Textos en serio

"La falta de ignorancia", como decía mi abuela

gente-extra-tierra-plana171120173052-1511195612173.jpgEn Estados Unidos, solo el 66% de los adultos entre los 18 y los 24 años está convencido de que nuestro planeta es redondo, según un estudio publicado por la revista Forbes.
Poco más de la mitad (54 por ciento) de más de 53.000 personas entrevistadas en todo el mundo dijeron conocer el Holocausto judío cometido por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), según una encuesta reciente.
Con solo mencionar estos dos datos concretos, ya vemos que cualquier cosa es posible en este mundo. Ya no nos sorprenden las teorías de que el mundo se acaba en tal mes, de las afirmaciones de que la violencia y la revolución es la solución a los problemas sociales, o las fluctuantes “opiniones científicas” de que el huevo es bueno para la salud o malo para la salud, o de que alguien dice que habló con dios y de pronto lo siguen una pila de gente (secta), o de que está vivo un cantante muerto, etc., etc..

Migración, ¿un derecho humano?

ddhh-migrantes-portada.jpgComo no salí y terminé una serie en Netflix, y antes de saborear la lectura para dormir, me puse a pensar en un tema espinoso y muy de moda: la migración. Entonces se me ocurrió subir aquí mi breve reflexión, aunque sé que siendo sábado por la noche no la leerá ni los serenos, ni los murciélagos.

Resulta que leí en las redes sociales a un izquierdista afirmando que para la derecha la migración no es un derecho humano, porque no quieren admitir en su país a los pobres, ni siquiera porque se enamoró por Internet de una extranjera, ni porque tiene problemas en la piel y necesita vivir en un país frío, ni porque desea estudiar en el otro país, etc., etc., y por eso la izquierda, decía, defiende la migración como un derecho humano.

Día del migrante

fiestasnacionalespaises-2-97.jpg.jpegFui emigrante, por lo tanto inmigrante; es decir, migrante… mi-gran-te-mor es que la gente no sepa qué significa migrar. 
Emigré de Cuba e inmigré a Chile hace 29 años. Cuando era difícil para un cubano emigrar por el papeleo que te pedían. Fue difícil conseguir la visa de trabajo y después la temporaria. Fue difícil viajar a otros países como cubano. Por ejemplo, en esa época para ir a España, E. U., Paraguay, Panamá, Perú, México y me costó muchísimo. Incluso a Argentina si iba desde otro país que no fuera Chile.

En fin, que ser migrante no es agradable y ser emigrante cubano quizás un poco más (fue mi experiencia). 

Pueblos, sociedades, fronteras, democracias...

sin_titulo-1.jpgHe observado algunos debates en los muros de amigos y me he dado cuenta de que hay gente que no piensa como yo –como es lógico-, y otros que no piensan y solo repiten lo que han escuchado por ahí, o simplemente no saben, pero no saben quedarse callados.
Por lo tanto decidí dar algunas definiciones abordadas en esos foros, que aunque parezcan perogrulladas, creo que se necesita dejar claro. Ojo, son sólo mis opiniones, lo que significa que nada más léanlas, duden, analícenlas y ojalá lleguen a formarse sus propios criterios, aunque sean diferentes a lo que leyeron aquí.
Por ejemplo, yo pensaría mejor antes de usar el vocablo “pueblo”. Los malos políticos lo usan constantemente para respaldar sus intereses, pero sabemos que es falso. Yo prefiero decir “pueblo” cuando me refiero al pueblo mapuche, pueblo judío, pueblo maya, pueblo esquimal, pueblo celta, pueblo persa, etc., ya que lo siento como algo cultural.

Monumento a la quema de libros en Berlín

dqkcfkawoaehd9w.jpgEl arte y la cultura en general siempre son fuentes de miedo para los dictadores, por lo que una vez instalados en el poder hacen lo posible por deshacerse de esa "amenaza". Una de los hechos más frecuentes en sus "cruzadas" son las quemas de los libros, por supuesto, los libros que los cuestionan a ellos y sus discursos, pero también los que hacen pensar en general. Pensar distinto en una dictadura es pecado mortal.
En la foto, el último monumento inaugurado en Berlín por la quema de libros de los nazis. Curioso es ver entre esos libros el nombre de Günter Grass, relacionado en su juventud con las SS y el nombre de un autor de "la otra punta", como podría ser Karl Marx. Pero esto no extraño, ya que las dictaduras de derecha y de izquierda son dictaduras igual. Los extremos se unen.

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