Estudiando el humor

En rigor humortis: "Los humoristas y la política"

gana.pngLa definición de humor que más abunda es: “Humor es el que hago, digo o el me gusta a mí; no el que hace, dice o le gusta a otro”.

Muchos “opinólogos” definen el humor de esa manera, incluso sin darse cuenta. Sobre todo los que defienden ese humor crítico, ácido, bien burlón, sarcástico, agresivo, ofensivo y hasta humillante. Y por supuesto, poniéndoles nombres y apellidos a las víctimas de sus burlas.

Por ello necesito aclarar (y aclararme) sobre este asunto.

¿Ese humor que acabo de describir es válido? Bueno, primero hay que saber si lo que se hace es realmente humor. Porque muchas veces se confunden los conceptos a causa de la risa y los aplausos, como ya he señalado en otros textos. Existen humoristas que hacen reír y no hacen humor.

En rigor humortis: "¿Las personas más sinceras tienen menor sentido del humor?"

inceras.pngMe entretuve leyendo la traducción de un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology. Se trata de una investigación dirigida por los profesionales Kai Chi Yam y Christopher Barnes de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos.

Supe que ellos escogieron a un grupo de cien personas a las que se les pidió que evaluaran chistes y que, de acuerdo a éstos, dieran a conocer sus opiniones de la forma más sincera posible.

¿Cuál fue el resultado? Aquellas personas que se mostraron más sinceras, presentaban menor sentido del humor, aseguraron los investigadores. Al leer aquello enseguida me pregunté: ¿significa que mientras más hipócrita y deshonesto es alguien, mayor sentido del humor tiene?

En rigor humortis: "El humor político es de izquierda o de derecha"

1_0.pngLos políticos de derecha y sus simpatizantes, piensan que los humoristas son de izquierda, porque se ríen de sus posiciones conservadoras ante el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual y otros conceptos por el estilo; o porque defienden las posiciones de poder de empresarios corruptos y discriminadores, o de la rígida y retrógrada religión, etcétera.

Pero las cosas han cambiado y los políticos de izquierda y sus simpatizantes, ahora ven asombrados que son víctimas de la risa también, porque la corrupción los alcanzó públicamente o porque ahora son más totalitaristas, por ejemplo.

En rigor humortis: "La sátira contra el poder"

captura_de_pantalla_2021-04-01_a_las_6.05.32_p.m.pngNuestros satíricos conocen de lo que son capaces los políticos que se convierten (quizás un viernes a las doce de la noche con luna llena) en dictadores. Y en cuanto lo hacen, con toda sus energías se defienden del "peligroso" humor. Sabemos que ponen a sus fuerzas de seguridad a rastrear chistes sediciosos, donde ellos aparecen como protagonistas, o donde “atacan” sus perfectas y patrióticas acciones. Sabemos que los dictadores y totalitaris-tas (sean del color político que sean) prohíben hasta que los humoristas gráficos publiquen las caricatu-ras personales que les hacen, y que obligan sólo a ser públicos los chistes que critican “al cruel enemigo”, y así un largo etcétera.

Interesantísima investigación

descarga_37.jpegUn humorista en escena, o a través de una caricatura, hace una gracia sobre la corrupción que se le descubrió a un determinado político y enseguida la gente capta el chiste, ríe y hasta aplaude.

Sucede también cuando el humorista (escénico, gráfico, etc.) hace una gracia sobre el sexo. La gente ríe de inmediato. Y más si lo hace con obscenidades, vulgaridades, groserías. Éxito seguro.

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