Humor y libros

El humor y literatura infantil (No. 10). El libro-álbum

sipo.jpgA los niños menores de seis años, es bueno estimularlos a conocer su entorno, de lo lejano, lo imaginario, a través de cuentos ilustrados, historietas fantásticas, leídas en voz alta.

Consumir los libros con historias muy breves, de poco texto -o ninguno a veces- y abundantes ilustraciones siempre, es fundamental para que los niños vayan decodificando la vida.

Dentro de ese tipo de libros está la historia ilustrada, donde el dibujante recrea lo descrito por el autor. Pero hay otro donde el autor relata la historia y el ilustrador cuenta paralelamente la misma historia a través de imágenes, y ambas narraciones se complementan. Por ello y por otras razones más, a esta variante se le llama libro-álbum. Este joven género hace un buen aporte a la motivación lectora, pero sólo si después se va guiando al lector hacia los libros de literatura infantil, porque el álbum ilustrado no es literatura.

El humor y literatura infantil (No. 11). El humor negro

lucia2.jpg“Si existe un humor blanco, debe existir —por afán de polaridad— un humornegro. Pero este concepto es más preciso. La negrura aquí, se supone, es de conciencia, ya que se juega con una aparente insensibilidad del humor y del humorista, pues se trata de reírse de lo que normalmente causaría lástima, ternura o compasión. Implica por tanto una crueldad que, aplicada a ciertos casos reales, puede desembocar en el escarnio y el sarcasmo. Pero no hay que confundir humor negro con humor dañino. El humor negro es del todo válido para aprender a reír de cualquier cosa, para desdramatizar la vida, e incluso —si se emplea en un marco de relaciones positivas— puede ser sanador”. (Bienaventurado los que ríen. Pág. 155, autores Aramís Quintero y Pepe Pelayo, Editorial Humor Sapiens).

El humor y literatura infantil (No. 9). La broma

chuoa_4.jpgLa broma es un caso de burla que implica algún grado de preparación o engaño. Se divide en dos fases: elaboración previa y realización. Como toda burla, todo está bien hasta que la víctima deja de hacerle gracia y la comienza a clasificar de “pesada”, producto de un gusto discutible o de velada o abierta animadversión del bromista.

La broma es clasificada como infantil, si es elaborada por niños. Por lo tanto, el adulto debe estar bien pendiente, ya que a los niños se “les va la mano” muchas veces, llegando a causarle daño a la víctima sin darse cuenta. Sin embargo, cuando hay ingenio, buen sentido del humor y predomina la inocencia, la broma es una herramienta importante dentro del humor.

Esos son los principales aspectos que usted debe evaluar al estar ante un libro de humor que use la broma. Nosotros la hemos utilizado en varias oportunidades y con buena aceptación, según los comentarios que hemos recibido de los pequeños lectores.

El humor y literatura infantil (No. 8). ¿El humor didáctico?

pepito4_2.jpgCualquiera se puede asustar con ese título. Es que el humor didáctico casi siempre es horroroso y poco elaborado dentro de la literatura y los libros para niños en general. Nos referimos a las aborrecidas “moralejas”, “los mensajes”, “los valores”, “las enseñanzas”, que lamentablemente muchos adultos quieren que aparezcan explícitos en los libros infantiles.

Pero quisimos dejar así este subtítulo, sólo para destacar la intención velada que tienen detrás ciertos libros, hechos para utilizar el humor como gancho introductorio de “un didactismo”. En el punto “Teatro”, en estas apreciaciones del humor, ya se vio en el libro Sube el telón de Pepito cómo se aborda este “didactismo”. En otras palabras el objetivo es, además de entretener con humor, que en ese caso los niños conocieran el teatro y se acercaran a él. Esa es la idea de “humor didáctico” del título, para que todos respiremos hondo.

El humor y literatura infantil (No. 7). Los diálogos

pepito7_0.jpgDentro de muchas situaciones aparecen los diálogos. Incluso hay diálogos que pueden ser una situación. Son muy fáciles de leer, por lo que no es ningún trabajo darse cuenta si en ellos el autor ha canalizado correctamente su creación humorística. Por ser tan fáciles de leer, son muy apetecidos por los lectores infantiles.

Son varias las alternativas para introducir la comicidad en ellos.

Los diálogos son conversaciones, ideas y opiniones que intercambian entre sí dos o más personajes en una historia, no importa si son reales o imaginarios, humanos o son animales o cosas.

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