Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
El bufón ilustrado en Mundiario, España
El colega y gran promotor del humor, Francisco Puñal, ha publicado esta nota en Mundiario. Desde aquí le agradezco mucho esta promoción.
"Producido por HumorSapiens, y realizado por Pepe Pelayo, colaborador de MUNDIARIO, escritor cubano-chileno, comediante, actor, autor de collages humorísticos, este es el primer vídeo de una serie que aborda la teoría del humor y su aplicación en las artes y en la vida. Esta serie cuentan con la participación de más de 40 prestigiosos humoristas y estudiosos del humor de 13 países. Es un material didáctico con diversas opiniones, que fomentará el interés por el el humor gráfico, el escénico, el literario, el humor político, la teoría del humor y la aplicación del humor en las diferentes actividades del ser humano".
El bufón ilustrado. Humor Gráfico. Parte 1.
"El bufón ilustrado"
Humorsapiens.com es un portal único en Hispanoamérica (como mínimo). Fue creado por sus editores Alex Pelayo y un servidor. Es independiente, con vocación universal y con un perfil bien definido: el humor. Es un lugar de consulta para los especialistas e interesados en el humor en general. Es por ello que contamos con una altísima cifras de visitantes diarios, a pesar de no ser una típica página de entretenimiento y diversión. Es un espacio donde se destaca el humor como recurso literario, gráfico, escénico, etcétera. Y donde se promueve el humor inteligente y sanador en diferentes áreas, especialmente en el arte, la educación, la salud, las relaciones laborales y en el ámbito investigativo, académico.
Humorsapiens.com es un portal de encuentro y análisis sobre el humor en lo estético, en lo filosófico, en lo psicológico, en lo social.
Por tal motivo no es de extrañar que haya surgido un proyecto muy ambicioso: “El bufón ilustrado”.
Consiste en una serie de videos-documentales sobre la teoría y la aplicación del humor en las artes y en la vida.
Más de 40 prestigiosos humoristas, gráficos, literarios, escénicos y estudiosos del humor, de España, Portugal, Italia, Cuba, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile, comentan sobre, por ejemplo, ¿cuál es la definición de humor gráfico? ¿Cómo está la salud del humor gráfico en la actualidad? Ideológicamente hablando: ¿el humor es de izquierda o de derecha? ¿Cuál debería ser la definición de literatura humorística? ¿Cuáles temas, argumentos, deberían estar mayoritariamente reflejados en la literatura humorística? ¿La sátira es humor? ¿Qué diferencia lo cómico de lo humorístico? ¿Por qué es importante el humor? ¿Cómo se ve el futuro del humor escénico? ¿Qué tan bueno es el recurso de la improvisación? ¿Qué es la pedagogía del humor? ¿Es lo mismo humorterapia que risoterapia? ¿El humor es aplicable en pacientes con enfermedades terminales?
Estas interrogantes y otras muchas más, son respondidas desde varios puntos de vista en esos 15 videos-documentales de 10 a 12 minutos de extensión.
Toda la producción corre a cargo de Humor Sapiens.
Se espera que el primer video salga publicado alrededor del día 20 de junio. Sabemos de la expectación que “El bufón ilustrado” ha provocado en muchos colegas. Ojalá satisfaga todos los gustos.
En rigor humortis Una cala superficial e incompleta sobre el Humor, la Risa y las Religiones. Parte IV
En esta ocasión, ya con la experiencia de haber transitado por las tres grandes religiones monoteístas (Cristianismo, Judaísmo e Islamismo) abordaremos el hinduismo.
> En general, todo el hinduismo es optimista. Es panteísta y, como todo es Dios, todo es bueno y alegre.
> Vemos la teoría del "lila", palabra en sáncrito que significa “juego”, “pasatiempo”, “diversión”. Indica que el universo es sólo un juego en la mente de Dios.
> Conocemos a Krishna, la octava encarnación del dios Vishnu, que se reía de todo, para indicar que las cosas del mundo no son serias, sino sólo apariencias.
> El hinduismo es una religión rica y compleja, que abarca muchos movimientos, escuelas y denominaciones religiosas. Todas tienen una base común de dogmas, pero abrazan diferentes creencias acerca de la divinidad.
> En nuestro tema estamos obligados a mencionar una rama llamada Vállabhas. Fundada por el religioso Vallabha Acharia (1479—1531). A ellos se les considera los epicúreos de la India, debido a su doctrina en contra del sufrimiento. Es la exaltación del placer y, por ende, de lo divertido.
> Increíble: hoy en día existen en la India, templos sagrados donde se puede practicar la risa. Bueno, el creador del Yoga de la risa, el Dr. Madam Kataria es indio.
> Algunos libros hindúes hablan de la meditación con risa porque es una técnica basada en uno mismo, es un medio para conocerse interiormente que ayuda a estar más consciente del mundo.
> En la India, se promueve la meditación de la risa mística que consiste en nueve días con tres horas diarias de risa.
> Hay una creencia hindú que asegura que una hora de risa tiene efectos más beneficiosos para el cuerpo que cuatro horas de yoga.
> Osho (1931—1990), fue un filósofo, místico, orador, líder espiritual indio y fundador de un Movimiento que lleva su nombre.
> Sus enseñanzas sincréticas enfatizan la importancia de la meditación, la consciencia, el amor, la celebración, la valentía, la creatividad ¡y el sentido del humor!. Las enseñanzas de Osho han tenido un notable impacto en el pensamiento de la nueva era, y la popularidad de ellas ha aumentado considerablemente desde su muerte. Pero ojo: Osho fue muy heterodoxo. Enseñó su visión particular, la cual no siempre es hindú.
> Para finalizar esta sección sobre el hinduísmo, veamos esta historia narrada por Osho, que me encanta. Dice así:
Me han contado sobre tres místicos hindúes. Nadie conoce sus nombres.
Se los conocía sólo como Los Tres Santos Reidores, porque nunca hacían ninguna otra cosa, solamente reían.
Solían ir de una ciudad a otra, pararse en el mercado y largarse una buena carcajada visceral.
Estas tres personas eran realmente hermosas, riendo y con sus vientres agitándose. Era como un contagio, todo el mercado comenzaba a reír...
Durante unos pocos segundos un nuevo mundo se abría. Viajaban por toda India sólo ayudando a que la gente se riera. Gente triste, gente enojada, gente codiciosa, gente celosa: todos comenzaban a reír con ellos.
Y mucha gente captó la clave: podemos transformarnos.
Sucedió entonces, en un pueblo, que falleció uno de los tres.
Los pobladores dijeron: "Ahora habrá problemas. Su amigo ha muerto y deben llorarlo", pero los dos estaban bailando, riendo y celebrando la muerte.
La gente del pueblo dijo: "Esto es demasiado. Estos no son modales. Cuando muere un hombre es profano reír y bailar".
Entonces, los dos hombres dijeron: "No saben lo que ha sucedido. Nosotros pensábamos quién de los tres moriría primero. Este hombre ha ganado, estamos derrotados. Nos reímos con él toda la vida, ¿cómo podríamos despedirlo de otra manera? Debemos reír, debemos disfrutar, debemos celebrar. Esta es la única despedida posible para un hombre que ha reído toda su vida. Y si no reímos, él se reirá de nosotros y pensará: ¡Tontos! ¿De modo que de nuevo han caído en la trampa? No pensamos que esté muerto. ¿Cómo puede morir la risa, cómo puede morir la vida?
Luego debían incinerar el cuerpo y la gente del pueblo dijo:
"Lo bañaremos como lo prescribe el ritual". Pero aquellos dos amigos dijeron:
"No, nuestro amigo ha dicho que no hagamos ningún ritual y no cambiemos su ropa ni lo bañemos. Sólo que lo pongamos como está en la pira crematoria; por lo tanto, tenemos que seguir sus instrucciones".
Y entonces, de pronto, sucedió algo muy importante.
Cuando el cuerpo fue colocado sobre la pira, ese anciano hombre hizo su último truco.
¡Había escondido muchos fuegos de artificio debajo de sus ropas y repentinamente hubo un espectáculo!
Entonces el pueblo entero comenzó a bailar.
No era la muerte, era la nueva vida, una resurrección. Toda muerte abre una nueva puerta. Si cambias tu tristeza por celebración, entonces tú también serás capaz de cambiar tu muerte por resurrección. Aprende este arte mientras haya tiempo.
Reseña del libro: "Historia cómica del libro"
Los lectores amantes del buen humor –como es mi caso-, hemos tenido como referente, o mejor dicho como ídolo, al español Enrique Jardiel Poncela. Lamentablemente, falleció en el año 1952 (año de mi nacimiento) y no pudimos seguir disfrutando de su talento y excepcional sentido del humor. Sin embargo, esa información quedó en el ácido ribonucleico de su estirpe. Y resurge en el inteligente y agudo poder creativo de su nieto, Enrique Gallud Jardiel.
Somos entonces muy afortunados al ser contemporáneos de este fabuloso humorista literario, heredero directo de nuestro ídolo.
Acabo de leer uno de sus últimos libros y me asombra no sólo su capacidad creativa, sino también cómo logra mantener siempre el alto nivel de elaboración, su buen gusto en su humor “culteranista”.
Después de deleitarnos con la historia, la literatura, el cine, el teatro, la filosofía, etcétera, en esta ocasión aborda el libro. La historia del libro desde el papiro egipcio, pasando por Gutenberg y hasta nuestros días. Claro, es como si fuera una historia nueva para nosotros, ya que es su versión contada con fino humor.
Pero no se queda ahí. Agrega capítulos como el de curiosidades sobre los libros, o una relato sobre una lección de Sócrates relacionada con “el pésimo invento humano que es el libro”.
Y también encontramos un capítulo donde el autor recomienda la lectura de un grupo de libros humorísticos (antiguos y actuales).
No puedo omitir en esta reseña mi profundo agradecimiento por la mención que hace de mi libro “Hamor y Umor. Cuentos”. Un honor inmerecido.
Resumiendo, nada mejor para el encierro de esta sempiterna pandemia, que la lectura divertida e instructiva de Erique Gallud Jardiel. Es muy probable que usted se contagie del lectoravirus y termine leyendo toda su obra.
Pero el lector, lectora o lectorita, que no haya leído ni un solo libro de él, merece las penas del invierno (ya sé que no es así la frase, pero no quise ser tan dramático; aunque lo pensé, lo confieso).
En rigor humortis: ¿Es cierta la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír”?
Desde hace más de doce años vengo entrevistando a humoristas gráficos, escénicos y literarios, así como a estudiosos de la teoría y aplicación del humor, con un mismo cuestionario. Mi objetivo era comparar sus respuestas en algún momento, para analizarlas y reflexionar sobra cada punto abordado y al final publicar un libro en tono ensayístico.
Por tal motivo no tenía mucho apuro. Primero entrevisté a los integrantes de mi larga lista de amigos colegas. Y éstos me iban poniendo en contacto con otros.
Para este artículo decidí no hacer ningún análisis, porque se extendería demasiado. Para que se tenga una idea de la magnitud del trabajo, hasta este momento he entrevistado a 157 colegas de 18 países.
La pregunta de ese cuestionario que escogí para la reflexión de hoy fue la que aparece en el título:
“¿Es cierta la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír”?
(Encontrarán respuestas extensas, breves, chistosas, serias, a favor, en contra y hasta algunas abstenciones).
Aquí solo copiaré las respuestas de 30 colegas, como muestra representativa. Están en orden alfabético:
> Alexis Valdés, escénico y audiovisual cubano: Sí… con pisarle el pie a cualquiera se le hace llorar. Sobre todo si tiene un uñero… Ahora, hacerle reír… ¿A alguien que tiene un uñero…?
> Amorín, gráfico brasilero: Sim. Para chorar voce só precisa de um martelo e o seu dedo…
> Ares, gráfico cubano: Sí, no tengo dudas. Tú con solo enviarme esta entrevista ya lo lograste y para hacerme reír en el Teatro Carlos Marx tuviste que pasarte meses ensayando.
> Boligán, gráfico cubano-mexicano: Sí, sobre todo hoy en día son más los que se dedican a hacer llorar y con mucho éxito e ingeniosidad, mas creo que siempre buscamos la forma de reírnos de ellos...
> Bonil, gráfico ecuatoriano: Nunca he intentado hacer llorar, y tampoco he “procurado” hacer reír. Creo que para quien no lo lleva naturalmente cualquier posibilidad expresiva puede resultar difícil de lograr. Ahora, si me dijeran tus caricaturas “son de llorar”… no sabría si reír o llorar. Y sería harto difícil en ambos casos…
> Carlos Ruiz de la Tejera, 1933-2015, escénico cubano: Las dos cosas son difíciles. Hacer llorar es llegar a lo más sensible del alma humana, enfrentándola a las verdades que cotidianamente las mentiras tapan y hacer reír, pero que la gente ría y piensen también es difícil y tú lo sabes.
> Cintia Bolio, gráfica mexicana: Cierta. Aunque ahora las personas que nos dedicamos al humor político sufrimos de la competencia desleal de la clase política. No sé si hacen los chistes de manera voluntaria, pues son cada día más cínicos, pero eso no se vale.
> Coco Legrand, escénico y audiovisual chileno: Sí, porque en la vida hay menos situaciones graciosas que dramáticas.
> Daniel Rabinovich, 1943-2015, escénico, musical, y literario argentino: Creo que sí... ¿Lo que se acuña, ¿no son monedas?
> Samper, literario colombiano: Por supuesto. Pero goza de menos prestigio. Parece increíble, pero la seriedad postiza y solemne sigue suscitando más admiración que el apunte oportuno.
> David Vela, gráfico español: El humor es un género complicado pero no creo que su función sea hacer reír. Se ríe con el chiste o con la actuación de un cómico, pero el humor es un concepto más amplio. Me gusta cómo le da vueltas Ramón Gómez de la Serna en su “Gravedad e importancia del humorismo”, sin llegar a una conclusión.
> Doimeadiós, escénico y audiovisual cubano: Las dos cosas son difíciles y fáciles.
> Eduardo del Llano, literario escénico y audiovisual cubano: Es cierto, es más fácil. De veras. Toma por ejemplo a los estudiantes: en cualquier aula hay un montón de chicos y chicas con problemas, pero sólo un gracioso.
> Eduardo Jáuregui, especialista español: En absoluto. Es mucho más fácil hacer reír. Basta entrar en cualquier cafetería para observarlo entre las personas reunidas en torno a las mesas. Otra cosa es hacer reír con un "chiste" enlatado o una escena de ficción. Eso requiere más arte, no sé si más o menos que el de los autores trágicos.
> Enrique Gallud Jardiel, literario y escénico español: Una gran verdad. La narración de cómo un niño murió atropellado por un camión siempre conmueve al que la escucha, por muy mal que se cuente. Una historia cómica, mal escrita o mal contada, pierde toda su gracia. Hacer reír sin burlarse de los más desafortunados o sin mezclar sexo, política o religión es dificilísimo.
> Enrisco, literario, escénico y audiovisual cubano: Depende. La lágrima difícil, la profunda, es tan difícil y rara como la risa inteligente. La sensiblería melodramática en cambio es bastante más fácil hasta que la risa boba.
> Hervi, gráfico chileno: Desde luego. Es más fácil dar una patada en el aparato reproductor de un ciudadano, que inventarle un cuento gracioso para que deje de lamentarse por la mala fortuna que tuvo porque alguien le dio una patada en su aparato reproductor.
> Horst Haitzinger, gráfico alemán: Sí, creo es cierta.
> Juan Padrón, 1947-2020, gráfico y audiovisual cubano: Creo que sí. El humor es cosa seria y se necesita, aparte de una fuerte dramaturgia, un sentido del timing, y un toque especial, como en el chiste de los presos con los chistes numerados.
> Kemchs, gráfico mexicano: Definitivamente, sí. En alguna época estuve haciendo una tira cómica llamada “Los torcidos”, en el periódico más importante de mi país, “Unomásuno”. De ahí me surgieron invitaciones para hacer pequeños guiones para radio, en los cuales estuve trabajando y realmente era sorprendente como invertía tanto tiempo en hacer guiones humorísticos y como la radio y la televisión devoraba grandes cantidades en muy pocos segundos. Después de un tiempo decidí que no era lo mío y continúe usando esos pequeños guiones para mis tiras cómicas y de esa reflexión y de mi trabajo de casi 30 años haciendo humor, me doy cuenta que es una labor ardua. Por ello pienso que es una parte difícil de trabajar.
> Luis Pescetti, literario, escénico y musical argentino: Al menos ¿intencionalmente?, la verdad que sí. Pero, de todos modos, llorar no es lo mismo que presentar una buena tragedia, y eso es muy difícil. No sé si cuando decimos ese "llorar" es igual a ese "reír".
> Marilena Nardi, gráfica italiana: Credo di sì. Personalmente, nel mio lavoro, non cerco la risata, ma neanche il pianto. Lo scopo finale è la riflessione. Se dovessi definire i miei disegni, gli ultimi in particolare, direi che sono espressione di un umorismo dolente
> Marrugat, gráfico español: Pues me temo que sí. Por ejemplo: si alguien cuenta algo luctuoso, casi todo el mundo se echa a llorar; si alguien cuenta un chiste y no tiene la gracia imprescindible, nadie rompe a reír. Sin embargo, hay personas que cuentan algo triste con tal naturalidad que es inevitable la risa. Eso le pasaba al difunto Chumy Chúmez, sin ir más lejos.
> Nani, gráfica colombiana: No. Hacer reír es tan fácil como hacer llorar, solo hay que saber hacerlo, esa es la cuestión.
> Omar Zevallos, gráfico peruano: Es sólo una frase. Ambas manifestaciones tienen orígenes diferentes y obedecen a impulsos antagónicos; aunque a veces podemos llorar de risa. Creo que hacer reír es fácil si quien lo intenta es un humorista, pues bastará una mirada o un gesto hecho con maestría para reír. Y si el humor se le agrega una buena dosis de inteligencia, mejor aún.
> Osvaldo Macedo de Sousa, especialista en humor gráfico portugués: Claro que sim.
> Ramón Fernández-Larrea, literario, escénico y audiovisual cubano: Es cierto. El ser humano tiene una natural disposición para llorar y que lo hagan verter lágrimas. Sospecho que es para que los demás lo vean. Uno llora sin comprender por qué lo hace. Para reír hay que entender de qué se ríe. Y eso cuesta trabajo.
> Rius, 1934-2017, gráfico mexicano: No me he dado cuenta, pues mi pretendida profesión es hacer reír y casi nunca me doy cuenta si lo logro o no...
> Turcios, gráfico colombiano: Creo que sí, es que para hacer llorar no hace
> Virulo, musical y escénico cubano: ¿Quién dijo esa tontería?
Voy a finalizar este artículo con mi opinión sintetizada sobre el tema, como si estuviera entrevistándome. Dije que no haría ningún análisis, pero no quiero que se piense que no tomé partido.
Según mi criterio, no existe nada fácil dentro de la creación de calidad en general. Hacer tragedia o comedia en cualquier manifestación artística es difícil y mientras más nivel de elaboración y profundidad tenga la obra, más difícil es de crear.
Lo que quizás ocurra es que como el llanto está más cerca de la emocionalidad del ser humano y el humor más cercano a la inteligencia, sea más fácil llegar al corazoncito de las grandes masas, sin contar que tener el sentido del humor bien desarrollado conlleva más dedicación, esfuerzo y tiempo que alguien que pique cebolla.
En rigor humortis Una cala superficial e incompleta sobre el humor, la risa y las religiones. Parte III
Ya pasamos por el Cristianismo y el Judaísmo en esta cala sobre el humor y la risa en las doctrinas religiosas. Ahora le toca el turno al Islamismo.
La posición del Islam frente al humor y la risa no difiere demasiado de las del cristianismo y el judaísmo. Por lo que estuve investigando, la risa, la diversión y las bromas son permitidas por el Islam. Claro, para los musulmanes el humor no debe insultar a nadie, no debe asustar a nadie, debe estar dentro de los límites de la tolerancia islámica; es decir, no debe ser ofensivo, no debe contener material no islámico o promover la inmoralidad y la indecencia (realmente, no entiendo qué tipo de sátira, caricatura, ironía, etcétera, se puede hacer entonces).
La religión islámica surge con la voluntad de acabar con el predominante paganismo, pero también con la degradación moral de la sociedad árabe. Por lo tanto, toda la ética musulmana se construyó en oposición a la moral entonces imperante. Así, la mesura y el autocontrol se consideró una virtud. Esto conecta con la hiperseriedad. Entonces el Islam y la seriedad se definen en contraposición a la risa, a la que se asocia con los infieles.
Dice el Corán al respecto: “¡Que rían, pues, un poco! Ya llorarán, y mucho, como retribución de lo que han cometido” (se puede leer en el primer artículo de esta serie, publicado aquí en Mundiario, que en la Biblia se dice algo parecido).
Así que si se controlan y no se dejan llevar por la risa, serían recompensados en la otra vida, paradójicamente, con la risa: “Ese día, los creyentes se reirán de los infieles”, dice el Corán.
Y observen esto: en las colecciones de hadices (que son los dichos y las conversaciones relatadas por los compañeros de Mahoma), se nos presenta a un profeta jovial y proclive a bromear.
Los musulmanes ponen como ejemplo del humor de Mahoma, la siguiente anécdota: entre las historias relatadas en los libros de Ĥadîz y Sîrah (textos sobre la vida del profeta), encontramos que Mahoma solía bromear con el hijo pequeño de un Saĥâbah (un compañero suyo), un niño llamado Abû ‘Umair quien tenía un pequeño pajarito con el que jugaba. Un día vio al niño triste, y le preguntó: "¿Por qué veo aAbû ‘Umair tan triste?" Los Saĥâbah (sus compañeros) le dijeron: “El pájaro con el que jugaba ha muerto, ¡oh, Mensajero de Allah!”. Entonces el Profeta le empezó a decir en broma suavemente: "¡Oh, Abû ‘Umair! ¿Qué le pasó al pajarito?"
Con el mayor respeto, no veo el humor por ningún lado. Ni siquiera veo un intento de bromear o de hacer sonreír. Lo siento, quizás sea un problema cultural o de traducción.
Pero al igual que ocurre con otras muchas cuestiones (y en todas las religiones sucede igual), el asunto de la risa se convirtió en objeto de interpretación por parte de teólogos y juristas musulmanes, que, a lo largo de la Edad Media, se debatieron entre su prohibición total y su relativa tolerancia, siempre que fuera comedida.
Valga como ejemplo la posición de Al-Ghazali (1058-1111), teólogo y jurista, místico y reformador religioso de origen persa, que en su obra dedicó un epígrafe titulado “El décimo mal: la broma”, donde reflexiona sobre la risa, concluyendo que “lo prohibido de la broma es excederse y entregarse a ella”. Acepta, por lo tanto, la risa moderada, la sonrisa. (¡Algo es algo!).
En tiempos actuales, no puedo pasar por alto la cantidad de creyentes de esta religión que se dedican con gran talento al humor gráfico, a pesar de las limitaciones de sus estados religiosos.
Por supuesto, voy a evitar referirme a los terroristas islámicos, porque yo creo que una de las razones que sean extremistas, salvajes y criminales es por no tener ni un ápice de sentido del humor.
En el Corán, se dice que quien hace reír al prójimo, merece el paraíso. ¿Qué piensan de eso los yihaidistas? Posiblemente se han saltado esa parte.