Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

¡Felicidades a las mamás... Pero no a todas.

descarga_14_0.jpegQuizás fue hace muchos días, quizás es hoy, quizás en muchos días más. No importa la fecha. Lo importante es otra cosa. Ahí va: propongo cambiarle el nombre de Día de las Madres, por el de Día de las Buenas Madres. Es que nuestra cultura occidental ha idealizado el concepto de “mamá” y así se convirtió en un mito que todas son tiernas, buenas, nobles, sacrificadas, protectoras, amorosas, etcétera, cuando sabemos bien que muchas no lo son. Digamos la verdad aunque nos duela: un buen número de madres no cumplen con esos adjetivos.
Miren esta lista de madres biológicas:

-La que abandona a su hijo(a) al nacer.
-La que golpea y maltrata física y psicológicamente a su hijo(a).
-La que usa a su hijo(a) como moneda de cambio.
-La que prostituye a su hijo(a).

-La que abusa sexualmente de su hijo(a), o permite que su pareja lo haga.
-La que sobreprotege demasiado a su hijo(a) y no por amor, sino por egoísmo, por miedos, por baja autoestima, etcétera.
-La que envidia a su hijo(a) porque tiene una felicidad y/o un estatus que ella nunca logró.
-La que favorece a un solo hijo(a) y abandona emocionalmente a los demás.
-La irresponsable que no cuida a su hijo(a) y éste sufre accidentes, o de mayor ni sabe con quién anda, qué hace, etcétera.
-La que se desvive para lograr que su hijo(a) se sienta culpable de todo.
-La que se pasa de severa.
-La que jamás entiende a su hijo(a).
-La que reniega toda su vida haber parido.
Y no sigo, porque me voy enojando y comienzo a sufrir. Además, esta lista la pueden ir engrosando ustedes con sus experiencias.
Quizás alguien piense ahora que los padres son peores. No lo dudo, pero no estamos analizando aquí a ellos. Esto es por el Día de las Madres y esas malas progenitoras no saben cómo sufren sus hijos(as) con ellas. Quedan marcados para toda la vida, porque la imagen y la influencia de una mamá es muy fuerte en nuestra cultura. Por eso me niego a felicitar a todas en este Día.
Aclaro que la que tuve cae entre “las buenas”, así que no escribo esto porque “me tocó una de esas malas”.
Pero no sólo debemos evitar felicitar en este Día a las malas madres, también meto en el mismo saco a las malas mujeres, que pueden ser hasta mamás (mamaes o mamases) “normales”. Me refiero a mujeres criminales, mujeres que delatan, sin ética, mujeres corruptas, con defectos que hacen daño a todo el mundo. Mujeres que disfrutan que sus hijos sean delincuentes, narcos, mafiosos y maten, roben, violen, etc., o que sean dictadores, o que se enorgullezcan de su hijo kamikaze, hombre-bomba, militar o paramilitar, guerrillero, seudoanarquista, etc., que mata inocentes o los tortura.
Uno sabe que existe todo esta gama de madres y mujeres malas, casi siempre, por los medios de comunicación, o por lecturas, o por terceros, o por otras vías.
Pero si me atrevo a redactar esto es porque conozco personalmente, bien de cerca, muchos casos que dan ganas de encarcelar a esas supuestas “santas”. Conozco en Cuba a madres que mandaban a sus hijas de 11 y 12 años a prostituirse por un perfume o un jabón. Aquí veo en la tele, en esos programas horribles de juezas, a progenitoras que provocan miedo por la maldad que demuestran. Leo en los diarios a las que le pegan a sus hijitos hasta la muerte o casi, porque se enojaron por algo que hizo la criatura. A las que dejan encerrados a sus niños en sus autos, adrede o no, a las que porque la pareja le es infiel mata a sus hijos, y así un largo etcétera. Por último, confieso que lamentablemente conozco muy de cerca a algunas madres que han hecho de las vidas de sus hijos un infierno.
Por todo lo anterior es que propongo celebrar el Día de las Buenas Madres, porque esas sí cumplen con los requisitos que sabemos. Sobre ellas se ha escrito mucho y hoy la red está llena de textos, brindándoles un merecido homenaje. Yo lo haré en otra ocasión, pero me despido con un cariñoso saludo a las buenas madres que me rodean, ya sean familiares o amigas y a ustedes, amigas de facebook… y por supuesto, a la que me parió y me crió, la mejor del mundo, donde quiera que esté su alma (si es que está en algún lado).
¡¡FELICIDADES POR EL DÍA DE LAS BUENAS MADRES!!

 

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¿Son necesarias las guerras?

images_9_0.jpegMañana alguien tiene programado en su agenda empezar una guerra. Muchos en este mundo ya tienen agenciado sentarse a ver CNN y “disfrutar” en vivo del espectáculo de la muerte y la destrucción.

Perdón, pero me siento defraudado, cansado, aburrido, aplastado y triste por eso.

Para mí, NO EXISTEN LAS GUERRAS NECESARIAS. Obvio, si alguien te invade tienes que pelear para defenderte; me refiero a que el que invade, el que comienza una guerra, jamás tiene una razón necesaria para iniciarla.

Alguien me dirá que a un dictador hay que derrocarlo a la fuerza, con violencia, con las armas. No me convence. La guerra contra Sadam Hussein, por ejemplo, se llevó a cabo bajo las banderas del humanitarismo, para terminar con ese tirano y se inventaron justificaciones como la posesión de uranio o algo así, y todos sabíamos que fue por razones cochinamente económicas.

Porque si de verdad prevalecieran las razones humanitarias, hubieran invadido hace tiempo a Corea del Norte o a Cuba, por ejemplo, donde las eternas dictaduras han manchado de sangre a sus pueblos. Pero como existen razones económicas detrás, no les interesan esas guerras. Ni la industria petrolera, ni la industria de las armas les ordena a los gobiernos que invadan a esos países. ¿Dónde se metió el hamanitarismo? (Que conste que no estoy de acuerdo ni mucho menos en que invadan esos países que mencioné.)

¿Cuáles son las razones para una guerra en Siria? No las sé, ni quiero saberlas, porque sé que para la vitrina será una razón noble y en el fondo será una razón sucia.

¿Hace falta derrocar a un dictador como Bashar al Assad? Por supuesto, es un asesino de marca mayor. ¿Hay que ayudar entonces a los que combaten contra él? Otro problema, porque ayudaríamos entonces a los extremistas islámicos, que tomarán el poder y se harán dictadores tan o más sanguinarios que Assad.

Pasará como cuando se ayudó a Osama bin Laden, se le convirtió en líder de su pueblo y después fue el enemigo No. 1 del mundo.

¿Cuál es la solución entonces para evitar la guerra? No tengo idea, porque no soy especialista, ni tengo la debida información. Por tanto, sólo especulo. Pero sí estoy convencido de que una guerra jamás es necesaria.

Los únicos que ganan son los políticos, los militares y los empresarios beneficiados. Los únicos que pierden son los civiles inocentes y sus familias, así como los soldados de ambas partes y sus familias.

La base de todo es que no se valora tanto la vida humana. Todavía hay personas que piensan que matar a un inocente es una solución para evitar la muerte de diez. Y mientras las cifras aumentan, más respaldo ético tiene la solución. Todo se minimiza porque hay un solo muerto. Incluso, puede llegar esa muerte a ser un triunfo y una celebración.

¿Y el muerto? ¿No tenía derecho a vivir como tú, yo o él? Parece un chiste, pero nunca el que pone el muerto es el jefe, el que manda, el poderoso.

Por otro lado, recordé otra reflexión mía en que dije que si me llamaban a una guerra no me alistaría (como lo hice en Cuba cuando me llamaron a pelear en Angola, otra guerra innecesaria y sucia). ¿Por qué no defendería tu “suelo patrio”?, me dirían algunos. Yo sólo respondo esto: Voy a defender a mi pueblo (sea Cuba, sea Chile, o sea Francia o Suiza), ¿pero a qué personas que pertenecen a mi pueblo tendría que defender también? A los mafiosos, violadores, asesinos, ladrones, narcos, torturadores, pedófilos, etcétera, sin contar otros defectos humanos que me molestan y que poseen otros de mis coterráneos y que tendría que defender también: los envidiosos, los corruptos, los abusadores, los  egoístas, los prepotentes, los xenófobos, los racistas, los clasistas, los tacaños, los traidores y otro largo etcétera. A todos yo debo defender entonces y dar hasta mi vida por ellos. ¡PUES NO VOY A IR A UNA GUERRA PARA DEFENDER A ESA GENTUZA!, por muy coterráneos que sean.

En fin, por ningún lado se ve una guerra necesaria y justificada. Por lo tanto, mañana es un día de duelo internacional si comienza la guerra.

Ya sé que no debo insistir mucho en el asunto, ya que me deprimiría por gusto, porque lo que piense y diga no cambiará nada.

Lo sé. Y es por eso que escribo esta reflexión, para “descargar”, para “vomitar” el veneno.

Por favor, también sé que existen otras opiniones diferentes, tienen todo el derecho del mundo a exponerlas y comentarlas, pero les aviso que no es mi intención armar un debate sobre esto (y menos una guerra). De todas formas, muchas gracias a todos si me han acompañado hasta aquí.

 

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Día de Acción de Gracias

images_1_8.jpegMi amigo Manny de la Portilla, me acaba de sorprender con un texto sobre el Día de Acción de Gracias, basado en el perdón.

Él, y nuestros seres queridos, saben que yo a Manny lo quiero como un hermano desde hace mucho tiempo, tanto, que ya no recuerdo si lo conocí en esta vida o en una reencarnación (fíjense evito decir “reencarnación anterior”, porque es obvio que las reencarnaciones ocurren antes; excepto claro, cuando se pronostican futuras reencarnaciones, aunque ahí se refieren a las uñas, sobre todo las que carecen de tratamiento pedicuro.

Digo esto, porque tiende a confundir, ya que Manny padece de encarnarse y reencarnarse las uñas. De ahí que tenga la magnífica y positiva fama de que “él nunca ha sacado sus uñas”, si no contamos la ocasión en que arañó –sacando sus uñas-, a un amigo común, seduciendo a su novia, algo que le perdonamos por lo atractivísima que estaba la muchacha.

Pero no es necesario que me desvíen con sus dimes y diretes y volvamos a lo que nos convoca.

Decía que lo quiero y lo quería desde tiempos pretéritos, evitando el uso del giro “lo conozco de atrás”, por las mala interpretaciones, sobre todo ahora que Manny trabaja en US ARMY, donde están prohibidas esas “atrasidades” que se cometen (no me agrada usar la palabra cometen, porque tiende a entenderse como dos personas que “co-meten” algo; es decir, “co-penetran” algo; produciendo quizás una imagen un poco erótica-bíblica bastante indecorosa para mi gusto. Espero que me comprendan).

Pero quererlo como lo quiero no basta para no contradecirlo públicamente, ya que considero el mensaje más importante que cualquier sentimiento entre individuos. Es que somos seres sociales y tenemos responsabilidades con nuestros prójimos y hasta con los prójimos de otros y con los prójimos de los de más allá y así sucesivamente, hasta llegar al último de los… (iba a hacer un simplón juego de palabras y escribir “El último de los projicanos”, pero me di cuenta a tiempo que este es un texto que se hjacta de ser serio).

Digo lo anterior (y aquí sí calza la palabra “anterior”, porque es obvio que se puede decir: “Digo lo posterior” y todo el mundo lo entendería), porque para mí “el perdón” no es tan trascendental como “la culpa”, sobre todo en el Día de Acción de Gracias. Y exijo más respeto y responsabilidad con eso.

Miren, para comprender mejor mi punto de vista, es necesario entender el concepto de “culpa”. Por lo tanto, debemos conocer cuáles son sus elementos:

a) Acto causal, real o imaginario. (Ejemplo: tengo pareja, no importa si es real o imaginaria)

b) Percepción y autovaloración negativa del acto por parte del sujeto, mala conciencia. (Ejemplo: le fui infiel a mi pareja y ella no me lo aguantó, porque para ella eso no es correcto).

c) Emoción negativa derivada de la culpa, remordimientos. (Ejemplo: ¡Ella está del cará! Veo que me odia, me quiere matar, se quiere vengar. Me arrepiento por haberme emparejado con ella.

La combinación de estos elementos puede dar lugar a dos tipos de culpa:

1) Culpabilidad sana o manifiesta: aparece como consecuencia un perjuicio real que nos han causado a nosotros. Su utilidad reside en ayudarnos a no respetar las normas y a perjudicar a los demás. La culpa funciona aquí como un estímulo satisfactorio cuando perjudicamos.

2) Culpabilidad mórbida: no ha existido ninguna falta objetiva que justifique dicho sentimiento. Es decir, nunca he sido infiel. A diferencia de la anterior, este tipo de culpabilidad es constructiva y nos ayuda a adaptarnos al medio. Cuando la culpa funciona bien (cumple su función adaptativa), pero también puede ocurrir con exceso (asociada con elevados niveles de perfeccionismo) o por defecto (se relaciona con alteraciones psicopatológicas como la depresión).

Conclusión: el sentimiento de culpa es una sensación de libertad única que nos trae esperanza y optimismo y nos abre un lugar en nuestro Corazón a "esa Paz que sobrepasa todo entendimiento".

Felix Díaz, perdón… Feliz Día del Perdón, este… Día de la Acción de Gracias.

Idem a la palabra anterior (y muchas).

 

 

Si no lo digo, exploto

descarga_15_1.jpegHe hecho lo imposible por no meterme públicamente en política y casi lo he logrado, pero hay excepciones. Como esta. Es que uno tiene su corazoncito... Así que voy a compartir esta reflexión, para exorcizarme. Será como sacarme ese moquito duro, pegado y doloroso que proliferan en nuestras narices, en climas tan secos como el de Santiago. 

Comienzo... Si alguien me dice que los gobiernos de Pinochet, Los Castros, Mussolinni, Ceaucescu, Stalin, Hitler, Somoza, Honecker, Stroessner, Franco, Gustav Husack, Amín Dada, Mao, Duvalier, y un lamentable etcétera, fueron democracias y no fueron dictaduras, ¿qué hago?

¿Le digo que es un problema de percepción como dijo hace poco un político del Partido Demócrata CristianoChileno sobre Cuba?, ¿Tengo que soportarlo y me hago amiguito y hasta colaboro con él, como hacen otros políticos para no perder el poder, el voto?

También es algo extraño y curioso -por decir lo menos-, que el señor Ballesteros, otro joven político del Partido Comunista de Chile diga impúdicamente que Cuba es una democracia y nadie lo contradiga. ¿Hay que ir a la Universidad para saber que es un hecho comprobado todo lo contrario, con mil pruebas irrefutables de que aquello es una dictadura? ¿Alguien puede probar que no lo es? Yo sí no puedo decir que es un problema de percepción. Ni es un problema de percepción que la madre de la Presidenta de Chile diga que la RDA no era dictadura, ni es un problema de percepción que Tellier, el presidente del Partido Comunista Chileno y su acólitos le hayan enviado felicitaciones al Partido Comunista de Corea del Norte en su cumpleaños y en estos días inviten a un personero de allá, cuando es una dictadura peor que la de Fidel, que es mucho decir. Y no es problema de percepción que Camila Vallejos grite a los cuatro vientos que desea ver instalado el régimen cubano en Chile. 

Pero alguien dirá: es su opinión y hay que respetarla. Y yo respondo: claro que hay que respetarla. Hasta esas barbaridades hay que respetar, porque soy demócrata, liberal, creo en los derechos humanos, en la libertad de expresión, etc., etc.

Yo sería incapaz de lanzarle un vaso de agua a una ministra, o de lanzarle un salivazo a un presidente, etc., etc., algo que está floreciendo en nuestra sociedad, lamentablemente. Estoy contra la violencia de todo tipo.

¿Pero qué hacer ante esas declaraciones que agreden la inteligencia y la dignidad humana? Porque eso es lo que logran hacer con esas declaraciones. Pues no se me ocurre nada. Excepto agarrar una rabieta y descargarla en el teclado como ahora. Porque salirles al paso; es decir, responderles a esas personas es por gusto, porque detrás de esas opiniones supongo que hay algo más fuerte, algo oscuro escondido que nadie quiere ver. Las frases como la de "la retroescavadora" no es casual. Da miedo. Y yo si no soy asalariado de la CIA, ni armo supuestas campañas de terror porque me siento un liberal de izquierda y para mí la extrema derecha y el pinochetismo es igual de dañino. Y tampoco soy un inocente, ni un ignorante. Creo yo.

Además, con esos personeros no hay diálogo. Son personas antidemocráticas. Y no se dejen engañar, si esa gente puede llegar al poder, solos, sin coalición, lo primero que harían será prohibir los otros partidos políticos, suspender elecciones libres, disolver el parlamento, restringir al mínimo la libertad de expresión, etc., etc. Eso harían las Camila Vallejos, los Ballesteros, los Tellier, etc., porque repito, no son demócratas. Es lo que han hecho los comunistas siempre. Llegando al poder aplicarán los métodos conocidos enseñados por Fidel, Mao, Stalin, etc.

Lo anterior es un hecho, insisto, no es una interpretación. Es lo que ha sucedido en la Historia del s. XX. Y ojo, no digo que en Chile hay una democracia perfecta, ni digo que estoy de acuerdo con muchas acciones realizadas por los gobiernos de E. U., así como también afirmo que hay una enorme brecha entre ricos y pobres, la cual hay que combatir, que hay injusticias, que hay corrupción, que fue doloroso ver personeros de Pinochet como ministros y con altos cargos en el gobierno de Piñera, que aún no hay justicia y reparación y otros lamentables etcéteras.

Pero hablemos de esos feos temas, hablemos de luchar contra todo eso para mejorar. Sin embargo, no se quiere hablar, no se quiere dialogar. Se quiere imponer las cosas. Algo anda mal en Chile.

¿Qué hacer entonces en la práctica? No sé. Solo se me ocurre esperar cómo se enloda la democracia con esas personas tomando cada vez más poder, con la esperanza de que el pueblo en las urnas los castiguen la próxima vez. Y castiguen también a esos políticos y políticas de otros partidos que para ganar más poder, los acogen, a pesar de ser tan antidemocráticos. ¿Es una solución esperar? Tampoco sé. Quizás las masas sigan embobecidas con los cantos de sirena y voten aún más por ellos.

No obstante, mi espíritu optimista y positivista se va a imponer a esta lúgubre reflexión y me dará de nuevo ánimo para soportar lo que se viene para Chile si esto sigue así.

Es que ya que no deseo de nuevo hacer patria en otro lado.

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Mi opinión: Sale perdiendo otra vez el humor

descarga_5_0.jpegMe entero de que le pifiaron a un humorista durante su actuación en el último Festival de Viña del Mar, a tal punto que no lo dejaron actuar, creo.

No es la primera vez que lo comento. Pero me enojo tanto con estas cosas que de nuevo me dan ganas de “descargar” y mis lectores deben soportarme.

Lo primero para aclarar: no sé ni el nombre del humorista, porque no veo el Festival (ni siquiera veo televisión abierta, ni sigo esas noticias faranduleras, entre otras cosas porque no tengo tiempo).

Ahora entro a mi opinión con un ejemplo.

 

Uno ve a la entrada de un restaurante una lista del menú ejecutivo del día, donde hay aperitivo, plato de fondo, postre, gaseosa o jugo y café, y decide entrar. Entonces pide el menú y le traen el aperitivo y después el palto de fondo, y cuando ve el postre se pone a protestar, gritando, chiflando, etc. Lo hace porque quiere más del plato anterior, o porque ese postre no es nacional, o porque no le gusta el alimento que lo compone, o por lo que sea. ¿Tiene razón de protestar? ¿Es justo? Evidentemente, no. Él aceptó el menú al entrar, sabía qué tipo de alimentos le servirían. ¿¡Cómo puede pensar que tiene derecho a esa pataleta?! (Excepto que la comida esté en malas condiciones o algo así).

Pues algo parecido sucede en el Festival de Viña. El público entra y paga sabiendo con varios días de antelación cuál será el programa (el menú) que verá en escena. Sin embargo, de repente se enfurece, porque quería más del artista anterior, o porque escuchó en la presentación que el humorista es de argentina o de otro país y le salió el nacionalismo barato, o porque la rutina que presentó el artista no le gustó, porque le hace reír más los chistes picantes, etc. Y arma un escándalo vergonzoso que obliga a que retiren al pobre humorista.

Fíjense que no estamos evaluando aquí si el humorista es bueno o malo, porque nos meteríamos en otro rollo, ya que sabemos que humoristas buenísimos y malísimos han triunfado en ese escenario, así que la calidad del mismo no influye en la perreta mal educada de los espectadores.

Y a propósito de mal educada. El circo romano sediento de sangre que se arma en la Quinta Vergara y que los periodistas mediocres bautizaron una vez como “monstruo”, para vender más, está compuesto por gente ignorante, mal educada, simplona, de mala calaña, pero también de gente que estudió, que tiene educación profesional, que supuestamente es decente y educada. Pues casi todo ellos, al entrar allí, se convierten también en masa chusma y demuestran una cara muy fea del ser humano. Como si entrar a ese lugar te llevara al primitivismo.

Pero a los organizadores del Municipio, a los canales auspiciadores, a muchos periodistas de espectáculos y a mucha gente que consume esas noticias les agrada ver y comentar cómo aplastaron e hicieron talco al artista. Dicen que hasta en ocasiones buscan a un humorista que creen que saldrá “comido” por el “monstruo”, y simplemente lo programan detrás de un artista que saben que el público no va a querer que termine de cantar.

A mí me da vergüenza que suceda eso.

Y, repito, no estoy defendiendo al humorista, que quizás es bueno, pero quizás es pésimo; quizás es bueno y falló al escoger su rutina para ese escenario, pero quizás es malo, pero acertó con chistes subidos de tono, abiertamente groseros y vulgares como muchas veces ha demostrado que le gusta reír ese “monstruo” asqueroso.

¿Por qué escribo esto con tanta indignación? Porque el más perjudicado una vez más es el humor, da lo mismo si es porque el humorista triunfó con chiste del mal gusto, o el humorista no pudo presentarse por la mala educación de ese público. De igual manera sale perdiendo el humor. Y yo como humorista (humorista no es sólo el que cuenta chistes, sino es el que hace humor en cualquier manifestación artística o en cualquier campo del quehacer humano), una vez más tendré que enfrentarme ahora en mi carrera, a personas que al ver esto piensan que el humor es un género menor, de segunda y que no es importante. Porque lo increíble es que esas personas que piensan así, llegan a los cargos que deciden cosas importantes.

Y una vez más tendré que luchar por las banderas del humor y la risa, porque es todo lo contrario: el humor es demasiado importante.

Pero aunque ya esté acostumbrado a esa batalla, siempre jode, ¿no?

 

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No. 216

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El arte de robar el interior de un auto de alquiler,

dejando solo la carrocería intacta, se llama:

taxidermia.

 

Homenaje póstumo: Roberto Gómez Bolaños de México

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Se le considera como uno de los grandes maestros del humor Latinoamericano. Y ha dejado profunda huella en los pueblos de este Continente.

Escribía, dirigía y actuaba en televisión, pero también hizo cine, radio y se desempeñó como productor, dramaturgo y compositor.

Para muchos colegas, el humor de Bolaños era algo facilista, simplista. Y se basan en lo grotesco de, por ejemplo, adultos caracterizando niños, pero sobre todo señalan el humor astracán y naif que utilizaba, abusando de las

caídas, tortazos, golpes, etc., además de equívocos, demasiado evidentes y poco elaborados.

Sin embargo, nos dimos el tiempo de estudiar su obra y al analizar sus guiones nos impresionó la cantidad de juegos de palabras que usaba y lo ingenioso y gracioso de muchos de ellos, en medio de su humor infantil, blanco, lúdico.
 

Sí, era ídolo de las masas (ver las imágenes de sus giras por Latinoamérica para demostrar que era más popular que cualquier cantante de su época). Gustaba tanto que hasta fue doblado al chino.

Por todo ello su trayectoria es demasiado valiosa y opaca sin dudas toda crítica especializada adversa.

Humor Sapiens le rinde homenaje al humorista que llevó la alegría a tantos hogares del mundo.

Nuestros deseos de que donde quiera que esté Bolaños, en la vecindad que sea, continúe haciendo reír “sin querer queriendo”.

 

 

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Yo soy amable y Hernán Cortés

descarga_27.jpegRespondo aquí, públicamente, lo que alguien me preguntó en un correo electrónico que recibí esta semana.
Esa persona quiere saber por qué no hago un programa de televisión y/o radio para niños y motivarlos así a leer a través del humor como hago “en vivo”. Hasta ahí la pregunta me pareció lógica y les confieso que no me desagrada la idea, pero lo veo muy difícil de concretar, ya que hasta ahora lo que me han propuesto es demasiado “comercial” para mi gusto y si no me dan garantías de que yo decida artísticamente, no acepto nada. A esta edad y con el abundante y lindo trabajo que tengo sólo hago cosas para disfrutar, no para amargarme la vida, ¿no es cierto?

Pero la siguiente sugerencia que me escribió en su correo sí la encontré “extraña”, por decirlo de alguna manera. Dicha persona me dice que yo debía estar en el mundo de la farándula, para darle más nivel al producto televisivo. 
Le respondo que no sé qué significa “dar nivel” en ese campo, pero sí sé qué significa estar “metido” en la farándula y eso jamás me lo permitiré. 
Y respaldo mi respuesta con algo que siempre es odioso, según dicen, pero necesario: las comparaciones. La diferencia entre mi vida y la de los “ricos y famosos” es abismal. Miren bien estos pocos ejemplos y comparen entre ellos y yo: 
-Cuando trabajaba como ingeniero, yo visitaba edificios … y Julio Iglesias. 
-Después, para ganar dólares en Cuba me hice artesano haciendo escudos… Y Antonio Banderas.
-Mi profesión ha sido una batalla… y la de Juan Luis Guerra
-Mi auto es un Nissan… y el de Harrinson Ford. 
-Mientras yo descanso solo horas… Cameron Díaz.
-Yo vivo de mis derechos de autor… y Oscar de la Renta. 
-En fin, yo soy pobrie… y Lionel Richie.
Conclusión, nunca podré pertenecer a la farándula.
Los que no están de acuerdo conmigo envíenle este mensaje a diez amigos en menos de 1 horas, para que les llegue de sorpresa abundante dinero.
Muchas gracias.

 

 

Pedagogía del humor (12). Educar pasándola bien

images_3_0.jpeg¿Pedagogía y humor? Sí. ¿Por qué? Porque el ser humano nace con cierta predisposición hacia la diversión, la alegría de vivir, el juego, la curiosidad, la exploración y la flexibilidad y con ese espíritu transcurre nuestra infancia. Sin embargo, nuestros centros educacionales se empeñan cada vez más en acabar con todo eso. Si logramos impartir clases amenas, si resolvemos los conflictos con ingenio, gracia, si logramos un grupo cohesionado y orgulloso de pertenecer a él, si hacemos que los niños sean más creativos, más imaginativos, y todo con el tono lúdico y risueño que caracteriza la infancia, entonces podemos lograrlo. Esa es la base de la Pedagogía del humor.

En clase, se ha comprobado que el humor anula los sentimientos de vulnerabilidad, los miedos, el estrés, que son los que bloquean la memorización y el aprendizaje.

Las investigaciones y estadísticas demuestran que la mayoría de los niños y adolescentes con problemas de inadaptabilidad social, inestabilidad emocional, rebeldía, apatía, arrogancia, egocentrismo, se deben a una infancia llena de privaciones y anhelan el juego, la diversión, la risa y el amor. Y si se les enseñara a reír de sí mismos, verían entonces la realidad de un modo menos egoísta y dramático, así como también el humor ayudaría a reavivar su viveza mental, tan inhibida o confusa debido a esa infancia.

Por desgracia, muchos centros educacionales tratan de inculcarles a sus niños respeto a la autoridad y al orden establecido a través de un modo excesivamente rígido y serio. Pero los niños prefieren amar el orden establecido antes que respetarlo. Prefieren compañeros de juego y risa antes que padres sustitutos o entidades paternales.

Por eso, los educadores deben tener sentido del humor y alejarse de la hiperseriedad. Lamentablemente, en la actualidad la mayoría de los centros educacionales preparan a los niños y adolescentes para que tengan confianza en sí mismos, pero enseñándoles a ser hiperserios, competitivos y agresivos. Enfatizan el valor del individuo y su culto a la autoimportancia.

Por otro lado, muchos estudiantes se encuentran en una situación crítica al ver su incapacidad para afrontar los primeros fracasos o presiones emocionales. Es que están siendo educados en un ambiente de hiperseriedad en que los problemas son dramatizados, donde el fracaso adquiere proporciones catastróficas. Mediante el sentido del humor uno acepta el fracaso con sano espíritu deportivo.

En la vida existen las recompensas extrínsecas y las intrínsecas. Las extrínsecas son el dinero, la fama, el estatus social. Las recompensas intrínsecas incluyen la satisfacción, el alivio, la celebración. Pues la sana diversión proporciona su propia recompensa intrínseca. Por tanto, cuando al fin consigamos hacer un aprendizaje realmente divertido, nos aseguramos de que por primera vez en la Historia, el niño se levantará feliz de asistir a clases.

Desarrollar el sentido del humor es tan importante y curricular como la casi totalidad de los objetivos pedagógicos.

 

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Pedagogía del humor (11). ¿Cómo deben desarrollar su sentido del humor los profesores?

descarga_4_1.jpeg¿Cómo hacer para desarrollar el sentido del humor? Fácil, haga ejericicios para estimularlo y desarrollarlo. Como toda disciplina, lleva esfuerzo, constancia y dedicación, pero como es placentero todo, no se dará cuenta de ese esfuerzo.

Pero ante los ejericicios, unos consejos:

Adopte una actitud de alegría. Eso no significa que deba comportarse como un tonto o un loco. Mantenga su mente abierta y tenga pensamientos sin censura, traviesos, hilarantes.

Vea el lado humorístico de cada situación y ría. Pero ría se de lo que hacen los otros, no de lo que son.

Por otro lado, ríase de usted mismo, sin despreciarse y aceptando sus fallas. Claro, sin dejar de ser serio y responsable con usted y con los demás, pero sin exagerar, ¿de acuerdo? Y no se olvide de esto: al no tomar las cosas con tanta gravedad echará por la borda las tensiones.

Haga reír a los demás. Experimentará un placer especial. Gozo que solo brinda un sentido del humor agudo y generoso.

El humor es más que risa. Es más gratificante que el mero entretenimiento.

Pero, ¡ojo!, tener un buen sentido del humor implica desarrollar un mecanismo mediante el cual se obtenga una perspectiva emocional o mental, consciente o inconsciente, que permita un escape temporario.

 

Y ahora sí, aquí van los ejericicios. Por supuesto, los ejercicios creativos y lúdicos que compartiremos ahora, sirven para desarrollar “los músculos” del sentido del humor, pero también para estimular la imaginación y la expresión verbal y corporal, así como para desinhibir. Después de hacerlos verá cómo mejora también su estado de ánimo: se forma un estupendo círculo virtuoso.

1) Reúna a varios familiares o amigos y trate de hacerlos reír. Pueden incluso escoger un tema y usted tendrá que improvisar chistes, muecas, gestos, observaciones, comentarios, etcétera. Cualquier recurso gestual o verbal será válido, excepto tocar al otro. Ideal cambiar de roles.

2) Sitúese ante sus familiares, amigos o compañeros de trabajo e interprete una canción por medio de gestos, en concordancia con la letra. Debe escogerse una canción cuya letra sea muy gráfica. La persona debe interpretar, si es posible, cada palabra, o cada idea. No debe cesar de hacer gestos. Las partes neutras, o que no sepa graficar, puede pasarlas imitando los gestos del lenguaje de los sordomudos. Este ejercicio admite variantes: a) Todos escuchan la canción. b) Sólo la escucha, con audífonos, el que la interpreta (puede prescindir de los audífonos si se la sabe de memoria). También es conveniente comenzar con canciones lentas, e ir tomando después canciones más rápidas, que obligan a una mayor agilidad en la improvisación y la expresión.

3) Un amigo o familiar prepara una situación que resulte incómoda para usted. Cuando le plantee la situación, usted deberá encontrar una salida más o menos ingeniosa, ocurrente, imaginativa. Si es posible humorística. De ningún modo puede evadirse, ni emplear violencia física o verbal. Tiene que actuar, pero sólo con el ingenio. Por ejemplo: él se acerca a usted junto a un supuesto policía y lo acusa de algo bastante truculento. ¿Cómo se defendería usted? Invente, improvise y termina el ejercicio cuando convenza al otro o lo haga reír.

4) Invente dos elementos o conceptos, uno de carácter concreto, y el otro abstracto. Por ejemplo: “Foca celosa”. Usted tendrá que interpretarle a uno o varios familiares o amigos la idea, empleando sólo su cuerpo, sus gestos y movimientos. No podrá hablar ni emitir sonido alguno. Sus observadores, para adivinar, podrán hacer preguntas para orientarse, pero cerradas, de modo que usted sólo podrá responder negando o afirmando con la cabeza. Representar el elemento concreto —la foca— es más fácil, pero el abstracto —los celos— es más difícil, por supuesto. Este ejercicios o lo hace usted varias veces seguidas con diferentes conceptos, o arma un juego con los presentes, dividiéndose en bandos y dándose puntajes.

5) Este ejercicio se llama “Frankestein”. Usted sabe que ese monstruo fue creado a retazos, y las costuras se le ven. Del mismo modo, entre sus familiares o amigos se puede armar un “Frankestein” —una breve telenovela, o cuento— a partir de una propuesta o capítulo inicial que usted prepara o improvisa. Entonces lo cuenta, y los demás, por turno, aportan su capítulo correspondiente, cada uno siguiendo al anterior. Cuando le llegue a usted inventa el capítulo final, o si son pocos los participantes, se hacen más rondas.

6) Consiga de alguien una o varias preguntas disparatas, absurdas y usted, por escrito, debe responderla de la manera más graciosa posible. Por ejemplo, un amigo le dice o le envía por escrito la siguiente pregunta: “Entra a un baño público. De pronto ve un ángel orinando a su lado; y le dice que hay un problema en el cielo: se está discutiendo sobre si enviar o no otro diluvio a la Tierra, y aún no se logra decidir nada. ¿Qué le dirías al ángel, antes que acaben de orinar, para contribuir a una decisión?”. Vaya probando su respuesta entre sus familiares y amigos, lo que posibilita que usted la siga enriqueciendo hasta quedar satisfecho.

7) Usted buscará fotografías sugerentes (de amigos, familiares, en revistas, en la prensa, en Internet) y concebirá un pie de foto o globo humorístico que le cuadre a cada una. Después se lo muestra a sus allegados o compañeros de trabajo, teniendo así también la posibilidad de enriquecer su creación.

8) Seleccione un chiste que le haya dado mucha gracia, que sepa que usted lo puede contar sin esfuerzo y apréndaselo bien. Piense cómo lo contaría; es decir, cómo mover las manos en cada frase o palabra importante, qué expresión poner donde haga falta, dónde y de qué dimensión serán los silencios necesarios para ayudar al efecto chistoso, si lo hará con una sola voz o con varias por ser varios los personajes del chiste, o resolverá eso ubicando en el espacio a su alrededor a los personajes y dirigiéndose a ellos, si al interpretar a un personaje hace falta mostrar un gesto característico, una inflexión de voz, etc. Y cuando lo tenga ya totalmente montado busca el público adecuado (uno que no se vaya nunca a ofender o disgustar con su chiste y ¡cuéntelo! Si no se rieron, o lo hicieron poco, o le criticaron algo, o usted se dio cuenta que podía mejorarlo, entonces no lo cuente más y de nuevo estudie su montaje. Cuando esté satisfecho de cómo lo cuenta y ya vea que es eficaz, monte otro y así sucesivamente hasta tener un repertorio. No es para convertirse en humorista profesional, es solo para que sienta el placerde hacer reír a los demás y para ejercitar su poder de comunicador, porque esa misma experiencia le servirá para, ante cualquier auditorio, contar anécdotas, leer en voz alta, dar opiniones y comentarios simpáticos y muchas más cosas.

9) Escoge a un familiar, amigo o colega que quiera ser cómplice en esto. De repente se acerca a él, lo observa como reconociéndolo de otra época, y de pronto le dice “¡Amigo(a)!”, y lo abraza efusivo, diciéndole: “¡Oye, cuánto tiempo!”. Luego lo mira y le dice: “¿Te acuerdas de la fiesta de Fulanito(a)?”, y comienza a reírse como si el recuerdo fuera muy cómico. Se mantiene tocando y abrazando al otro y riéndose sin poder contenerse hasta que el otro esté riéndose también. Conversen un poco inventando recuerdos y se despiden.

10) En complicidad con un familiar, amigo o colega, invente un diálogo telefónico. Por ejemplo, usted lo llama y le dice: “Bueno, cuéntame, ¿viste lo de allá?” Él le puede responder: “No, yo vi lo de acá. ¿Tú también?” y usted contesta: “No, yo no, ¡pero qué risa me dio! Y se ríe. La conversación puede durar lo que usted quiera.

Conclusión: si practica estos ejercicios, más los ejecicios para reír más y mejor y asimila las recomendaciones para estar de forma permanente con buen estado de ánimo (ambos aparecen en esta misma página), está sin dudas absolutamente capacitado para aplicar la Pedagogía del humor y lo que es más importante: para ser una persona más feliz, disfrutando de una gran calidad de vida.

 

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