Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

Colmos No. 4

Chiste infantil, enviado por el hijo Bastardo del tenor Placebo Domingo.

Bastardo:
¿Cuál es el colmo de una cantante de ópera?

Mis lectores:
¿Cuál eeeeeees?

Bastardo:
Dar el “sí” en su boda con un “do”.

 

Colmos No. 3

Chiste infantil enviado por un descendiente del Sr. Angulo Pitágoras.

 
Angulo:
¿Cuál es el colmo de un matemático.
 
Mis lectores:
¿Cuááááááál?
 
Angulo:
Escuchar dos radios para calcular un diámetro.
 
 
 
 

Colmos No. 2

Chiste infantil enviado por el destituido compañero camarada pintor Robertico Robaina (o revaina, no recuerdo bien).

 
Robaina: 
¿Cuál es el colmo de un pintor?
 
Mis lectores: 
¿Cuaaaaaaál?
 
Robaina: 
Abrocharse los zapatos con la brocha en la mano, 
y cerrar con broche de oro su obra.
 
 
 
 
 

Colmos No. 1

Chiste infantil enviado por Vladímir, un ruso que quiere dejar sin pelos el ucráneo.

 
Vladímir: 
¿Cuál es el colmo de un calvo?
 
Mis lectores: 
¿Cuaaaaaál?
 
Vladímir: 
Usar shampoo anticaspa en el Mar Caspio.
 
 
 
 
 
 

Decimosexto Lote de cinco Bibliorrefranes

Un libro podrido contagia a toda la biblioteca.
 
Un libro saca a otro libro.
 
Uno no sabe para quien lee.
 
Un solo libro no hace verano.
 
Voy a hacer como Blas que lee y se va.
 
 

Decomoquinto Lote de doce Bibliorrefranes

Se le fueron los libros a la cabeza.
 
Si la ignorancia no va al libro, el libro debe ir a la ignorancia.
 
Sobre gustos no hay libros escritos.

 

Tanto fue el libro hasta la fuente hasta que se mojó.
 
Tanto nadar para leer en la orilla.
 
Te doy un libro y te quieres leer la biblioteca.

 

Tiene más vidas que un libro.
 
Toda lectura en exceso hace daño.
 
Todo libro depende del color del cristal del anteojo con que se lee.
 

 

Una lectura no cuesta nada pero vale mucho.
 
Un libro en la adversidad es un libro de verdad.
 
Un libro malo con un libro bueno se paga.
 

 

Decimocuarto Lote de Doce Bibliorrefranes

Para el gusto se hicieron los lectores.
 
Para muestra un lector basta.
 
Para leer hay que abrir el libro.
 
Paulo (coelho) porque lees, paulo (coelho) porque no lees.
 
Por el libro que leas te leerán.
 
Que el libro de tu mano izquierda no sepa lo que lees en el libro de tu mano derecha.
 
Quien bien te quiere te hará leer.
 
Recordar lo que leíste es volver a vivir.
 
Sale más cara la lectura que el libro.

 

Se lee lo que se puede.
 
Se lee con los ojos y se mira con las manos.
 
Se lee para vivir, no se vive para leer.
 
 

Decimotercer Lote de doce Bibliorrefranes

No le leas hoy a nadie lo que no quisieras que te leyeran a ti mañana.
 
No leas mañana lo que puedas leer hoy.
 
No le tires libros al vecino si tu librero es de cristal.
 
No mates el libro de los textos de oro.
 
No puede leer quien ningún libro tiene.
 
No son todos los libros que están, ni están todos los libros que son.
 
No van lejos los de adelante si los de atrás leen bien.
 
Nunca es tarde si la lectura es buena.
 
Ojo por ojo y libro por libro.
 
Ojos que no leen corazón que no siente.
 
Pagan justos por lectores.
 
Con dos que se quieran bien, uno que lea no basta.
 
 
 

Decimosegundo Lote de doce Bibliorrefranes

No cierres un libro antes de tiempo.
 
No ensucies el libro para después leerlo.
 
No es lo mismo leerlo que contarlo.

 

No es lo mismo ni se lee igual.
 
No es tan fiero el libro como lo pintan.
 
No hay mal lectura que por bien no leas.
 
No hay peor ciego que el que no quiere leer.
 
No hay peor lectura que la que no se haga.
 
No le busques las cinco tapas al libro.
 
No le leas hoy a nadie lo que no quisieras que te leyeran a ti mañana.
 
No leas mañana lo que puedas leer hoy.
 
No le tires libros al vecino si tu librero es de cristal.
 
 

Decimoprimer Lote de doce Bibliorrefranes

Mañana será otro libro.
 
Más sabe el diablo por lector que por diablo.
 
Más vale leer solo que mal acompañado.

 

Más vale lectura que fuerza.
 
Más vale libro en mano que cientos editando.
 
Más vale leer tarde que nunca.

 

Más vale un libro hoy que dos mañana.
 
Me voy con mi libro a otra parte.
 
Mientras haya lectura hay esperanza.
 
Nadie aprende por lectura ajena.
 
Nadie sabe lo que pierde hasta que lee.
 
Niño que no lee, no mama... ni papa lectores… 
 
 
 

Páginas