Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
Información sobre mi teclado
Entranable lector o lectora:
A partir de este momento escribo este libro en un nuevo computador. Debo senalar que fue un regalo de mi senora. Cuando lo vi enseguida armé una fiesta al son de zamponas y castanuelas. Yo anoraba un nuevo computador. Sí, desde un ano, más o menos, un nino, el hijo de mi cunado, un ser de baja calana, como el padre, dueno de una personalidad maranera, como una pirana, una alimana, un ave de rapina, lleno de artimanas y patranas, rompió mi computador, lo hizo anicos y jamás me lo repusieron. Por lo que hasta aquí escribía en el computador de mi senora. !Mi sueno era tener uno propio y por ello ando risueno y con un alegre guino en mi rostro!
P.P.
P/D.- Perdón, pero le ttttttuve que cambiar el ttttteclado a mi computttttador nuevo, porque ese tttttteclado era en inglés y no tttttenía “ñ” y me tttttorttttturaba. El tttttema en esttttte instttttanttttte es que esttttte ttttteclado es uno antttttiguo que tttttenía mi mujer, pero lo botttttaré urgenttttte, porque la lettttttra “ttttt” se queda pegada…
OTRA P/D.- ¡Ahora sí! Fui y me compré un teclado made in usa, de uso, en la “feria de las pulgas” que se arma los domingos en la plaza, frente a mi casa, pero adaptado al castellano. Por lo que puedo –sin más inconvenientes- seguir escribiendo esta página… Pero, claro, después que aplique un insecticida, porque la casa se me llenó de pulgas.
Libro que recomiendo: "Historia Cómica de la Filosofía"
Es increíble mi amigo y colega Enrique Gallud Jardiel. Y agotador. Pero no porque produzca cansancio, al contrario. Lo que sucede es que es un creador que no se detiene nunca. Asombroso. Sólo sus pares pueden darse cuenta y admirar, realmente, ese vertiginoso proceso creativo en toda su magnitud.
Por ejemplo, Enrique siempre está publicando nuevos libros. Pero no solamente sobre su especialidad, la cultura india (historia o ficción), ¡Me impresiona más su producción humorística!
Aborda bajo ese lente la literatura, la historia, la pintura, el cine, etcétera, etcétera todo a través de la Historia de la Humanidad. En esta ocasión le tocó el turno a la filosofía. Barre entonces con los filósofos uno a uno a medida que surgen cronológicamente y así el lector va visualizando también la Historia de la Filosofía.
Sabemos que a la inmensa mayoría de las personas que habitan y han habitado este Planeta no les interesa la filosofía, porque no la entienden. Es un esfuerzo intelectual que nadie puede o quiere hacer. Entonces se agradece en el alma que este señor de la pluma y la risa te muestre todo ese mundo de manera comprensible.
Ilustro con un ejemplo ajeno a Enrique. Con mi Compañía Escénica “La Seña del Humor” en Cuba, en los años 80, teníamos una rutina donde interpretábamos en ritmo de bolero, con nuestra orquesta tropical, y con una letra satirizando las cebollentas letras de los típicos boleros populares, el reconocido Bolero del compositor Ravel. Pues en cierta ocasión, un digno representante de las más bajos estratos sociales de la Isla, me ve en la calle y me llama, mientras iluminaba la acera con su diente de oro: “Oye, compadre, estás comiendo basura (tonteando), porque ayer vi en la televisión como la Orquesta Sinfónica tocó “tarararararararará” (tarareó la melodía del Bolero de Ravel) y ni te mencionaron. ¡Ponte las pilas que están plagiando!”
Piensen si es bueno o malo que ese hombre haya conocido a Ravel a través de nuestro humor. Yo apuesto que es positivo, porque de lo contrario ni se hubiera enterado.
La satisfacción que siempre sentimos fue que el “vulgo” reía de los gags obvios, de la letra, lo que sucedía en la interpretación, etc. y los “cultos”, disfrutaban la idea, el arreglo, los matices, etcétera, más lo que gozaba el “vulgo”. Pero todos disfrutaban.
Con los libros de mi amigo Gallud siento que se repite ese fenómeno. Lo puede leer cualquiera, porque la carga de ironías, absurdos, sátiras, exageraciones, juegos de palabras, incongruencias y otras formas de hacer humor es tan abundante que resulta imposible no reír, aunque no sepas nada de la materia en cuestión. Y para los que conocen, doblemente hilarante.
Resumen. Recomiendo este libro (y todos los demás de Enrique), porque es un humorista literario de primer nivel y de consumo popular y elitista a la vez (algo difícil de conseguir).
Como siempre digo, soy un privilegiado por haber sido formado mi sentido del humor con la obra de su abuelo Enrique Jardiel Poncela y después ser amigo y contemporáneo de este extraordinario creador de humor e intelectual que es Enrique Gallud Jardiel.
Bolivia: una experiencia deontológica.
La hipoxia de una sempiterna autoridad muy sobre el nivel del mar.
Siempre me ha interesado Bolivia. Comenzando por lo curioso de su nombre, derivado de Bolívar (como Colombia de Colón, Bulgaria de Bulgari, Armenia de Armani, etc.). También por lo notable de estar compuesto por más de cuarenta pueblos originarios distintos. Sin contar la biodiversidad de su geografía y lo fascinante de su cultura en general.
No obstante, lo que me dio impulsó a visitarlo fue enterarme de que su presidente Evo Morales declaró estar buscando una fórmula para postular a las elecciones del 2019, a pesar de que fue derrotado en el referendo constitucional del año pasado, donde quería su tercera reelección. Lo encontré insólito y me propuse entrevistarlo.
Llegué al aeropuerto de la ciudad de El Alto (4,150 metros de altura). Bajamos 500 metros y ya estábamos en La Paz. ¡La Capital más alta del mundo!
Enseguida me dirigí al Palacio de Gobierno, llamado Palacio Quemado, curiosamente nombrado así porque se quemó en 1875 (algo que no es de extrañar al ser un hecho repetido en La Historia. Por ejemplo, en Granada a uno se le llamó Palacio de la Alhambra porque se alhambró en acciones defensivas; en Londres a uno se le llamó Palacio de Buckingham porque se buckinghamó, con los enredos de la monarquía, etc.). En la sede del Gobierno me dijeron que Evo no estaba, así que aproveché para conocer este precioso país.
Fui directo al lago Titicaca. ¡El lago navegable más alto del mundo!
Allí me sucedió una cosa muy singular. Y digo singular porque me sucedió una sola vez. Es un fenómeno que se llama “caerse al cielo”. Uno se acuesta bocarriba en el césped y mira fijamente las nubes (que las tienes muy cerquita por la altura) y de repente te da la impresión de que “te caes hacia arriba”. Incluso, instintivamente uno se agarra de las yerbitas del pasto para sostenerse. Es algo increíble. Con eso y la coca que se da tanto en este país, te puedes “volar” todo el día si lo deseas.
Regresé a La Paz e insistí en mi entrevista. Tampoco estaba el hombre. Pensé que era porque andaba en Cuba. Dicen que se está tratando medicamente allá. Me dijeron que al repetir en sus discursos hasta el cansancio que Chile debe darle una salida al mar, ahora padece de una marformación congénita en la garganta.
Bueno, el caso es que al no tener nada qué hacer, revisé algunos de sus discursos en la Hemeroteca Nacional y encontré frases como estas: "Cuando voy a los pueblos, quedan todas las mujeres embarazadas y en sus barrigas dice Evo cumple"; "El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres"; “Casi todas las mujeres son inferiores a los hombres”; "En países como Puerto Rico y Cuba los indígenas prefirieron autosuicidarse antes que ser esclavos de los españoles" y “Nuestros antepasados lucharon contra el imperio romano”. No cito más, pero confieso que eran muchos más disparates por el estilo. Pensé que alguien que dijera esas cosas era un ignorante, pero no es así. No puede serlo cuando ese señor ha sido nombrado diez veces Doctor Honoris Causa por universidades de todo el planeta.
En esos días, por la gran altura sobre el nivel del mar, padecí de soroche, apunamiento, puna, mal de montaña, mal de páramo o mal de altura, como se le conoce indistintamente al malestar físico por la falta de oxígeno en el organismo. Es peligroso ese mal. No obstante, antes de irme de Bolivia visité el recién inaugurado Museo de la Revolución Democrática y Cultural en la localidad de Orinoca, a 400 kms. de La Paz, poblado donde casi no hay agua potable ni alcantarillado, y atónito vi que más bien era un museo en honor a Evo Morales. Sin dudas debería llamarse “Ego Morales”. ¡Costó más de siete millones de dólares! Se hizo por principios Morales, claro, pero no éticos.
En serio, el “mal de altura” es peligrosísimo.
La ironía. Una forma inteligente de hacer humor.
“Es pertinente preguntarse qué es la ironía cuando la empleamos regularmente sin tener certeza de su definición. La ironía es un caso de burla que consiste en expresar un reconocimiento o valoración que no corresponde a lo que a todas luces se piensa o se siente. Como se ve, implica siempre un trabajo más o menos destacado de la inteligencia racional. Puede variar mucho en el grado de disimulo, finura u obviedad, así como en el grado de complejidad intelectual. Depende de un determinado contexto para el cual se prepara o en el cual se improvisa. La intención de ironizar suele evidenciarse —cuando es oral— en el tono, pero puede también disimularse tras un tono neutro. En cualquier caso, si provoca la sonrisa de terceros es porque estos cuentan con determinada referencia o información que subyace a la ironía empleada, y ello establece una cierta complicidad”.
Hasta aquí la definición de ironía que elaboré junto al colega Aramís Quintero en el libro Bienaventurados los que ríen (Humor Sapiens Ediciones, Uruguay, 2006).
Pero me gustaría profundizar un poco más, con el objetivo de dejar bien en claro qué es la ironía, por su importancia dentro del estudio del humor y más allá, dentro de las relaciones humanas.
Comienzo por la aclaración de que si como estudioso del humor abordo la ironía es porque está dentro de la categoría de humor, obvio. Por lo tanto, no cabe dudas de que la ironía debe ser creada con el objetivo de hacer reír. Y, evidentemente, debo ubicarla en el universo de la burla. Pero en la burla que está dentro del humor (ojo, hay una burla que existe fuera de los límites del humor y produce risa también, lo que crea mucha confusión).
La aclaración es debido a que también existe una ironía dramática, usada hasta en las tragedias, además de la llamada ironía socrática, las cuales no estudio aquí, ya que sus objetivos finales no son provocar la risa.
Por otra parte, la fama negativa que tiene la ironía se debe a que deambula en la delgada línea entre la risa y la ofensa. La burla irónica puede hacer reír a la víctima si no es tan virulenta. Sólo cuando la víctima comienza a sufrir o a molestarse se producen las risas insanas.
La ironía depende mucho de la calidad y complejidad de la elaboración con que se concibe. Por ello es que se relaciona tanto con la inteligencia, mucho más que otros formatos de burlas humorísticas.
Sin dudas, mientras más información se tenga, mientras más cultura, más conocimientos, tanto en el creador como en los cómplices, se puede crear una ironía que produzca más sonrisas. Si la víctima carece de información no se dará cuenta de que esta siendo burlada.
Históricamente se ha tergiversado mucho el concepto de ironía y a nivel popular se usa como una simple burla, llegando incluso a perder la característica en su significado de ser lo contrario de lo que se expresa, o de ser una sutil burla disimulada. Se le confunde con simples incongruencias y hasta con el concepto de ilógico. Por ejemplo, hemos visto cómo se califica la frase "El río corre, pero no tiene pies" como una ironía, cuando no se relaciona en nada con su verdadero significado. Otras veces se le asocia como algo muy bajo, o agresivo, usándose solo para herir o humillar.
También es frecuente escuchar o leer frases como: "la ironía del destino", "la ironía de la vida", etc. Por ejemplo, si uno ha querido algo toda la vida y nunca lo ha logrado y de repente lo consigue casi al final de su vida, eso se considera "ironía", ¿pero eso produce risa o placer? Claro que no. Incluso produce lo opuesto, lástima, tristeza o hasta enojo. Por lo tanto llamarle ironía no sería apropiado si estoy hablando de humor. Claramente no emprenderé la cándida tarea de cambiar o rectificar el lenguaje popular, sin embargo, sí me sirve para entender el concepto en su estudio.
Debo también tener presente, analizando cada concepto de la teoría del humor, que la ironía, si se produce con mucha carga de burla, es muy fácil que se convierta en sarcasmo e incluso en escarnio, ambos conceptos ya en las fronteras del humor.
Y por otro lado, si la comparo con la parodia, veo que es todo lo contrario en cuanto a forma, porque la parodia se burla directamente de la víctima, de frente y sin rodeos. No con el disimulo de la ironía.
La sátira es una burla con intención crítica, de juicio. No es necesariamente el objetivo de la ironía.
En fin, que la ironía es una forma única y de claros límites, sin embargo, es uno de los conceptos que más se confunde en la vida diaria, como decía.
Cierro esta reflexión con algunos ejemplos correctos de ironías muy usados:
* “Hoy te lo comiste todo, ¡para variar!”… (En realidad siempre se lo come todo).
* “Una de las virtudes que más me gusta de ti es la puntualidad”… (En realidad siempre llega tarde).
* “¡Qué peinado más lindo traes!”… (En realidad está totalmente despeinado).
* “¡Qué dura es la vida!”… (En realidad se le dice a alguien que está sin hacer nada, o de vacaciones, etc.).
* “¡Mira, si no me lo dices no me doy cuenta!”… (En realidad se dice así cuando se escucha una cosa muy obvia).
Brasil: una ingesta de carnestolendas
De cómo en el Carnaval de Río una samba fluida puede convertirse en un baile etéreo.
Esta crónica debí escribirla en febrero pasado, al regresar de Brasil. Si no lo hice fue por el dolor de la pérdida de Raúl, mi mejor amigo. Aclaro, Raúl no murió, ni lo dejé en algún lugar y no lo encontré después. Digo lo perdí, porque no le hablé más, incluso hice algo peor: lo bloqueé y borré de mi Facebook.
Me explico. En febrero decidimos conocer Brasil, aprovechando la época del famosísimo carnaval.
Brasil es muy singular. Tiene uno de los litorales más extensos del mundo y es bañado sólo por el Océano Atlántico. No tiene ni siquiera un mar importante como en otros países, exceptuando a Neymar, por supuesto.
Otra cosa interesante, los nombres de los brasileros son larguísimos, pero se conocen por una sola palabra. Ejemplos: Edson Arantes do Nascimento, es conocido como “Pelé”, también tienen largos nombres muchos políticos y son conocidos simplemente como “corruptos”. Sí, no hay ninguna “Lula” que son de “Temer” esos políticos.
Por supuesto, arribamos por la mítica ciudad de Río de Janeiro. Es impresionante ver el Cristo Redentor de treinta metros. Sólo un Cristo así de gigante puede multiplicar tantos panes como para formar el Pan de Azúcar, un morro de 400 metros de altura, otro símbolo de la ciudad.
¿Y qué decir de los riodejanerienses? Que quizás ese no sea el gentilicio. Pero sí son gentiles, claro. Al llegar al hotel nos recibieron con un típico trago de caipiriña. Para mí fue una caipiraña, porque sentí que me mordía la garganta. Pero a mi amigo Raúl le gustó y se tomó tres, devorando acto seguido varias feijoadas, el plato típico de Brasil, hecho que tendría graves repercusiones más tarde.
Esa misma noche fuimos a gozar del carnaval. No quise ir al sambódromo “Marquês de Sapucaí”. Pensé que sería mejor ir a un barrio popular aledaño. Comprando unas cervezas conocimos de casualidad a una garota (mujer) escultural, con altorrelieves bien resaltados. Piel de exquisito color café macchiato, sin crema. En fin, “la chica de Ipanema de mis sueños”. Salimos a caminar conversando, hasta que pasó frente a nosotros una comparsa bailando samba, obvio, y detrás de ellos millones de personas imitándolos, cuya coreografía consistía en un solo paso.
Era una especie de movimiento acompasado, realizado por esa masa indivisible, compacta. Ella quiso disfrutar de ese paso dentro de la congregación amazacotada y nos lanzamos a complacerla. No llevábamos ni dos minutos inmersos en aquel tumulto apretujado, avanzando casi en el aire, cuando sucedió. La comparsa se detuvo por algún motivo. La garota iba delante de mí, pegada deliciosamente a mi cuerpo y mi amigo Raúl casi flotaba a mi derecha.
De repente, una nube densa, viniendo de las profundidades con lentitud, pero expandiéndose cual Big Bang me llamó la atención. Fue el hedor más vehemente que he percibido en mi vida. Y no se podía huir de aquello al estar adheridos a aquella maciza turba. La gente comenzó a protestar, a insultar al causante del celaje infecto. Las mujeres gritaban histéricas, ya que eran de menor estatura y estaban más expuesta a esa filtración de las colonias de bacterias fermentadas y levaduras simbióticas. Algunas llegaron al mareo. Recuerdo a varios padres con sus brazos en alto, levantando a sus hijos por encima de la horda para que respiraran oxígeno más puro.
Mi garota, desesperada, me pidió un pañuelo para taparse la nariz y al comprobar que no tenía, le pedí el suyo a mi amigo Raúl y él, amablemente, lo extrajo del bolsillo trasero de su pantalón; bolsillo bien pegado a sus nalgas (irónicamente, “nalga” en portugués se dice “nádegas”). Cuando mi garota se puso el pañuelo en su cara se desmayó, evidenciando que no fue Ricardo Izecson dos Santos Leite, conocido como “Kaká”, sino mi amigo Raúl el responsable del ataque biológico. No se lo perdoné. Perdí a ambos.
Hoy sentí que ya había terminado mi duelo y decidí publicar esta crónica. Prometo continuarla porque volveré a Brasil. Me faltó conocer la parte del amazonas. He visitado varias veces a amazon.com pero no es igual.
Serie de Tv "Doctor Tuga"
Cuarto Capítulo: REMEDIO MILAGROSO.
Guión literario.-
Tuga terminó el sudocu, revisó la lista de pacientes y vio que le tocaba al señor Nicolás Camhi. Apretó el intercomuncador y esta vez esperó por la voz de su pareja-secretaria. Como no respondía, le habló él.
-¡Yésica! -pasaron unos segundos e insistió-.¡Yésica!
Iba a gritar cuando al fin le habló ella.
-¡Mi amor!
-¡No me digas así! ¿Dónde estabas?
-¡Perdón, Doctor Tuga! Ni te lo imaginas. Hay una señora aquí que dice sentirse muy mal. Cada vez le duele algo distinto y me tiene loca.
-Bueno, no te separes tanto del teléfono por sit e necesito.
-Tienes razón.
-Bueno, anda y llama al señor Nicolás Camhi, que le toca ahora.
-De acuerdo.
Tuga se recostó a esperar por el paciente. Sintió una molesta en la nariz y comenzó a hurguetear el huequito derecho con el dedo meñique de su mano derecha. Como no podia sacar al intruso, lo intentó con el meñique de su mano izquierda. Al frustrarse también la operación, se tapó el otro agujero con el dedo índice y sopló cuan fuerte pudo. El indeseable salió disparado hacia el espaldar de la silla del paciente y allí quedó adherido sin vergüenza alguna.
El Doctor Tuga se dio cuenta de lo que sucedería si en esos momentos entrara el paciente y con la rapidez que le permitía su lento andar, fue hasta allí y con una hoja del talonario de exámenes de sangre, tomó al bastardo y lo lanzó con cierto odio a la basura.
En ese instante retumbó la voz de Yésica en todo el recinto:
-¡Señora Karima Ponce! ¡Señora Karima Ponce! ¡Diríjase a la consulta número once! ¡Y no la llamo por Karima porque rima!
Héctor iba a regañar a Yésica por su versificación y por no llamar al paciente de turno como le ordenó, pero recordó lo que le había contado de la insoportable señora.
Ésta entró a la consulta con pasos cortos, como sufriendo por tener que desplazarse.
-¡Adelante!... Siéntese, por favor… Cuerpo y mente atiendo yo en esta consulta integral. Dígame qué se siente, Doña Karima.
-Tengo un dolor aquí, Doctor Tuga –dijo señalándose el hombro-. Bueno, en realidad más me duele aquí en ésta rodilla. Pero lo que más me afecta es el dolor de cabeza, aquí, detrás de la oreja.
-No se preocupe. Tómese un par de aspirinas y en un tiempito se le pasa, ya verá.
-¡Pero no, Doctor! Usted no entendió. ¡Siento dolor y quiero curame rápido!
-Bueno, existe otro tratamiento que la puede aliviar de inmediato. Es un remedio milagroso. ¿Lo quiere?
-¡Claro! ¡Eso es que deseo!
-Muy bien. Se lo escribo…
-Gracias, Doctor Tuga. Usted es una eminencia.
-Aquí lo tiene –el hombre alargó su mano para entregarle el papel.
-¿Esto? –se extrañó la mujer al leer.
-Así es. Ahí está el listado de los exámenes de sangre, de orina, de eses fecales, la radiografía y el escaner, cada uno con sus costos.
-Este… pues… Mire, Doctor, no sé si es casualidad o la influencia de su buena vibra, pero creo que se me está quitando bastante el dolor…
-¿No le dije que el remedio era milagroso?
¿Necesitamos hablar inglés para viajar?
¿Es mejor el inglés que el español? ¿Cuál se aprende más fácil? ¿Prefieres el spanglish o el inglisñol? ¿Son necesarias tantas preguntas para viajar?
Una amiga mía nunca había viajado fuera del país, por su miedo a sentirse más incomunicada que personaje de Antonioni al no saber inglés. Para persuadirla, le argumenté que he visitado bastantes países y nunca me ha hecho falta dominar otro idioma, aunque sí he tenido que “defenderme” en algunas ocasiones con lo básico del inglés aprendido en la enseñanza media, aunque hablándolo como Tarzán, claro. Al final la convencí de que es importante conocer el mundo. Eso sí, puso como condición estudiar inglés. Algunos alegan que se aprende más fácil que el español. Yo no estoy de acuerdo. Por ejemplo, el inglés carece de género en los sustantivos. “Teacher” es profesor y es profesora también. En otras palabras, el inglés no tiene sexo (ni escrito ni oral, algo bien frustrante para nosotros).
Otra cosa: es increíble que con todo el dinero que tienen para comprar los artículos que desean, sólo usan “the” para cubrir nuestros artículos “la, él, lo, las, los”. Por otro lado, para mí son muy lentos en reaccionar a causa de utilizar el adjetivo antes del sustantivo. Veamos, si alguien me dice en inglés: “eres un excelente…” (yo escucho hasta ahí y me predispongo a recibir un elogio, como que soy un excelente articulista, por ejemplo; sin embargo la frase completa podría terminar en: “eres un excelente estúpido”. Y todo por poner el adjetivo antes. En español sería al revés: “eres un estúpido…” Y ya da igual el adjetivo que venga después, yo reacciono más rápido y le despacho un bofetón en la sesera antes de que termine de hablar (disculpen, pero no me agrada la violencia psicológica).
Pero de verdad, no se trata de que si me gusta o no el inglés (no haré el chiste burdo de que las inglesas sí me gustan). Aunque es cierto que las lenguas romances son más tiernas (y no me refiero al efecto de los profundos besos de enamorados).
A pesar de mi criterio las autoridades nos obligan a hablar inglés. Ya están a punto de penalizar con cárcel quien no lo hable y es sólo para presumir de estar en el primer mundo, por supuesto. Incluso conozco gente que está esperando que Trump compre la RAE. ¡Supremacistas hay donde quiera!
Ya es un hecho que no funciona el esperanto. Por ello hay quien tiene puestas las esperantas en que funcione el esperanglish.
Pero para mí el espanglish es peor. ¡Terrible! Además, agrede más a la Trompa de mi ilustrado Eustaquio, porque es también el dialecto de personas ignorantes, que lo hablan para demostrar su “curtura”. Como el caso de mi amiga, que mientras avanzaba en sus estudios, de su boca emanaban con naturalidad las siguiente aberraciones:
Darling, ve al “gym” y sigue con tus “aerobics”, para que después hagas “training”, y “footing” por la tarde. Pero temprano, porque de ahí vamos de “shoping” a un “mall”, a comprar “tickets” para el “show” del “rockstar” ese que se presenta el week end, no sin antes comprar el “compact” y escucharlo mañana en el “hall” del “pub” al que siempre vamos, cuyo “discjokey” usa un “after shave” potente, haciéndolo así por “marketing”, según lo escribió su “manager” en un “mailing” que leí. Y recuerda que mañana de noche te espero en un “stand” de “fast food”, comiéndome un “roast-beef”, un chocolate “bitter” y un “yoghurt light” (me cuido como “top model”, y para eso me haré un “lifting”, ¿okey?).
¡Por favor! ¿Me vería cara de traductor de Google?
Volviendo al tema principal: según mi molesta opinión, para viajar da igual el idioma, no hay uno mejor que otro. La cosa es comunicarse aunque sea por señas.
Pongo el ejemplo del primer viaje de mi amiga. Cuando vio que no se podía comunicar en su hotel, me envió un “wasap” increíble. Yo le respondí también en un español puro, para tratar de mantener viva la riqueza de nuestra lengua. Como éste que le envío a usted ahora para despedirme:
T DCo 1 byo viaG en el Cgun2 CMs3
(Traducción: Te deseo un bello viaje en el segundo semestre).
Mini debate sobre el reconocido humor cubano de los años 80
Mi amigo Enrisco publicó en su blog y en FB un texto sobre el humor cubano y las variaciones de calidad que ha tenido desde el año 80 hacia nuestros días. Nos etiquetó a casi todos sus colegas para que lo leyéramos y comentáramos.
Así encuentro este primer comentario (sólo seleccioné algunos para que se pudiera entender mi participación):
Luis Casacó II: Muy buen racconto... Somos de la generación que disfrutó el mejor humor hecho en la Isla luego de la llegada del castrismo... Pero creo que todo comenzó con la visita de Les Luthiers y el impacto que causó entre los universitarios de entonces...
Y también señaló aquí el comentario del amigo y colega Ulises:
Ulises Toirac: Todo comenzó con Virulo. Les Luthier lo llevó a la estratósfera, pero no olvidar.
Y antes de entrar yo en el debate, me interesa mostrar aquí una respuesta de Enrisco:
Enrique Del Risco: Para mí Virulo era Dios cuando niño y en la primera peña que leí en publico fui invitado muy amablemente por él, pero el impacto y la huella de Les Luthiers fue mucho mayor. Sin el apoyo institucional del CNE poco se hubiera podido hacer, pero el tipo de humor que se hacía era muy distinto. Y Virulo muy generosamente lo entendió así: esa generación venía con un espíritu muy distinto.
Esto fue lo que comenté entonces.
Pepe Pelayo: No estoy de acuerdo con que la causa fundamental del surgimiento de aquel supuesto "movimiento" del nuevo humor cubano de los años 80 fuera la visita de Les Luthiers. Hay que agradecerle con el alma a Virulo, obvio, por el apoyo que nos dio a todos, pero mi visión de la razón del nacimiento de esa "belle epoque" del humor es otra.
Enrique Del Risco: Explíquese, porque no recuerdo otro grupo cubano (La Seña del Humor, mi grupo) que se le acercara más a la propuesta tan compleja de los argentinos. Y no hablo de imitación sino comunidad de espíritu.
Pepe Pelayo: No me es fácil explicarme por varias razones. Una, el humor que hacía Virulo y el Conjunto Nacional de Espectáculo no era lesluthesiano. Los textos que hacía Carlos Ruiz eran más rupturistas, como los artículos de Zumbado, así como las obras de algunos colegas del Dedeté. Cuando en 1983 Aramís, Moisés y yo, a través del novio de Zulema Cruz que era primo de Moisés, le llevamos a las oficinas del CNE a Virulo una pieza llamada "El Madrino" (parodia de la película El padrino), escrita "lesluthesianamente", éste, al leerla, nos aconsejó que la montáramos nosotros, porque no era el perfil del CNE. Esa noche Zulema nos llevó a casa de un amigo de ella, que después se hizo amigo nuestro, un socio que le decían "El Muppets", en el Vedado, que tenía un casete de cinta pegada por varias partes con scotch tape y nos mostró por primera vez a Les Luthiers. Nunca lo habíamos visto o escuchado. Fue algo increíble porque ahí estaba lo máximo del tipo de humor que nos gustaba y que ni siquiera estábamos seguro de que se podría hacer profesionalmente. Fue un gran impacto. Y por otro lado, sentir la decepción de saber que jamás íbamos a convencer a nadie -incluso ahora, después de 35 años sé que no se va a creer-, de que creamos ese tipo de humor sin conocer a Les Luthiers. En ese momento Aramís, Moisés y yo formábamos parte del grupo "Tubería de 1/2 pulgada" y publicábamos una página dominical del suplemento cultural "Yumurí" del periódico "Girón" en Matanzas. Y en enero del 84, al cumplir un año y celebrarlo, invitamos y fueron a Matanzas Virulo, Zumbado (que nos publicó un artículo en Bohemia), más Zulema Cruz y el difunto Eduardo Rómulo. Nosotros casi actuamos (ahora vendría ser una presentación casi al estilo stand up comedy, pero leyendo). Y Virulo y Zumbado nos volvieron a insistir que actuáramos nuestros textos, incluyendo a "El Madrino". Ese día nació La Seña del Humor de Matanzas. Hasta ese momento en escena solo estaba el CNE de Virulo (ese año, en su gran espectáculo "La esclava Vs El Árabe" habían dos números escritos por nosotros), más algunas cosas críticas que se hacía en Teatro Estudio (con Trompoloco, etc.) y en Teatro Musical, más las cosas aisladas en TV y los cuentachistes en centros nocturnos. Entonces, ese año 1984 aparecimos esporádicamente en TV y en las peñas de la Sala Atril, etc., con nuestro humor "lesluthesiano" y en 1985, con el apoyo y la dirección de Virulo, se estrenó en el Karl Marx "Jaguar you Claudio", escrito totalmente por nosotros y donde fue "oficialmente" nuestra "presentación en sociedad". A partir de ahí -según nuestro criterio-, los muchachos comienzan a ver ese tipo de humor bien rupturista y hecho por jóvenes recién graduados de diferentes carreras universitarias, que no estudiaron actuación y actuaban, que no eran profesionales de la comedia y la hacían y que provocaban risas entonces con algo tan cercano, tan "humano" y que ellos vieron que podían hacerlo, ¿por qué no? Y comenzaron a surgir los grupos escénicos. Fíjate que no digo a imagen y semejanza de La Seña, porque ninguno otro grupo optó por el formato de Compañía completa de nosotros, donde los actores hacían la música, el guión, diseñaban y dirigían todo ellos mismos, con formato de espectáculo, no de recitales. Surgieron según sus condiciones, Nos y Otros apoyados en sus textos, porque eran buenos escritores, Sala Manca apoyados en sus actuaciones porque eran troncos de actores, La Leña escribiendo y actuando según sus características, etc, etc. Y digo que surgieron después de la "aficionada" Seña, porque -repito, el CNE eran artistas profesionales, lejos del mundo aficionado de esos estudiantes universitarios o recién graduados. Y Tampoco quiero decir aquí que el supuesto "Movimiento" que surgió después de La Seña, llegó de la nada. Para mí se estaba incubando a causa de varias cosas como el declive del humor escénico y televisivo, las ganas de decir cosas nuevas, los universitarios que estudiaron carreras que no les gustaban, el débil porvenir que veían en sus carreras como profesionales, más la llegada de Virulo con su gente (Zumbado, Carlos Ruiz, etc.) y su interés por ayudar a esos aficionados, así que todo lo anterior y la chispa de La Seña que sirvió de ejemplo, destapó la olla del surgimiento de grupos y solistas que hizo que esos años 80 fueran extraordinarios en el humor. Esa fue la Historia que viví yo y que vivimos en La Seña y otros colegas de varios grupos. Por todo lo anterior es que afirmo que la llegada a Cuba de Les Luthiers no fue lo fundamental para el nacimiento de lo que se produjo en los años 80. Disculpa, Enrisco, por la extensión.
Enrique Del Risco: Muy bueno tu comentario. Me lo leí enterito, algo que me cuesta trabajo acá en FB. Incluso antes de saber quiénes eran Les Luthiers todos nos nutríamos de algo. Yo, por ejemplo, escribí en la Lenin parodias de “Galileo Galilei” de Bretch y cosas por el estilo y luego mandé algo al concurso Behmaras que no cogió nada y me acuerdo que mis referentes eran los hermanos Zucker (los de “¿Dónde está el piloto?”), Monthy Pyton, Zumbado, el propio Behmaras y claro que Virulo, pero de alguna manera todo eso nos empezaba a quedar chiquito. Sentíamos que había que hacer algo más y Les Luthiers (a quienes no vi cuando fueron a Cuba, como no vi ni “La esclava contra El Árabe”, ni “Jaguar you Claudio), ya eran un producto elaborado y completo que le abría caminos a muchas posibilidades. Y luego ver la Seña, Nos y Otros o La Leña, fue también tremendamente revelador. Pero por mucho que uno quiera agradecer a los precedentes, el movimiento del 80 era muy distinto a todo lo que se había hecho hasta entonces: en sentido escénico, en referencias, en la concepción del humor, en el sentido crítico, en una mayor libertad de todo tipo, etc.
Pepe Pelayo: Te dije que muchos no creen que hacíamos ese tipo de humor antes de conocer a Les Luthiers, pero es la verdad. Por eso mismo te creo que hacías lo mismo antes de conocerlos. Te diré más sobre eso: Daniel Rabinovich me dijo varias veces que les impactó mucho a ellos ver en Cuba a un grupito de provincia hacer un humor en su frecuencia. Fue cuando actuaron en la Sala Atril en una recepción que les brindó Virulo y que La Seña actuó después de ellos. Sobre estos temas hablamos mucho con Daniel y jamás me dijo que en tantas y tantas ciudades de América Latina y de España, donde ellos se han presentado, ha surgido una especie de "movimiento" o algo parecido como lo sucedido en Cuba. Por eso digo que pudo haber influido la visita de Les Luthiers, claro, pero no fue ni cerca lo más importante para que nacieran aquellos grupos en los 80. Ya dije lo que pienso al respecto.
Y se me olvida algo: en nuestra vida en el humor durante los años 80, tuvimos varios personajes en contra de lo que hacíamos y precisamente por el estilo "lesluthesiano" nuestro. Por ejemplo, el señor Enrique Nuñez Rodríguez cada vez que podía, se molestaba en decir en público que lo nuestro no servía porque no era "humor cubano". También nos criticó Silvio Rodríguez públicamente. Claro, esto último lo sentimos como un honor viniendo de ese señor. En cuanto Nuñez Rodríguez, fue presidente del jurado en el primer concurso de humor literario Juan Ángel Cardi (1990 ó 1991, no recuerdo) y el día de la premiación, en la Bienal de San Antonio, entregando los premios Armando Hart, Núñez Rodríguez iba abriendo los sobres y enterándose ahí mismo de los verdaderos nombres detrás de los seudónimos que él y los demás jurados premiaron y para su sorpresa, mención en cuento fue para la Seña (yo), mención en Poesía fue para la Seña (Pible), primer premio en artículo para la Seña (yo), compartido con otro artículo escrito por La Seña (Pible y yo), y primer premio en ensayo también para La Seña (Pible y yo). Con ver su cara premiando a los que criticaba por hacer humor "no cubano" me bastó para olvidarme del asunto.
Enrique Del Risco: El fenómeno Les Luthiers (del que me entero un poco tarde) influiría menos a la hora de hacer humor que en la confianza que le daba a uno en lo que estaba haciendo. Saber que había gente que estaba haciendo algo parecido a un nivel muy alto, muy bien acabado y encima tenían éxito. Eso me paso luego también con varios grupos cubanos con los que me identifiqué de inmediato. es un poco como lo que paso con Oscar D'Leon. No le enseñó a nadie a tocar música, pero les dio más confianza en el camino a seguir. Porque la verdad es que con poquísimas excepciones a nivel estético estábamos muy solos. Y sin hacerse el intelectual. Mi parodia de Bretch se llamaba "Galileo y el masarreal".
Enrique Del Risco: Y la verdad Pepe Pelayo, te agradezco muchísimo participar en este intercambio. Yo te veía haciendo de Roberto Roberto y me preguntaba "como puede?"
Pepe Pelayo: Estimado amigo, aún no tengo respuesta para ese punto de que si Les Luthiers se ha presentado en decenas y decenas de ciudades del mundo hispanoparlante y no ha provocado el surgimiento de tantos seguidores, ¿por qué sí sucedió en Cuba? Mi opinión sobre eso ya te la di, pero nadie está segeuro de nada.
Pepe Pelayo: Y el agradecido soy yo, por propiciar tú estos espacios de intercambios de opiniones sobre el humor, algo tan fundamental para mí, como sabes. Y que conste que la admiración es mutua (sin ningún rastro de guataquería, como dices).
No. 120
Isabelmepidióqueteentregaraestacarta/Mamáquierecomprarseunablusa/JuanesmejorquePedro/Yotengomuchahambre/Ellossenieganavenir/Nosotroscumplimoslasmetas/Nohaymaleenesoquehaces.
Únete a esta cadena de oraciones para que se mejore
el pobrecito lenguaje (oral y escrito) de estos tiempos.
Serie de Tv "Doctor Tuga"
Tercer Capítulo: LA CALIGRAFÍA.
Guión literario.-
Tuga escribió unas notas en el computador, pero no sólo se demoró por escribir con dos dedos, sino porque lo que le salía escrito en pantalla era para reírse. Por ejemplo, “Séyica” por “Yesica”. Él estaba conciente de que eso es un trastorno y tiene el nombre de disgrafía, pero no le dio importancia, ya que se lo achacó a su poquitín de apuro en escribir, para llamar urgente al próximo paciente. Y eso fue lo que hizo, prendiendo el intercomuncador.
-¡Yésica!
-¡Aquí, Yésica! ¡Cambio!
-¿Cómo?
-¡Sirena llamando a Tortuga! ¡Cambio!
-¿Qué es eso?
-Era por si querías cambiar algo.
-No entiendo.
-No me hagas caso, mi amor, todo esto para ponerle algo de misterio y tensión a este aburrimiento.
-¡No me digas mi amor, te he repetido ya mil veces! ¡Aquí eres mi secretaria!
-De acuerdo. ¿Cuál favor desea usted, Doctor Tuga?
-Quiero que llames urgente a la paciente Bernardita Torres.
-¡A sus órdenes! ¡Cambio!
Tuga se pasó la mano a la cara, como para desaparecer la impaciencia y lo hizo varias veces más al escuchar por el audio: “Señorita Bernardita Mayor… ¡Vaya volando con el doctor!”
-Hola –le dijo Tuga a la muchacha, señalándole la silla-. Yo atiendo el cuerpo y la mente, porque esto es una consulta integral, así que dime qué te sucede.
La jovencita se revolvió un poco en el asiento y no respondió.
-Cuéntame sin vergüenza, ¿por qué viniste a verme?... ¿No quieres hablar?... ¿No será que no puedes hablar? Mira, quizás te sea mejor escribirlo en vez de hablarlo. Así que escríbelo aquí...
Tuga sacó bien despacio de su escritorio un talonario de órdenes de exámenes en blanco y se lo puso delante, junto a un bolígrafo.
-Vamos, Bernardita, anota ahí por qué viniste a verme, o qué te sientes.
La joven escribió una línea y empujó el talonario hacia el Doctor Tuga. En el papel estaba escrito lo siguiente: “M100to psimo d la kbza Ke Ago”. Tuga la miró con extrañeza y leyó como pudo:
-“Meciento pesimo de la kabeza ke ago”… Oiga, jovencita, no es fácil leer lo que pusiste. ¿Por qué no escribes cómo se debe? -le dijo, devolviéndole el recetario a la chica.
Bernardita volvió a escribir sobre el papel. Al terminar casi lanzó el talonario hacia el Doctor Tuga, que tuvo que frenarlo en el borde de la mesa para que no cayera al suelo. El Doctor leyó lo siguiente: “i vos, doc? ¿Kién entiend los garabatos ke escrib en las rctas?” (o sea: “¿Y Ud., doctor? ¿Quién entiende los garabatos que escribe en las recetas?”).
Tuga cerró los ojos y suspiró. Puso ambas manos lentamente sobre el escritorio y apoyándose en ellas se irguió un poco, mirándola fijamente.
-¡Sevameiendoramismodaquí! –gritó con mala dicción.
La jovencita se levantó, lo miró con frescura y le hizo una mueca consistente en arrugar toda la cara, abriendo un poco la boca para mostar algo los dientes superiores, retirar lo más que pudo el labio inferior y la mandibula, oscilando la cabeza con movimientos rápidos.