Estudiando el humor

Humor: ¿por dentro o por fuera?

descarga_2_6.jpeg¿Qué será más importante y necesario: una caricatura fea, con una línea mediocre, con un estilo bien comercial, de mal gusto, pero con un mensaje potente; es decir, con un contenido de peso, que haga pensar, o una caricatura preciosa, impecable en su línea, composición, textura, etc., pero su contenido sea de humor blanco?

¿Qué será más importante y necesario: que alguien se suba a un escenario sin tener vis cómica, sin saber nada del lenguaje actoral, del lenguaje escénico, incluso usando palabras obscenas, pero dice cosas potentes, expresa un mensaje con un contenido de peso, que haga pensar, o una presentación escénica de alguien con vis cómica, con dominio de los lenguajes actorales y teatrales, con ingenioso guión, pero solo con el objetivo de hacer humor blanco?

Un con-sentido del humor

pepe-pelayo.jpgEsta es una experiencia personal. La formación del mi sentido del humor.

El objetivo de redactar estas líneas es provocarle a usted una reflexión sobre este asunto. Hacerle recordar sus vivencias al respecto. Todo para remarcar la importancia que tiene apoyar la formación del sentido del humor en nuestros niños. Y pensar qué hacemos mal o bien. Quizás sin querer estamos reprimiendo su desarrollo. Pero sobre todo qué podemos hacer, repito, para facilitar su formación.

Este es mi caso.

No habré sido un niño carismático, pero sí asmático desde mi primer año de edad. Razón para tener una madre sobreprotectora, la cual me obligaba a jugar la mayor parte del tiempo en casa, porque en la calle, en los parques y plazas corría, transpiraba y entonces se me secaba la ropa encima, llegando la tos y faltándome el aire de inmediato. Eso, más la vocación de maestra y formadora de mi hermana -quince años mayor que yo-, facilitó mucho mi acercamiento a los libros y la lectura.

¿Por qué teorizar sobre el humor?

descarga_1_2.jpegSi nos decidimos a publicar esta reflexión, es para mejorarle el camino a los que intentan estudiar los conceptos que consideramos fundamentales para entender los fenómenos principales del humor y la comicidad. No pretendemos ser exhaustivos ―lo cual es casi imposible en un terreno tan amplio― ni definitivos ―imposible también en este terreno, donde campean la subjetividad y un amplísimo espectro de criterios y enfoques, a veces demasiado estrechos o acotados, y otros tan amplios que resultan difusos.

Lo cual es comprensible en una materia que atañe a la naturaleza del ser humano pero que no comenzó a ser observada, pensada y estudiada de modo sistemático hasta fechas recientes.

El humorista (No. 8). "Cómicos callejeros"

humoristas-callejeros-peruanos_0.jpgRecién leí un artículo sobre "los cómicos callejeros peruanos", a razón de muchas críticas que esos artistas han recibido por las redes sociales.

Se les acusa de que  insultan y ridiculizan a quienes no les dan dinero en sus prestaciones; de incitar a la violencia contra la mujer; de denigrar a los migrantes venezolanos y de hacer un humor vulgar, entre otras cosas.

Ellos se defienden alegando que su oficio es parte de la gran tradición oral del Perú, que hacen esas intervenciones callejeras y ese humor para personas que no pueden pagar cines, teatros u otros tipos de shows, en los que además, si fuesen, no se sentirían representados.

El humorista (No. 7). "Y el mal uso del stand up comedy"

stand-up.jpgVoy a comenzar por algo obvio, pero necesario para esta reflexión. Clasificaré según subjetivos y debatibles criterios de calidad. Por ejemplo, las obras artísticas pueden ser:

1-Buenas, incluyendo las excelentes, las “obras maestras”.

2-Regulares, incluyendo  las “más o menos”, las que “pasan raspando”, las aceptables”.

3-Malas, incluyendo las mediocres, las pésimas y las que ni siquiera clasifican como arte, aunque los autores creen que sí.

Entonces vayamos al humor. ¿Es un arte? Hay dudas. Pero de lo que sí estoy seguro es que es “parásito”; es decir, solo puede existir dentro de otro arte o medio de comunicación. El humor se manifiesta en el teatro, el cine, la TV, la radio, la música, la danza, la literatura, la plástica, etc.. Se expresa con un lenguaje propio, pero obligatoriamente utilizando el lenguaje de otra expresión.

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