Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

El Humor (VII). "Por favor, no se suene la nariz con este texto"

humor-acido.jpgA mí no me agrada el humor ácido, agresivo, humillante. Para ser más sincero, lo detesto. Así que no me dan gracia muchos de los supuesto chistes gráficos contra los islamistas de la revista francesa Charlie Hebdó, ni la burla al tuerto senador Dan Crenshaw que le hizo el cómico Pete Davidson en el programa de TV estadounidense Saturday Nigth Live, ni el supuesto humor de los mocos en la bandera del también cómico televisivo español Dani Mateo, por solo poner tres ejemplos. Ojo, dije no les encuentro gracia, pero eso no significa que me agrade el fanatismo religioso, las guerras necesarias o no y los símbolos patrios.

Así que parodio ahora la requetemanoseada cita de Voltaire: aunque no me gusta ese humor, defiendo que exista con toda mi fuerza. Porque la libertad de expresión está por encima de todo. Y si a uno no le gusta ese humor –como a mi-, que cambie de canal, cierre la revista, se vaya del teatro, etcétera. Y si se siente humillado, ofendido, que demande al creador a través de las leyes en democracia. Y si no está de acuerdo con las leyes, que convenza a los legisladores para que la dicten a su gusto y si no lo complacen, que convenza a sus coterráneos para que no los reelijan. No veo otro camino.

Pero el motivo de esta reflexión es otro.

Cuando uno hace un supuesto chiste agresivo contra alguien o algo, debe saber por qué lo hace; es decir, estar convencido de que tiene razón y debe saber también que su acción no le agradará a muchos.

Por lo tanto, cuando lleguen las reacciones a su supuesto chiste, el cómico tiene derecho a no disculparse, como hizo Dani Mateo al secarse otros mocos en otra bandera, o disculparse como hizo Pete Davidson en cámara ante la presencia del senador.

Pero también el público tiene derecho a aceptar o no las disculpas del humorista y también tiene derecho a aceptar o no al humorista que no pide disculpas. Porque todos tenemos derecho a pensar distinto y debemos ser tolerantes con el prójimo, aunque no simpaticemos con lo que dice o hace.

Por lo tanto, por favor, tratemos de dejar los escándalos por gusto. Comportémonos como seres sociales civilizados, amables y tolerantes.

Claro está, no todo es blanco y negro en este tema. Sabemos que muchas veces detrás de esos supuestos chistes están los deseos oportunistas de destacarse a como de lugar, están los ideologismos baratos y está la pura y viva mediocridad. Por tal motivo, he puesto en esta reflexión siempre “supuesto chiste” o “supuesto humor”, porque frecuentemente no son chistes, no es humor lo que hacen.

No todo lo que provoca risas y aplausos es humor, ni aunque lo haga un humorista connotado o uno emergente. Por ejemplo, en un escenario en Venezuela si un cómico dice “¡qué hambre hay!” y el público reirá y aplaudirá. Pero eso, dicho así a secas, es solo una verdad y la verdad también produce risa. Sin embargo, eso que dijo el cómico en Venezuela no es humor, no es arte. Hay otros ejemplos de aparición de risas que no es humor. He visto comediantes que en medio de sus rutinas humorísticas (o supuestamente humorísticas), comienzan a dar un discurso a favor de una causa que defienden y lo hacen en serio, usando su presentación artística como discurso proselitista (no importa si tiene razón en lo que dice o no, o sea una buena causa o no). Por lo tanto, no podemos aceptar a priori que lo que diga un humorista en su trabajo siempre es humor, ¿no?

Y por otro lado, tampoco las protestas del público son para apoyarlas siempre. Existe gente en estos tiempos que vive cazando chistes contra tal minoría, tal causa mediática, etcétera y lo hacen desde una ideología, pero con mente fanática, religiosa (en todo sentido), sin razonamiento, solo desde lo emocional, casi siempre sin argumentos sólidos y así tienen a muchos humoristas coartados, amenazados, censurados. Tanto, que éstos se ven en la obligación de pedir disculpas (muchas de ellas falsas aunque pueden parecer convincentes, para poder continuar ganándose el pan con el sudor de sus gracias).

Conclusión, si a usted le gusta un chiste o un humorista, ríase y si no le gusta no lo consuma; si le ofende, luche por eso por los canales establecidos en la sociedad. Pero cuestiónese siempre el chiste y cuestiónese siempre las reacciones que produce. Deje que los mediocres, los ignorantes y las malas personas se enfrenten entre ellos.

Este tipo de humor agresivo, tan en primera línea, va a pasar de moda porque el humor -por suerte-, es mucho más que eso.

Y un último consejo: cuestiónese lo que acaba de leer y tan amigos como siempre, esté usted o no de acuerdo conmigo.

 

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El espía, ¿una noble profesión?

images_4_1.jpegSi uno busca la definición de la palabra ”espía” en el Diccionario de la Real Academia Española, encuentra los dos siguientes significados:

1) Persona que con disimulo y secreto observa o escucha lo que pasa, para comunicarlo a quien tiene interés en saberlo.

(Léanlo bien y verán que es también la definición de una persona chismosa, chanchullera, de poca monta. Así que por aquí el espionaje no queda bien parado, digo yo).

2) Persona al servicio de una potencia extranjera para averiguar informaciones secretas, generalmente de carácter militar.

Por aquí sí va mi reflexión.

 

Por ejemplo, si una persona va con identificación oculta a otro país –supuestamente enemigo-, y observa y/o escucha para informarles a los suyos, esa persona se le llama profesionalmente “espía” y aparentemente está realizando con su trabajo algo bueno, algo loable y digno.

Sin embargo, yo no lo veo tan claro. Si la cosa fuera pararse en un lugar y estando callado observa y escucha nada más, para después informar, pasa. Y si para lograr su objetivo tiene que violar una ley de ese otro país, como entrar sin permiso a cierto lugar, o robar un documento y cosas así, es más “feo” lo que hace, pero también pasa.

Sin embargo, la mayoría de las veces no es tan sencilla la cosa. Muchas veces el espía –con su identidad oculta-, tiene que entablar relación con personas en ese país enemigo. Tiene que ganarse su confianza. Tiene que hasta provocar amistad, cariño, confianza, incluso supuesto amor con o sin sexo. Solo así puede conseguir lo que buscaba y cuando lo logra, en el mejor de los casos se va lo más rápido posible, dejando a su “amistad”, a su “ser querido” abandonado, sin entender, desilusionado, defraudado, dolido, deprimido, etc. En una sola palabra el espía traiciona los sentimientos de las otras personas que confiaron en él y le entregaron su aprecio, cariño y hasta el amor y su cuerpo en algunos casos.

Entonces, si el espía es un traidor, ¿cómo podemos decirles a nuestros hijos que son héroes, que son ídolos, ejemplos de seres humanos? ¿No les estamos enseñando a nuestros hijos que es una gran virtud ser traidor, que es positivo, noble y lo máximo ser un hijo de puta?

Yo recuerdo que cuando mi grupo La Seña del Humor debutó en La Habana y salimos por primera vez en televisión, cuando nos hicimos “artistas nacionales”, enseguida  a varios de nosotros nos llamaron secretamente del Ministerio del Interior de Cuba en nuestra ciudad, para pedirnos que fuéramos espías. Ellos lo llamaban “colaboradores”. “¿Y qué tendría que hacer?”, pregunté yo haciéndome el tranquilo, cuando por dentro me cagaba de miedo. “Casi nada”, me respondieron, “sólo tienes que decirnos quién hace chistecitos contra Fidel o contra el gobierno”. Por supuesto que me negué, como sé que se negaron por lo menos otros dos de los miembros de mi grupo que me lo contaron. Yo dije que no servía para ser espía, que no había nacido para eso y para “suavizar” en algo no aceptar, dije que si veía a alguien poner una bomba en un cine, ahí sí les avisaría, porque no dejaría que murieran inocentes (cosa que es cierta, claro). Tiempo después me enteré de que los otros dos colegas respondieron algo muy parecido, lo que nos provocó mucha risa (no es objetivo de esta reflexión contar el pago que recibimos por negarnos).

Pero volviendo al tema. ¿Se imaginan que un amigo humorista, en plena confianza conmigo, me cuente un chiste contra los Castros y yo vaya corriendo a informárselo a esa gente y que mi amigo inocente vaya preso por mi culpa? ¿Cómo podría vivir yo? ¿Cómo podría mirarme al espejo después de haber sido tan desleal y maricón de alma?

Por favor, que nadie me argumente que mi primera lealtad es con la Patria, porque no puedo con eso. Mil veces lo he dicho ya por aquí: La Patria es la familia, los amigos, los seres queridos y hasta los seres humanos buena onda, que viven y comparten conmigo en cualquier lugar del Planeta, del Universo. Traicionar a esa gente es traicionarme a mí mismo. El ser humano está por encima de cualquier ideología.

Disculpen una vez más la extensión, pero como siempre digo: no me agrada resumir mis reflexiones.

Y recuerden que no es malo si disienten de mis opiniones. Pueden comentar aquí lo que sea, obvio, pero sin agresión y con respeto.

Gracias.

 

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No. 160

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Por primera vez voy a confesar una de mis cábalas que no fallan:

cuando veo a Nicolás Maduro por televisión, toco el conejito de mi llavero,

me pongo de pie, doy una vuelta en el lugar rapidísimo,

me siento, cruzo los dedos de mi mano iziquierda

y con la derecha apago el televisor.

 

No. 24

Darle moneditas a los mendigos de vez en cuando

no mejora tu caridad de vida.

 

Elimíname de tu vida si quieres.

Elimíname de tu vida si quieres, porque:
-Estoy a favor del matrimonio (o unión legal, como deseen llamarle) entre homosexuales, porque defiendo el amor y me da igual lo que hacen los adultos en su intimidad. Para mí ser gay no es una enfermedad, ni un defecto. Ni siquiera debería ser un tema conflictivo, como no lo es tampoco alguien que quiere ser cura, militar o le guste tatuarse. Y estoy a favor de que pueden ser profesores y criar hijos, obvio. Mi hermana, que en paz descanse, fue lesbiana y casi una madre para mí (como era 15 años mayor que yo, fue mi guía intelectual y ética) y no he conocido a alguien con más moral que ella.

Soy testigo que su condición sexual no afectaba en nada la formación de los niños. Incluso era maestra normalista. Por supuesto, entre los homosexuales hay gente buena, mala y regular, como así mismo los hay entre los heterosexuales. Pero respeto a los que no piensan como yo. Sólo pido “vive y deja vivir”.

-Estoy a favor de la mujer que no desea abortar y del profesional que no desea realizar un aborto, porque respeto al que está convencido de que el aborto es una forma de asesinato, según muchos científicos. Pero también estoy a favor de la mujer que necesita abortar y del profesional que realiza el aborto, porque respeto al que está convencido de que el aborto no es un crimen cuando se hace antes de cierto tiempo, según muchos científicos. La ciencia, como se sabe, no es unánime en su veredicto. Es como culpar a los creyentes por creer en dios o culpar a los no creyentes por no creer en dios. Como no hay pruebas contundentes de que existe o de que no existe dios, hay que respetar la fe y el criterio de cada cual. Con el aborto sucede lo mismo. No hay pruebas contundentes de que es o no un asesinato cuando se realiza antes de cierto tiempo. Por lo tanto, estoy a favor de que eso lo debe decidir la mujer, y si ama a su pareja, el ideal es hacerlo entre los dos.
-Estoy a favor de la eutanasia. Me imagino enfermo y vivir como un vegetal, sin esperanza médica de mejorar y el daño que me hago yo mismo y el que le hago a mis seres queridos. Prefiero decidir yo mismo irme de esta vida y acortar tanto sufrimiento. Y en el caso de que además de vivir como vegetal y sin esperanzas de mejorar, tampoco tengo conciencia, entonces quiero que sean mis seres queridos más cercanos los que cumplan con mis deseos de irme tranquilamente, algo que ya dejé estipulado por escrito cuando estaba en mis cabales. Sin embargo, si alguien piensa distinto y decide mantener a su familiar enfermo como un vegetal hasta que muera, sea el tiempo que dure y el gasto que implique, que lo haga, está en su derecho y hay que respetarlo.
-Estoy a favor de la libre expresión. Es decir, quiero que todos puedan profesar la religión que sea, que todos tengan derecho a militar o simpatizar con la ideología que quiera, que todos tengan derecho a decir o callar lo que se le antoje. Y si alguien dice algo que ofende, ataca, humilla o calumnia a otro, que existan leyes adecuadas y que la víctima tenga derecho a llevar a juicio lo que entienda. Pero jamás estaré de acuerdo con prohibir algo de ese tipo de cosas, solo porque la religión, la ideología o el pensamiento de una minoría o una mayoría lo imponga. Las leyes se promulgan para vivir mejor y con más armonía, no para reprimir a nadie. La libertad y los derechos humanos, para todos, hay que cuidarlos. Solo así se cuida una sociedad y se mantiene sana.
-No estoy de acuerdo con la pena de muerte. Sin dudas, si alguien me mata a un ser querido, el primer instinto es de actuar a través del “ojo por ojo”, de hacer justicia con mis manos. Pero es un error y ojalá nos podamos contener, porque pasado el tiempo emocional (visceral), debe imperar la cordura, hacer que la justicia haga su trabajo. Y el culpable debe pagar y duro. Por dos razones: porque una vida vale demasiado y nadie tiene derecho a quitarla. Y eso mismo funciona al revés. Sería incivilizado matar al culpable. Es caer en lo mismo que cayó él. Además, una eterna y efectiva cadena perpetua, estricta y sin concesiones, me “consuela” más por el largo sufrimiento que vivirá el asesino, que una fácil bala o corriente eléctrica que en un segundo, hace una justicia inmerecida. Pero acepto al que piense diferente de mí, obvio.
-No estoy de acuerdo con ningún tipo de violencia. Ni creo en que puede haber una guerra necesaria. No estoy de acuerdo con que las autoridades apliquen violencia física o psicológica, solo porque alguien es un disidente de sus pensamientos. Como tampoco estoy de acuerdo con aplicar la violencia para derrocar a las autoridades. Soy un demócrata, aunque sé de su imperfección y de ser un mal menor. Pero mucho menos estoy a favor de las dictaduras, sean de derecha como de izquierda.
-No estoy de acuerdo con discriminaciones racistas, xenófobas, clasistas, ni de cualquier tipo.
-Estoy a favor de que todos tenemos que tener los mismos derechos y deberes, pero no confundirse con que todos somos iguales, porque no es así. Después de nacer con esos iguales derechos y deberes, cada uno con su personalidad, talento, formación, etc. se va a diferenciar de los demás y tiene derecho a recibir más de la sociedad que el que le da menos a la sociedad. Y el esfuerzo y sacrificio también se paga. Por ello el que tenga más –materialmente hablando-, que lo disfrute (si no ha hecho daño por tenerlo) y el que tenga menos que no cele o envidie y sea feliz con lo que decidió en la vida y pudo tener merecidamente, después de gozar de los mismos derechos y deberes.
-Soy una persona con muchos defectos y cualidades como cualquier otra. Ni mejor ni peor. Después de 62 años de vida, solo quiero vivir con la frente en alto y no hacerle daño a nadie.
-Cualquiera de mis amigos y conocidos, como dije al inicio, tiene derecho a no estar de acuerdo conmigo y eliminarme. Los que se queden en mi mundo les garantizo que los respetaré, aunque piensen distinto a mí, como deseo que me respeten a mí. Y que quede claro que aún pensando diferente, podemos no solo soportarnos, sino querernos y pasarla bien en esta corta, pero maravillosa vida.
Muchas gracias.

 

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Cambios en Cuba

images_5_1.jpegEsto lo escribo sin intención de polemizar ni dar por sentada mi verdad absoluta en la materia, ya que me siento bastante ignorante en ella. Aunque mis 39 años como testigo viviendo en la Isla y el resto de mi vida viendo siempre más de lo mismo en lo que sucede allá, me obligan a decir mi opinión, aún pareciendo un disparate y aun cayéndole mal a muchos.

Comienzo afirmando que a mí me parece que los Castros y sus acólitos jamás han odiado a los Estados Unidos y sus políticas internas y externas. Eso sería asegurar que los Castros se rigen por una ideología y nunca he creído eso.

Su “ideología” es estar en el poder y mantenerse en el poder a toda costa. Y resulta que cuando llegaron al poder en el 59 ni sabían bien lo que iban a hacer en la cima ni cómo iban a llevar ese poder. Ni siquiera eran comunistas. Y se dio la coyuntura de que vieron a los Estados Unidos como los ideales para colgarles el cartel de enemigos. Por dos razones. Una, porque para uno estar en el poder y arrastrar a un pueblo tras de ti, lavándole el cerebro y manipulándolo, tiene que tener un enemigo.

Y mientras más poderoso es el enemigo, mejor serán tus “victorias”, tus “heroísmos”, tu “valentía”, tu “sacrificio”, etc. Y los Castros pueden ser cualquier cosa, pero astutos y gente “de luz larga” sí lo son. Siempre lo han sido, sobre todo Fidel, obvio.

Y vieron que a Estados Unidos nunca le interesaría invadir Cuba ni nada parecido, porque ni hay petróleo, ni oro, ni diamantes, ni un carajo. Vieron que Estados Unidos no se interesarían por esa Isla jamás y aprovecharon para graduarlo con honores como el Gran Enemigo.

Y dos, Estados Unidos nunca se ha destacado por ser muy inteligente y fino en política exterior. Por lo que Bahía Cochinos y el Bloqueo económico, fueron los dos mayores errores groseros que hicieron los norteamericanos y cayeron en lo que deseaban los Castros, ser más David ante Goliat, ganarse la simpatía del mundo y justificar fácilmente todos los errores que vendrían. El enemigo perfecto.

Entonces, no creo que los Castros hayan pensado jamás a nivel de ideología capitalista y comunista, izquierdas o derechas. A ellos les da igual. Chuparon de las tetas de la URSS hasta que pudieron y sin vergüenza, después lo hicieron con Venezuela sin sonrojarse y si tienen que hacerlo del mismísimo monstruo capitalista neo-liberal, lo hacen sin el menor escrúpulo. Porque, insisto, no se trata de principios, de trata de sobrevivir en el poder, lo único que entienden. Y si de pronto Irán, o el Estado Islámico, O India, China o Rusia, les da su teta, rompen con Obama o el que sea para mantener el enemigo que le dio siempre tantas satisfacciones y se van con el mejor postor.

Y sea lo que sea lo que hagan o como quieran llamar a ese sistema castrista (militar capitalista, o socialista capitalista como china, etc.), da igual, porque eso es superficial, ya que el fondo, el verdadero sentido es mantenerse en el poder.

Y si Obama hace todo lo que ha hecho es porque él piensa que le conviene por alguna razón. Quizás para pasar a la Historia como el que se acercó a Cuba, o para ganarse a alguien o sacar algún dividendo político en su Partido o donde sea, o quizás porque se proyectó como figura internacional para el resto de su vida y le viene bien esto que hace con Cuba, o vaya usted a saber el motivo, pero no creo que sea para ayudar a los cubanos o que tenga cualquier interés altruista. Claro, es demócrata y no republicano, pero aun así es político igual y sabemos lo que significa eso.

Y tendría que ser Obama alguien muy inocente para creer que va a cambiar algo en la isla. Digo, pueden cambiar cosas, pero hasta donde no peligre perder el poder a los Castros y el nepotismo allí imperante. Puede que a un humorista le dejen contar un par de chistes contra lo que en Cuba sucede, pero eso tiene un límite y si se pasa le costará caro. Puede que los disidentes sigan vociferando, pero hasta el límite que ellos ponen; pueden que la gente hagan pequeños negocios y ganen alguna plata, pero cuando el gobierno vea ese dinero acumulado en arcas que no son las de ellos, echarán para atrás, porque mucho dinero significa comprar poder y eso no lo permitirán. Pueden que dejen que lleguen inversionistas, pero ya saben de memoria las condiciones que les impondrán.

Y lo peor, lo que más le duele a muchos escuchar: al pueblo cubano le dan pan y circo y tienen asegurado su apoyo otro medio siglo más, por decir cualquier tiempo. Eso lo vieron, lo supieron siempre. En todos los países del mundo sucede igual. Las grandes masas, tengan o no instrucción, tengan o no cultura milenaria, son masas que no piensan, no se cuestionan nada. Es algo característico del ser humano. Y la mayoría de esos millones de cubanos que viven en la Isla actualmente ni se preguntan quién los gobierna, cómo los gobiernan, dónde comparar otra maneras de vivir, otras calidades de vida. Esa mayoría de cubanos vive para levantarse y buscar la comida del día y la diversión del día o la comodidad del día. Y el gobierno sabe que de vez en cuando (cuando llega la teta exterior de turno que consiguió), a ese pueblo se le dará más posibilidades de comer y más regueton. Y ese pueblo seguirá acostumbrado a no trabajar y vivir del robo estatal. Y cuando la teta comienza a disminuir, entonces esa mayoría de pueblo se le ocurrirá irse, emigrar, pero no como exilio político, porque nunca le ha interesado la política ni las ideologías. Saldrá de Cuba para comer y “gozar” mejor. Y asegurándose de poder regresar lo más rápido posible para que su gente no deje de comer y vacilar. Eso el gobierno lo sabe y cuenta con esas mesadas que les llegan del exterior. Porque los Castros siempre han sido maquiavélicamente brillantes y saben que han logrado un pueblo casi sin ética; sin muchas neuronas, aunque aparente ser cultos; zombies que no se cuestionan nada y con la chusmería y degradación mayor que han podido obtener. Porque con eso se aseguran que esa mayoría de pueblo no se cuestionará lo que ellos hacen y deshacen.

Así que desde adentro tienen asegurado la eternidad; excepto que se mueran los dinosaurios y pase algo especial que permita que tomen fuerzas otras posiciones, lo que dudo, porque los hijos de ambos Castros y su gente ya está capacitada, preparada y trabajando soterradamente hace rato para seguir en el poder.

Entonces si desde adentro no tienen sombra, solo les queda buscarse la nueva teta exterior, que la encontrarán sin dudas, porque otros astutos también han visto que tener a Estados Unidos de enemigo es lo mejor para ellos, siguiendo la enseñanza de los Castros y harán causa común con ellos. Claro, si los Castros ven que los beneficios de aliarse con Estados Unidos son altos, con “tremenda moral” ese enemigo se vuelve amigo “inseparable y solidario” y aquí no pasa nada hasta nuevo aviso.

Conclusión: me importa un comino lo que sucede en Cuba. Me duelen los abusos como me duelen los de cualquier pueblo. Pero ya estoy muy viejo para que me de un infarto porque Raúl diga o haga, Obama diga o haga, o Putin diga o haga, etc. Porque, lamentablemente, mi salud, mi tiempo, mi vida, no la puedo desperdiciar en un pueblo que viva como el que está viviendo allá. Será un clisé, pero cada día me convence más que cada pueblo tiene el gobierno que se merece.

Y lo otro que he aprendido: si esa mayoría de cubanos ha decidido vivir así, en aquellas condiciones y por las razones que sea,  ¿quién soy yo para impedírselo? ¿Quién tiene derecho de meterse en eso? ¿Qué país del mundo tiene derecho a tratar de cambiar nada en Cuba, cuando esa mayoría de cubanos no quieren que le cambien nada? Los únicos que se preocupan por cambiar a Cuba son los que siempre han querido otra Cuba, los que se fueron por razones políticas e ideológicas y los pocos que quedan allá que piensan igual, pero que desgraciadamente no se quieren o no se puede ir. Y esa minoría que desea cambios tiene derecho a expresarse y a hacer presión, claro, pero ojalá entienda que es minoría.

Y cuando mencionan los muertos, los heridos, los presos, los torturados y otros desastres que ha hecho el gobierno, se merecen todo nuestro respeto, pero pasa como en los demás países del mundo: desgraciadamente eso se olvida o se levanta como bandera según los intereses de los políticos de turno. Y en Cuba están de turno los mismos las 24 horas, así que no sucederá nada.

Habrá cambios para que nada cambie.

Y no sigo, porque es demasiado y pido disculpas por “la descarga”. Algo que estoy evitando siempre, pero hay momentos en que no puedo contenerme y vomito y me siento mejor. Gracias.

 

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Respeta a tu prójimo como a ti mismo

aa_0.jpegYa sé que es un tema trillado, pero lo tengo que tocar: ¿Por qué dices que me llamarás y nunca lo haces? ¿Por qué me dices que irás a verme y no vas? ¿Por qué dices que nos reunamos a las 2 de la tarde y llegas a las 3 p.m.? ¿Por qué dices que me harás ese favor y no lo haces, o te metes un año para hacerlo? ¿Por qué no dices la verdad de frente? ¿Por qué no te das cuenta de que no cumplir cuando dices que sí al principio es peor que si dices que no? ¿Por qué cuando algo te impida hacer algo que dijiste harías no me avisas antes o después? ¿Por qué juegas con mi tiempo, con mis expectativas, con mis planes?

Y eso me lo hacen los familiares, los amigos, los conocidos, los desconocidos, los indiferentes y los enemigos.

Y me lo hacen los hipócritas, los hijos de puta, los oportunistas y otros malo seres; pero también me lo hacen personas buenas que se enredan, que son tímidos, que no piensan lo que hacen, que no se dan cuenta del daño que provocan porque creen que es “insignificante” comparado con otros.

Y no digan que es una característica del chileno, porque lo hacen también los cubanos, los argentinos, peruanos, etcétera. Por ejemplo, fui de vacaciones a Miami tratando de olvidar tanto que me hicieron eso en Chile y al llegar allí me lo hicieron sin misericordia.
Por favor, no cuesta nada comprometerse a algo y cumplir; o no comprometerse; o comprometerse y si no se cumple avisar y pedir disculpas.
Respeta al prójimo. 
Porque la “prójima” vez que me lo hagas puedo reaccionar mal y tú tendrás la culpa.
Gracias.

 

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No. 28

Las personas que leen los pensamientos,

¿son vehementes?

 

 

El Humor (VI). "El vulgar, obsceno y grosero"

humor-grosero.jpgEsta reflexión la hago sin ánimo de sentar cátedra ni de convencer ni descalificar a nadie y menos a un colega en específico. Mi objetivo es compartir un punto de vista, donde quizás haga meditar -sobre todo a nuestro público-, para el elevar algo el nivel de la calidad en el humor que consumimos.

¿Por qué pensé que era importante esta reflexión? Porque con demasiada frecuencia veo a humoristas en videos y en las redes sociales haciendo humorde doble sentido picarón, picante, con lenguajes o imágenes vulgares, groseras, abordando lo escatológico, las palabras obscenas, etcétera, etcétera.

Se sabe que utilizar lo anterior es sinónimo de risa segura. ¿Pero nos hemos preguntado por qué sucede eso?

Hagamos un poco de historia. Por ejemplo, el primer chiste del cual se tiene noticia es uno que varios académicos británicos encontraron. Pertenece a la cultura sumeria y data del Siglo XX a. C. El grabado en la piedra se lee así:

“Algo que no ocurre desde tiempos inmemoriales: una mujer joven que no se haya tirado un pedo en el regazo de su marido”.

También sabemos que las primeras comedias en la Antigüedad, trataban sobre obscenidades, infidelidades, vulgaridades populacheras. Así que es parte del diseño humano. ¿Falta de educación? ¿De cultura? ¿De refinamiento social? ¿O necesidad? ¿Predestinación? Decídalo usted, amiga o amigo lector.

El filósofo argentino-español Mario Satz, tiene una mirada más elevada sobre este aspecto:

“¿Quién dudaría en considerar, a estas alturas, al humor y a la risa como “limpiadores sociales” de primer orden? Bastaría observar hasta qué punto un alto porcentaje de nuestros chistes tienen que ver con lo escatológico, con lo excrementicio, con la vida privada de nuestros esfínteres para acreditar, en los humoristas, aquello que en la sangre realiza el sistema venoso. Sabemos que, fuera de sus vasos, la sangre se coagula, es decir se detiene. Por eso mismo y en oposición a ellos, el buen humor, el gran y noble humor debe ser incruento y piadoso y no paralizar a sus oyentes causándoles pánico o disgusto. Su emblema será el principio del placer, la gracia del bienestar. ("Las vocales de la risa". Editorial Miraguano. 2001. P, 21).

En otras palabras, todo lo que de placer después de sufrir, es bien recibido por el ser humano. Es decir, aguantar un gas en nuestro interior, no poder defecar o hacerlo mucho, dificultad para hacer bien el amor o no poder hacerlo, o cualquier relacionada con lo anterior, o con las partes del cuerpo involucradas. Todo eso si se menciona o sugiere en la vida cotidiana y más en un escenario, libro, dibujo, película, o cualquier manifestación artística, produce risa segura. Porque son cosas no tan graves como la muerte o estar cerca de ella; por ejemplo, padecer de cáncer, sida, esclerosis, alguna dura discapacidad, etc. Ahí cuesta más reírse de eso, porque la lástima al ver a uno mismo o a algún ser querido padeciendo eso o muriendo, inhibe la risa. Pero algo menos trascendental es placentero que venga la risa a "aliviar". A lo anterior se le suma el tema tabú. Desde niños no nos dejan decir malas palabras, como peo, culo, mierda, etc. Entonces que alguien las diga en público nos provoca mucha risa, porque estamos participando en la rebeldía contra una formalidad autoritaria. Y no perdamos de vista que esas necesidades fisiológicas, de reproducción, etc., pertenecen a todo ser humano, nos iguala. En sudar, orinar, defecar, vomitar, eyacular, etc., no hay clases diferentes, todos hacemos lo mismo, por lo tanto, da placer también por ese lado.

Este asunto lo abordó el crítico literario, teórico y filósofo ruso Mijail Bajtín (1895 -1975), con su investigación de la cultura popular.

Él es una figura fundamental, para el que como yo, estudia la Historia del Humor. Especialmente si nos interesa esta inclinación del ser humano a reírsede algo “tan bajo”, como hemos visto. Ojo: a mí me da risa también esas "cochinadas", porque me considero un ser humano como otro cualquiera, obvio. No piense usted, querido lector o lectora, que me las doy de elitista en ese sentido. Lo importante es dónde, cuándo y cómo usar ese gustopopulachero en nuestras rutinas humorísticas.

Veamos por encimita parte de la historia de los festejos populares, como el carnaval, donde este tipo de humor tomó auge. Según muchos entendidos, el origen del carnaval se remonta a la antigüedad y existen algunas evidencias de que el pueblo sumerio ya realizaba este tipo de festejos hace 5.000 años. También puede decirse que sus raíces están en las fiestas paganas que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del toro Apis en Egipto. En opinión de los historiadores, después se expandió esta costumbre por toda Europa y los navegantes españoles y portugueses, a partir del siglo XV, la llevaron a América. Ya en estas tierras se fusionaron con las antiguas celebracionesandinas y las de origen africano, que trajeron consigo los negros esclavos. Ojo: todas esta fiestas se relacionan con las borracheras, los banquetes, el baile y el sexo desenfrenado.

Pero detengámonos en los comienzos de la Edad Media, cuando la Iglesia Católica propuso oficializar el carnaval. ¿Objetivo? Que el pueblo hiciera catarsis para que entrara “más preparado” al período de cuarentena destinado a la abstinencia, recogimiento y el ayuno, más oraciones, penitencias, etcétera.

No hay que añadir nada más para entender la necesidad, la importancia del carnaval para un pueblo. Fiesta esencialmente popular entonces. Fiesta con libertad, nos dice Bajtin. Imagínese entonces cuando la Iglesia abrió esa compuerta en la Edad Media. ¿Saben ustedes cuáles eran una de las mayores diversiones en ese entonces? Representar obras teatrales en plazas al aire libre, donde lo grotesco y vulgar imperaba en cada argumento. Una de las actividades favoritas era crear un muñecón con la figura de una autoridad, incluso eclesiástica, y como todo estaba permitido, hacían desfilar por las calles a ese muñecón, mientras el populacho le lanzaba orines y excrementos.

Con el Renacimiento y la importancia de las artes, después con la oficialización de la educación, etc., el ser humano comenzó a darle más relevancia a cosas más “intelectuales”, como juego de palabras, asociaciones de ideas, la inteligente ironía, etc.. Es decir, comenzó a darle importancia a reír para hacer pensar, para elevar el espíritu, pero sin dejar de reír de lo escatológico, de lo vulgar, de los grosero, por supuesto, ya que nunca dejamos de ser humanos, ¿no es cierto? Sin embargo, arrinconamos esa risapara disfrutar de ella solo en ciertos momentos y lugares.

¿Significa que se debe prohibir el uso de palabras obscenas, por ejemplo, en las obras artísticas? ¡No! Porque si aportan al mensaje, al argumento, si están bien justificadas, si no agreden, por supuetso que son bienvenidas.

Lo que sucede es que los humoristas usan y abusan de ellas para obtener esa risa de bajo nivel, por ser risa garantizada, por ser éxito seguro en sus obras, poniendo de nuevo ese humor en primera línea, por encima del fino, del inteligente, del que hace pensar, del que nos eleva el espíritu. Esos humoristas que buscan la risa fácil deben hacerlo en ciertos espacios (centros nocturnos, o en momentos festivos, con alto nivel de alcohol, sin niños presentes, etc., etc.). Pero, lamentablemente lo hacen en eventos culturales, artísticos y hasta masivos. En fin, involucionamos.

Ahora, ¿tienen derecho a hacerlo donde les de la gana? Claro que sí. Si las autoridades del lugar o del medio de comunicación se lo permiten. Porque así son las reglas de la libertad de expresión. Y los que se sientan ofendidos, agredidos, irrespetados, también tienen derecho a demandar a ese humoristasegún las leyes. Así se comporta uno en democracia.

¿Pero qué podría suceder? Que si los ofendidos por esas vulgaridades, obscenidades y groserías demandan y demandan y no castigan a los humoristas, entonces ellos tratarán de convencer a los políticos para que cambien las leyes, con el objetivo de que sus demandan funcionen.

Eso es fácil que ocurra, claro, pero ojo, podríamos llegar al extremo de las dictaduras, en que reducen al mínimo los temas para hacer humor y así las libertades se acotan hasta desaparecer.

Entonces, como en todo, siempre hay que buscar el equilibrio ideal. Aunque por favor, pase lo que pase, jamás pongamos en juego la libertad de expresión.

¿Cómo combatir ese tipo de humor que en vez de beneficiarnos, sobre todo a los niños, hace que nos volvamos más primitivos? Cuando un humoristaexplota ese facilismo de mal gusto, cambiemos el canal o el dial; no leamos el libro, la revista; no visitemos ese sitio web; no asistamos a los teatros o escenarios donde se presentan, etc.. Entonces los responsables de programarlos o de publicarlos no lo harán porque saben que les bajará el “rating”. Y los periodistas ignorantes o mediocres no los ensalzarán más. De esa manera dichos humoristas tendrán que cambiar sus rutinas o mantenerse en sus sitios, donde hay un público que disfruta de ese humor tan básico y elemental como cualquier necesidad fisiológica.

 

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Primero de mayo

aa_1.jpegPara el que no lo sepa, se celebra el Día del Trabajador el 1 de mayo, porque ese día hubo una huelga y protestas de obreros en E.U., reclamando por una jornada de 8 horas, lo que para nosotros ahora es algo obvio. Pero en 1886 los empresarios y los conservadores se opusieron, incluso dando órdenes de dispararle a los trabajadores que protestaban, etc. Así que no es un problema de que esos obreros querían el comunismo. Solo deseaban los derechos que ahora nosotros disfrutamos. Aclaro estos datos históricos, porque siempre los extremos se nutren de la ignorancia.

Por ejemplo, los comunistas y extrema izquierda en general se han tomado para sí la fecha y con eso lograr así agitar sus banderas como si de verdad defendieran a los trabajadores, cuando sabemos que al llegar al poder los aplastan y reprimen, anulándoles los derechos.

Y la extrema derecha, en su burbuja conservadora, aun siguen con el mismo egoísmo y prepotencia, y con los mismos miedos a los cambios, al progreso y a la libertad valórica del ser humano. Y por tener esa actitud tan cavernícola le dejan el campo libre al otro extremo para que se adueñen de la defensa de los trabajadores en este caso (porque sucede en todo).

Por tal motivo vemos que en varios países no celebran este Día. Es increíble.

Desde aquí mi saludo cariñoso a todos los trabajadores del mundo, incluyendo a los independientes como yo. En fin, felicitaciones a todos los que realmente producen cosas materiales, como a los que realmente realizan servicios, como a los que realmente son artistas e intelectuales, porque todos somos imprescindibles en esta vida y todos debemos tener los mismos derechos y deberes. 
Gracias.

 

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