Artículos articulados

La contundente, pero discutible experiencia que viví en Haití

 

m.pngReflexiones sobre las desgracias de una tierra olvidada por nuestros dioses y hasta por nuestros diablos.

 

Decidí viajar urgente a Haití al darme cuenta de que terminaron las elecciones sin cataclismos como fueron el Huracán Matthew y el cólera últimamente.

No es fácil comentar sobre ese país, donde casi todo está dicho (aunque no oído). Mi primera pregunta al llegar fue: ¿los haitianos se merecen tantas calamidades como la conquista española, la esclavitud, los filibusteros franceses y la colonización gala, guerras de independencia y guerra entre mulatos y negros, política de E.U., deforestación, dictaduras, pobreza, emigraciones, los Duvalier, sida, huracanes frecuentes, devastadores terremotos y hasta epidemias de cólera? Respuesta a tan larga pregunta es: claro que no, no se lo merecen. Los haitianos –por lo general-. son gente noble, amable, humilde y alegre, que ya han sufrido demasiado.

Eslóganes y consignas

n.jpegDesde niño me bombardearon con consignas y eslóganes. En la formación antes de entrar a clase, cada vez que entraba un adulto a clase, en los frecuenctes actos políticos en la escuela o donde nos llevaban, en las reuniones de los vecinos de la cuadra, por la radio, por la televisión, por los altavoces en cualquier parte, en diarios, revistas, folletos, cuadernos, letreros, vallas, pancartas, afiches, volantes, en el baño (no había papel higiénico y se sustituía por diarios) y un largo etcétera.

Salir del closet

o.jpeg“Salir del closet” es una frase de moda. Yo no la entiendo mucho, porque no sé por qué es necesario estar escondido dentro de un closet, para poder o no salir después y decir la verdad sobre su condición sexual. ¿A quién le importa los gustos sexuales de otros? Mientras no nos afecte de alguna manera, nos debe dar igual si fulano se enamoró de un camarón o si tiene sexo con un búcaro, ¿no es cierto? Pero volviendo al tema, ¿por qué “salir del closet” y no es salir de una bodega, o de un bunker, o simplemente de un hueco, para estar más acorde? ¿Será que en el closet está la ropa y como dicen por ahí son muchos los diseñadores de ropa que son gays?

Líderes del transporte público

p.jpeg¿No es extraño que en cualquier país latinoamericano los choferes del transporte público urbano tengan las mismas características al manejar sus vehículos (ya sean "micros", "guaguas", "colectivos", "camiones", etc., según como se le llaman en cada pueblo de este continente)? ¿Y se han fijado que todos manejan igual y hacen las mismas "travesuras" en las calles? ¿Han observado cómo casi todos tienen decorado su espacio?
Lo adornan con los mismos  corazones, bordados, "pompones" y crucifijos; las mismas frases, fotos, postales y estampitas. ¿Y si esos objetos responden a un misterioso código? ¿Y si cada adornito tiene un segundo significado que encaja en un ritual desconocido? ¿Y si los choferes de transporte público urbano forman una especie de confraternidad, un tipo de masonería o de secta tenebrosa?

Dictaduras

q.jpegUn profesor que le dice a sus alumnos: “saquen cuadernos y lápices para un dictado”. Y a continuación les dicta un texto, ¿se convierte en un dictador? Me parece que sí. Pero sobre todo si les grita, los amenaza, los castiga, o los deja tomando dictado por horas y horas. No importa si lo hace por disfrutar el poder o si en el fondo tiene buenas intenciones, pensando que así aprenden mejor los niños. No importa: ¡convirtió esa clase en una dictadura! Y las dictaduras son malas. No existen “dictablandas”, ni de izquierda, ni de derecha, ni amidextras. Por eso las autoridades de las escuelas deben estar al tanto de los dictadores para expulsarlos… Aunque muchas autoridades no siempre son decentes y éticas, demostrando doble moral al decir que están en contra de las dictaduras y en la práctica en realidad las apoyan.

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