrera, junto al siguiente texto:

"La teoría de la evolución de las especies no estuvo casi completa hasta que Pepe Pelavo -que se llama José y su segundo apellido es Pérez- identificó al humor sapiens. Clasificación en la que encaja este ingeniero civil, humorista literario, escénico, visual, audiovisual, comediante, director artístico, guionista, estudioso de la risa, conferencista y... todo lo que descubrirá en sus 76 libros. El Darwin matancero (1952), desde Chile tiene una esquina en Melaíto con sus fotomontajes, y, un lugar en el recuerdo de los que reímos con su compañía la Seña del Humor".

También aparece mi estable sección "la esquina de Pepe Pelayo" con mi fotomontaje (esta vez el del tendido-tendedera).

Desde aquí les doy millones de gracias a todo el Melaíto, por sus generosas palabras y por recordar a la Seña del Humor. ¡¡Un abrazo!!

Nota: Aquí van las dos páginas donde aparezco.

 

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Nuevo libro. Mi número 76

crianza.jpgAcaba de salir publicado mi libro No. 76.

Éste, en coautoría con Rudy (Marcelo Rudaeff, 1956), psicólogo y humorista literario, gráfico, escénico y audiovisual argentino.

Es el 4to libro de la saga de los señores Ortega y Gasset.

Tratan sobre la formación de los hijos, basándose en los Cuentos Clásicos Infantiles.

Para mi gusto personal, uno de los más cómicos de la saga.

Lo pueden ver en…

https://www.amazon.com/-/es/gp/product/B0CS9LVY1X...

¡Un champaña entonces por el nuevo hijo!

La saga:

1-"Los señores Ortega y Gasset. Crisis de identidad" (Prólogo de Daniel Rabinovich de Les Luthiers).

2-"Los señores Ortega y Gasset.  Crisis económica.

3-"Los señores Ortega y Gasset. Crisis de parejas.

4-"Los señores Ortega y Gasset. Crisis en la crianza de los hijos".

Ahora, para la persona interesada o curiosa, aquí les copio los dos primeros e-mails del nuevo libro.

From: ortega@muy.com.plicado

To: Gasset@mag.net.ico

Subject: dilema.

Mi muy Gasset

Le envío al presente mensaje a ver si usté, en su finita sabiduría o en su subvalorada inorancia puede ayudar a este pobre individuo aquí cyberpresente.

Conocerá usté a mi hijo Húbermas, sabrá que en realidad se llama Huberto Tomás, pero le decimos así para ahorrar espacio y sabrá usté que desde muy pequeño a la hora de dormirse le contamos un cuento. Y entenderá usté por obvios motivos, que Caperucita es uno de los cuentos con los que incrementamos sus conocimientos literarios. Pues bien, ¿me creerá usted que el muchacho, a pesar de tener seudónimo y apellido de filósofo, no lo entiende?

Cada vez que la madre le pide a Caperucita que vaya a llevarle algo a su abuelita, y la chiquilla parte, Húbermas me dice: ”para, para, papá, no entiendo... ¿esa Caperuza de verdad hace lo que su madre le pide?”

¿Usté entiende lo que él no entiende?

¿Sí, no, nosabe/no contesta, todas son correctas?

¿Podría usté ayudarme, Gasset?

Espero atónito su repositiva misiva.

Ortega.

From: Gasset@rnostodos.com

To: Ortega@mag.net.ico

Subject: Re-dil ema

Entranable ortega:

Debo senalar que su carta provocó en mi casa una fiesta al son de zamponas y castanuelas. Yo anoraba ese gesto. Sí, desde un ano, más o menos. Esto no es un regano. No lo es, pero pensé que usted era de baja calana, dueno de una personalidad maranera, como una pirana, una alimana, un ave de rapina, lleno de artimanas y patranas. ¡Pero yo nunca le hice dano ni me empené en que pareciera un extrano! !Por eso, mi sueno era recibir una carta suya disculpándose y por ello ando risueno y con un alegre guino en mi rostro! Mi querido companero…

Perdón, pero ttttttuve que cambiar de ttttteclado,  porque ese tttttteclado en inglés es sin “ñ” y me tttttortttttura. El tttttema en esttttte instttttanttttte es que esttttte ttttteclado es uno antttttiguo que ttttttengo para botttttar, porque la lettttttra “ttttt” se queda pegada, Ortttttega…

¡Ahora sí! Fui y me compré un teclado made in usa, de uso, en la “Feria de las pulgas” que se arma los domingos en la plaza, frente a la casa, por lo que puedo —sin más inconvenientes— responderle al fin.

Claro que conozco a su hijo. Como sé que usted conoce a Américo Diosdado Gasset, mi hijo, al cual le decimos cariñosamente “Amediogas”, juntando las tres primeras letras de su nombre para ahorrar letras, ahorrar gas —algo vital en estos tiempos—, ahorrar espacio como dice usted y para ahorrar tiempo. Y como el tiempo es money, le doy una moneda cada vez que lo llamo. Acto seguido él la echa en una alcancía. Alcancía que yo vacío cuando él no me ve, para darle las monedas de nuevo cuando lo llamo y así ahorro dinero, ya que no tengo que darle otro dinero, sino el mismo. Pero lo más importante es que así le enseño el valor positivo del ahorro. ¡Es que no es fácil ser papá, Ortega!

En cuanto a su consulta, le señalo que no me tiene que decir sobre el valor positivo de la lectura en la formación de los niños. Yo lo sé muy bien. Yo sé del valor positivo de leerles cuentos de noche a los hijos. Por suerte, con Amediogas no he tenido problemas con eso. Yo le muestro en Netflix las películas infantiles con esos cuentos clásicos y le leo el subtitulaje hasta que se duerme, porque de libros no quiere saber nada.

Cuando ayer recibí su mensaje, le puse el largometraje “Caperucita”. Lamentablemente, Amediogas no llegó despierto a la parte que en que a Caperucita la mandan a casa de su abuelita, por lo que no puedo darle otra opinión infantil, pero sí le comentaré algo desde mi punto de vista, ya que yo sí me empujé completa la película. Mire, Ortega, según yo, su hijo tiene razón al preguntar eso, porque estos son otros tiempos. Por poner un ejemplo, yo nunca he entendido en ese cuento el por qué Caperucita no solo no se asusta, sino que continúa muy normal cuando escucha por primera vez hablar al lobo. ¡Un lobo hablando! Oiga, si eso me pasa a mí, aún estuviera corriendo. Y los niños se dan cuenta de esas fallas, Ortega, porque los niños en estos tiempos ya no creen ni en Papá Santa Noel Clauss, ni en los duendes, las hadas, ni siquiera en las cigüeñas, aunque uno le restriegue el ave en su cara, amigo mío, ¿no es cierto?

Bueno, espero que le haya servido mi análisis sobre su consulta y espero que me siga informando de los avances de su hijo con Caperucita. yo haré lo mismo por mi parte.

¡Ya tenemos una buena excusa para continuar con nuestra descontinuada relación—comunicación!

Estamos a mano. Y a—manos frías, a—brazos calurosos.

Gasset.

Una reflexión: La ignorancia por opción

aignora_0.jpegNo nacemos ignorantes ni sabios. Es cultural. La educación familiar y escolar influyen mucho en si nos quedamos ignorantes o si emprendemos el camino de la sabiduría. Pero también existe un factor social, por supuesto.

En estos tiempos está sucediendo algo que no conocía en la Historia: mucha gente elige ser ignorante. Valora y sobrevalora la ignorancia. Es un mérito ser ignorante, sienten que les da “estatus social”. Viven orgullosos de ser ignorantes. Y peor aún es la variante ignorante- arrogante, que abunda mucho lamentablemente.

Entonces, a mayor ignorancia, más arrogancia.

Puedo mencionar una larga lista de ejemplos. Pero solo mencionaré cinco, sin orden de nada:

1-Un artista ignorante (de cualquier modalidad), es mediocre; sin embargo, se vuelve popular (por la mediocridad del público y las artimañas del marketing), y se cree un dios, menospreciando el arte de calidad, el buen gusto, al resto que no lo admira, a la teoría, a la superación profesional, etc. Se ve muchos en los cantantes, ¿no es cierto?

2-Un hombre común, anónimo e ignorante acepta, asimila, una ideología política, se hace militante o activista, manipulado por otros y repite como papagayo eslóganes, consignas, argumentos y conceptos que le enseñaron cuando fue adoctrinado. Y si uno le explica una idea que se sale de la pauta que le suministraron, se pueden volver hasta violento si ve que no puede contraargumentar o violento solo porque tú no piensas como él. Es más, su arrogancia es tal que te dicen que saben muy bien de lo que hablan. Tiene la verdad absoluta. Porque la ignorancia se da fértil en el terreno del fanatismo, de la fe ciega.

3-Una mujer común, anónima e ignorante, se dice que tiene “valores” y los defiende a capa y espada. Entonces puede convertirse en feminista dura. Y como arrogante que es, no acepta matices. Es recta, severa, rígida, “inquebrantable” en sus principios. Sin embargo, sigue, admira y es fanática de reguetoneros que humillan a la mujer en sus letras. ¿Cómo se entiende? Por lo ignorante que es, claro está.

4-Un joven común, anónimo e ignorante con pocos recursos, por mala influencia familiar, escolar o social, ve que desde la ignorancia puede “hacer carrera” en la vida. O delinquiendo, o con pillerías. O simplemente es un cómodo, un flojo y se da cuenta que en esta época la ignorancia se valora. Y comienza a reunirse con otros especímenes similares para hacerse fuertes socialmente defendiendo la ignorancia, mejor dicho atacando el saber, el conocimiento, con teorías absurdas pero que funcionan para muchos. Y logra destacarse en la vida no sabiendo nada de todo.

5-Un joven común, anónimo e ignorante, hizo fortuna por herencia, o por suerte, o por una habilidad natural. Confunde ser rico con sabiduría, cuando no tiene absolutamente nada que ver. Tener dinero y una buena vida material no es garantía de conocimiento, cultura, saber. ¡Cuántos ricachones conocemos que son más ignorantes que muchos pobres!

Y si a todo lo anterior le sumamos unas autoridades que les conviene incrementar y fortalecer la ignorancia para mantenerse en el poder, se completa un cuadro muy triste. Y no solo eso, les conviene que los ignorantes sean arrogantes, para que defiendan a muerte sus mezquinas, pobres, falsas y dañinas ideas.

Amigos, ojo con el ignorante por elección, más con el que siente orgullo de serlo y sobre todo con el arrogante.

¡Cuidémonos, porque nos pueden hacer mucho daño!

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