SUBE EL TELÓN. ESTÁ ENCENDIDO SÓLO UN ÁREA EN EL CENTRO DEL ESCENARIO. DOS HOMBRES ESTÁN SENTADOS DE FRENTE AL PÚBLICO. AMBOS VISTEN COMO CARDENALES DE LA CURIA ROMANA.
Cardenal 1: ...Pues a mí no. Yo prefiero el humor verde, el negro... ¡y el púrpura! Ja, ja, ja...
Cardenal 2: Dije humo blanco, Monseñor, no humor blanco. Dije que todos querían hoy el humo blanco.
Cardenal 1: ¡Ah!... Pues eso será difícil de conseguir en este Cónclave.
Cardenal 2: Es lo que yo digo. El Cardenal Mezzati y el Cardenal Edina están emparejados.
Cardenal 1: ¿Se comprometieron?
Cardenal 2: No, digo que en la votación van parejos.
Cardenal 1: ¡Ah!... ¿Entonces el que consiga un voto gana?
Cardenal 2: No, no se trata del 50% más uno. Se necesitan dos tercios.
Cardenal 1: No presumas de matemático, hijo mío. Sé un poco más humilde ante Dios y los hombres.
Cardenal 2: Es que no se requiere la mitad de la Curia, Monseñor, se necesita el 66,3% de los votos.
Cardenal 1: ¿Y cuál es el Cardenal cuyo voto vale 0,3%?
Cardenal 2: Todo tenemos un voto.
Cardenal 1: ¡Ah, no! ¡Yo tengo dos! El de pobreza y el de celibato.