Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
Libro que recomiendo: "Escritos birriosos"
Recuerdo esos años en mi ciudad natal de Matanzas, Cuba, cuando cursaba la Enseñanza Media, preuniversitaria, en que se ponían de moda ciertos autores entre varios de mis compañeros y nos sumergíamos en La Biblioteca Provincial a bucear entre aquellos enormes estantes para encontrar el libro de turno e intercambiarlo después por otro. Muchos escritores pasaron por esas “modas”, como Williams Somerset Maughan, Stefan Zweing, Charles Dickens, etcétera. Pero hubo uno en especial que me impactó mucho: Enrique Jardiel Poncela. Tan es así que me “acusan” con frecuencia de que mi forma de escribir recuerda bastante a la de ese humorista literario español. Por supuesto, tomo siempre esos comentarios como elogios.
Pues a partir del descubrimiento del primer libro de Jardiel Poncela (que fue “Espérame en Siberia, vida mía”) , en esa época juvenil, cada vez que encontraba una nueva obra de él, era una fiesta para mí y mis amigos.
Pues por increíble que parezca, a casi 50 años de aquello, vuelvo a vivir y sentir lo mismo. Pero ahora me sucede con su nieto el amigo Enrique Gallud Jardiel.
La diferencia es que mi vida se ha convertido en una frecuente celebración, porque el nieto es un máquina de crear y no para de publicar exquisitos libros de humor.
Esta vez se trata de “Escritos birriosos” y con una bajada de título: “Géneros literarios del tres al cuarto” (ver foto abajo).
Ya Gallud Jardiel tiene un sello propio. Lo comprobé escribiendo con él, a dos manos, el libro "La Ridícula Historia Universal" y leyendo ya unos cuantos de su producción.
Y lo afirmo, porque cualquier tema o argumento que él elija lo trata con el fino humor, la agridulce ironía, el juego de palabras, la sorpresiva asociación de ideas, la exageración, el leve absurdo, la agraciada parodia, el latigazo festivo de la sátira y todo enmarcado en la excelente forma de aire culto, a veces hasta de erudición, reflejando de verdad su cultura y su amor al buen arte, pero sabiendo siempre “despertarte” y “sacarte” de ese mundo con una palmadita chistosa.
Ya lo hemos visto desplegar su talento en campos como el cine, la historia, la filosofía, así que era obvio que abordando la literatura dentro de la literatura, una vez más nos regalaría este lujo de hacernos reír y pensar, algo que no todos pueden, como sabemos.
Gracias, Enrique Gallud Jardiel, por revivirme algunos lindos pasajes de mi historia personal.
Y gracias al que sea, o a lo que sea, por haber conocido y disfrutado tanto a estos dos grandes Jardieles.
Noticias de Chile
Para los que desconocen la noticia, un bus recorrerá Chile como parte de una campaña contra la diversidad de género y esas cosas. Obvio que es una iniciativa religiosa. Dicha noticia ha levantando roncha en otro sector de la sociedad e innumerables personas han hecho púbico su descontento en las redes sociales. Y hasta algunos se organizan ya para evitar el recorrido de alguna manera.
Yo, como libre pensador, estoy en total desacuerdo con el mensaje de ese bus. Yo apoyo la diversidad sexual, apoyo el derecho de los homosexuales, de los transexuales y de todas esas minorías.
Sin embargo, creo que en democracia los que opinan diferente a mí tienen derecho a expresarse también. Mientras no haya una incitación a la violencia o la provocación a dañar al ser humano, hay que respetar la libertad de expresión.
Cuando censuraron la película sobre Cristo en este país, he leído que mucha gente protestó, pero como estaban en dictadura, sin libertades, los chilenos se quedaron sin verla. Un crimen. Pues no se puede pagar con la misma moneda. No se combate las ideas con censura, se combate con mejores ideas, con sólidos argumentos.
Si alguien se ofende con este tipo de iniciativas, lo lógico es ir por los canales legales y demandar. Y si no consigue nada, use la votación para escoger otros políticos que hagan otras leyes. Claro, si los políticos elegidos crean muchas leyes que censuran, limitan y amordazan la libertad, hemos caído en el totalitarismo, en la dictadura y hay que volver a conseguir de nuevo vivir en democracia y que se creen las leyes óptimas.
En fin, si inventan otro bus que diga lo contrario de éste, hasta yo me subiría en él a vocear el mensaje. Pero me opongo tajantemente a que prohiban al bus religioso en cuestión y menos que lo hagan víctima de cualquier tipo de violencia.
Demostremos más inteligencia, mejores razones, tolerancia, buena convivencia y sobre todo aprendamos a vivir en democracia. Recuerden que los extremos políticos e ideológicos no les interesa lo anterior, sino cumplir sus metas sin importarles nada. Esto último lo digo porque se acercan elecciones.
Serie de TV "Doctor Tuga"
Primer Capítulo: NO ME SIENTO BIEN.
Guión literario.-
Estirándose su bata blanca y acomodando el estetoscopio en su bolsillo, ya que por su escasísimo cuello no podia colgárselo, el Doctor Héctor Tuga entra a su consultorio caminando muy lentamente, se sienta detrás de la mesa de atención al paciente, prende el computador y con sus dedos de piel medio verdosa teclea su código para entrar al sistema.
Mira a su alrededor, vuelve a revisar la blancura de su bata, suspira satisfecho y con un eterno movimiento aprieta el intercomunicador. (El ritmo debe ser lento como una antigua y aburrida película soviética, o nórdica, como una de Ingmar Bergman).
-Yésica.
-¡Sí, mi amor!
-Te dije que en el trabajo me dijeras Doctor Tuga. Aquí eres mi secretaria, no mi pareja.
-Verdad que sí. Lo siento, mi amor. Perdón, mi Doctor…
-¿Qué?
-Tuga. Doctor Tuga.
-Bien, llama a mi primer paciente, al señor Otto Angulo.
-¿Otto Angulo? ¿Cara de…?
-¡Cuidado! ¡Nada de broma que te pueden oír!
-No se preocupe, Doctor Tuga. Tengo todo bajo control.
-Gracias.
Se escucha entonces la voz de Yésica por los altoparlantes.
-¡Señor Otto Angulo! ¡Señor Otto Angulo! ¡Diríjase a la consulta del Doctor Tuga con disimulo!
El Doctor Tuga levanta la cejas al escucharla y reubica de nuevo todos los objetos sobre su escritorio con pausados movimientos.
Un hombre de unos cuarenta años y de muy baja estatura, empuja la puerta del consultorio y entra.
-Buenas –lo saluda el Doctor con una media sonrisa-. Como debe saber, esta es una consulta integral, para atenderle el cuerpo y la mente. Así que usted dirá.
-Ante todo –habla el señor con el dedo índice levantado-, ¡no tengo ninguna Cara de…!
-¿Cómo? –lo interrumpe el Doctor-. ¿Escuchó lo que hablamos con mi secretaria?
-¡Supongo que su pareja dejó abierto el microfono, porque todos en el salón de espera oímos su chiste de mal gusto!
-Perdón, señor Otto. Le prometo que no volverá a suceder-. Siéntese, por favor.
El cuarentón bajito mueve la silla colocándola de frente al médico y se sienta. No fue de su agrado la posición y se acomoda mejor.
-Bien –trata de ser bien amabla Tuga, midiendo sus palabras-. Dígame, ¿cómo se siente?
-Me siento mal, Doctor.
-¿Le traigo otra silla? –quiso saber el médico mirando hacia la piernas colgadas del hombre.
-No ésta está bien, la silla no tiene nada, soy yo el que se siente mal.
-¿Me puede decir cómo se siente con más detalles?
El pequeño cuarentón comienza a señalar e ilustrar con sus manos cada cosa que dice.
-Se lo explico. Coloco mis glúteos sobre la silla, doblo los pies por las rodillas y los dejo colgar…
-No, por favor, no me refería a eso. Vino porque se siente mal, ¿no es cierto?
-Bueno, en todo caso vine después de escuchar el chiste malo de su pareja-secretaria. Después me senté mal, pero rectifiqué y me acomodé mejor. Así que ya estoy bien sentado, le dije. ¿Por qué tanta insistencia con eso, Doctor?
-Mire, cuando usted quiera me dice qué se siente.
-Pues se siente uno mal, le diré con franqueza. Porque es inaudito que a usted sólo le preocupe cómo me siento en su silla. Dígame una cosa, ¿invirtió usted en construir una línea de siila así para dedicarse a comercializarlas?
-Señor…
-No, porque si es eso le diré que hizo una buena inversión. La silla es magnífica. Uno se siente bien.
-Ah, entonces si se siente bien, no tiene por qué estar aquí… ¡Fue ra de mi con sul ta!
Malasia: una macerada, pero desazonada experiencia.
Tribulaciones de un viaje para entrevistar a dos sospechosas de la muerte de un hermano de Un.
Cuando me enteré del atentado al pariente del gordito loco de Corea del Norte en Malasia, tomé el primer vuelo a ese país para entrevistar a las protagonistas. Pero el único pasaje era para la ciudad turística de Malaca. Lo tomé igual. Al bajarme del avión pensé que había llegado a “Malacaibo”, por el calor, la humedad. Era trópico de tomo y lomo.
Esta es la tierra de las palmas. Campos y campos de ese cultivo. Este país debería llamarse Palmasia en vez de Malasia. Por supuesto, le sacan el jugo, porque producen Azúcar de Palma, Miel de Palma, Aceite de Palma, Tablas de Palma y hasta Palmatorias, Palmacristi.
Para el que no lo sepa, la ciudad de Malaca es Patrimonio Cultural de la Humanidad. Fue invadida y colonizada por chinos, portugueses, holandeses, británicos, japoneses y por todo aquel gentilicio que haya estado de paso por esta zona. Incluso, hace unos años los Mc Donals, los Starbucks, los Burguer King, etc., también la han invadido, incluyendo los centros comerciales. Ya el número de mall se acerca al número de palmas.
Otra cosa que abunda son los museos. Brotan silvestres como las palmas y los mall. Menciono algunos: Museo marítimo, Museo del Islam, Museo del Pueblo, Museo de la Cultura, Museo Histórico, Museo Natural, y si no hay Museo de Arte Precolombino y Museo de la Revolución, es porque a Colón y a Fidel no les dio tiempo pasar por ahí.
Viendo en exhibición una goleta rescatada y restaurada, uno se siente Emilio Salgari.
Pero la mayor atracción de la ciudad es pasear por Junker Street, una calle muy estrecha de cinco o seis cuadras de largo, con comercios y restaurantes en ambas veredas y muchos puestos improvisados en las aceras donde se vende lo mismo una lavadora, una artesanía, que un pescado frito.
Imagínense millones de personas caminando para allá y para acá en esa callecita, donde también pasan algunos autos y todo a casi 40 grados celsius. Lo más fácil para los comerciantes es vender platos de pato a la naranja, pato pequinés, etc., porque usan unas redes encima de sus puestos ambulantes para recoger los patos que caen asados ya.
La multitud es tal que no puedes detenerte a ver nada de lo que muestran en las aceras o locales, el tumulto te lleva, te arrastra casi sin tocar el piso. Los quitasoles de las mujeres –de menor estatura casi todas- son peligrosísimas porque te sacan un ojo si te descuidas.
Entonces pegados unos con otros nos vamos deslizando por la calle, mientras litros de sudor recorren tu cuerpo. Recuerdo que se me nubló la vista y de repente me vi sobre la mar de cabezas y quitasoles. Así que, como recital de rock duro, me pasearon acostado bocarriba en brazos por encima de sus cabezas y me abandonaron al lado de un fogón encendido. Traté de salir de ahí, pero un chino bien gordo se subió en mis pies. Por el peinado se me pareció a Kim Jong-un al verlo desaparecer en el tumulto. Fue terrible. Yo tengo el metatarso caído, pues alguien lo recogió y trató de ponérmelo en su lugar a la fuerza, sin éxito. Entonces otro, presionó tanto mi talón de Aquiles que obligó a éste a salir del closet y casarse con Héctor. Yo tengo los pies planos. Bueno, los tenía, porque me hizo un enorme arco. Pero un arco al revés, convexo, para afuera. Me di cuenta al ponerme de pie, ya que al pararme firme fui meciéndome para cualquier lado sin caerme. Haciéndome rodar como balón de gas de 15 kg. un amable malayo me llevó hasta el hotel.
Al otro día, con miedo y pensando que el régimen de norcorea me perseguía, partí a Kuala Lumpur, donde fue el atentado, pero esa es otra historia. Lo que sí puedo asegurar es que a pesar de la fama de tigres y jaguares de la economía, los malayos son amables, nobles y muy queribles seres humanos. Malasia debería llamarse Buenasia.
República Árabe de Egipto: una faraónica, pero jeroglífica experiencia
Hosni Mubarak, el llamado “Faraón”, el expresivo expresidente expresidiario, anda suelto y no se tiene la más mínima pista respecto a su paradero.
Cuando me enteré de que Hosni Mubarak fue puesto en libertad, después de seis años recluido tras su supuesta complicidad en la muerte de 239 manifestantes, durante las protestas que lo derrocaron en 2011, volé lo más rápido que pude a Egipto para tratar de entrevistarlo. Quería hacerle una sola pregunta, porque con sus 88 años (y como los oficios de presidente y presidiario desgastan), quizás no me daba tiempo para una segunda.
¿Pero por qué tanto interés en él?, se preguntará usted. Y yo no le responderé hasta que me pregunte a mí. Si lo hace, entonces le contesto que ese febrero del 2011 yo fui testigo presencial de lo ocurrido en ese país. (En esos momentos me encontraba entrevistando a un antropólogo que comprobaba en terreno su hipótesis de que las pirámides fueron construidas al lado de las canteras y después las trasladaron hasta sus posiciones actuales.)
Recuerdo estar en La Plaza Tahrir viendo a más de 300 000 egipcios protestando contra Mubarak y cientos de egiptólogos estudiando el fenómeno. Lo curioso es que la muchedumbre colocaba sus cuerpos completamente de frente, hacia la parte oeste de La Plaza, pero sus manos, pies, caras, senos, etc., los ponían de perfil, dirigiéndolos hacia el sur. No sé si era para estar listos para correr, o porque eran gente muy consecuente con el estilo figurativo de su arte antiguo.
Recuerdo también que veía cómo llegaban los tanques del ejército y de pronto se vaciaba La Plaza, pero al retirarse los militares, se llenaba de nuevo el lugar. Eso lo repitieron tantas veces, que al final parecía que los militares marchaban y los manifestantes los reprimían.
Pero veamos quién es este renombrado egipcio Hosni Mubarak. Y digo así, porque sinuhé el egipcio él, ¿quién podría serlo?
Para muchos fue un dictador y no sólo porque le dictaba muchas cartas a su secretaria. Sin embargo, para otros fue dictador y también corrupto. Claro, no se puede desconocer que creó leyes para el enriquecimiento de su pueblo. Por ejemplo, tenemos aquella donde destinó cuantiosos fondos a su cuenta personal, con el objetivo de entregarles ese dinero él mismo, como indemnización, a los familiares directos de los esclavos fallecidos al construir las pirámides. Si no los entregó antes de caer preso fue, obviamente, por el lento trámite de la certificación de los ADN.
Sin embargo, los egipcios no le creyeron y salieron a la calle pacíficamente, tomándose las calles y parte del Nilo (debido al calor asfixiante en esos días).
Yo fui testigo de cómo se expresaban: “Nilo pienses, Mubarak, tienes que irte”, vociferaban en egipcio los de El Cairo. “¡Tirano ya renuncia, autócrata dimite!”, gritaban en alejandrinos los de Alejandría. “¡Y te bas! ¡Te bas! ¡Te bas!”, cantaban en gazapos los de Tebas.
Recuerdo que en esos momentos, “El Faraón” dijo por televisión que a pesar de su nefritis, o nefertitis (no recuerdo bien el nombre de su enfermedad), no abandonaría al poder. “Y si me Cairo, me levanto”, afirmó en esa oportunidad (o por lo menos eso entendí en mi mal árabe). “¡Y si muero, Gamal Abdel!” aseguró (que traducido quiere decir: ¡Y si muero vuelvo a Nasser!), y finalizó con varias palabras soeces, peores de las que se dicen de él en El Canal de Soez.
Después lo detuvieron y otros llegaron al gobierno. Sin embargo, nadie se ha atrevido a extirpar el tutmosis de la corrupción y la ambición que produce el poder en esa piramidal nación.
No he logrado ubicar a Mubarak. Y cada vez tengo menos esperanzas de entrevistarlo. Sobre todo después de que varios ufólogos egipcios me informaron de un avistamiento en el Valle del Nilo. Dicen que vieron atravesar el cielo un “Hosni” en dirección desconocida.
¡Otro producto del Dr. Tuga! (No. 5).
Batería de Test: “Conózcase usted mismo o misma",
diseñado en el Centro de Psicosomatización Integral “Dr. Héctor Tuga”
Test No. 4
¿ES UD. UN(A) PERSONO(A) DEMÓCRATO(A)?
Marque en la casilla correspondiente, según su respuesta.
(Marque -García, Gabriel-, con una pluma de ganso realizando un arabesco o viñeta en la casilla correspondiente si piensa que tiene buen gusto; o con una pluma de pollo de granja avícola garabatenado una “x” si cree que tiene mal gusto).
A) ¿Disfruta todo el día su radio a todo volumen escuchando reguetón?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
B) ¿Le gusta echar mucho ket chup a todo lo que come, mientras oye reguetón?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
C) ¿Chopan o Daddy Yankee?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
D) ¿Se identifica más con las imagines poéticas de Don César Vallejo o con las de Don Omar?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
E) ¿Usa Ud. pulseras, cadenas, anillos, etc. de 92 kilates y al mismo tiempo?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
PARA SABER SI USTED TIENE BUEN GUSTO(A):
1- Por cada cada respuesta afirmativa, escriba 100 veces la palabra “muevetucu”.
2- Si solo respondió de manera positiva la A, la B y la E, lo felicitamos, Ud. está de moda.
3- Si marcó solo a César Vallejo y a Chopan, Ud. está mal, porque a nadie se le ocurre responder en serio este test. Debe atenderse eso, porque es típico de la gente que dice tener tan buen gusto que no desarrollan su sentido del humor. Y no se dan cuenta que una cosa no tiene nada que ver con la otra (Nota del Dr. Tuga).
Ojo: Si en una fiesta, a las 12 de la noche, con cuatro tragos encima, no baila un reguetón, quizás tenga Ud. buen gusto, sí, pero Ud. es más aburrido que comida de hospital. (Otra nota del Dr. Tuga).
¿Qué edad mental tiene la sociedad chilena?
En toda la Historia de la Humanidad los jóvenes han demostrado, en esa etapa cronológica de la vida, ser impetuosos, entusiastas, creídos, irreverentes, progresistas, etc., y han logrado muchas veces que la sociedad avance un poco, para estabilizar y solidificar lo alcanzado mientras son adultos y siguiendo por esa vía, se vuelven viejos conservadores que les da por prohibir lo que quieren los nuevos jóvenes. Es un proceso cíclico normal. Todos los que han tenido juventud hemos pasado por eso de alguna manera.
Sin embargo, pienso que actualmente en Chile ese proceso se nos está yendo de las manos.
Porque no son sólo los jóvenes los que se creen que se las saben todas, los que creen “que tienen a dios agarrado por la barba”, como dice el dicho, los que creen que tienen la verdad absoluta. Veo algunos adultos en los medios, en las redes sociales y hasta varios “en vivo” que me encuentro en la calle, que repiten como papagayos lo que vociferan los jóvenes. Veo a los periodistas entregados a esa misma moda. Y, por supuesto, veo a los políticos sin escrúpulos, que sólo les interesa el voto –los cuales son muchos, lamentablemente-, también se suman al coro juvenil.
¡Ojo! No estoy en contra ciegamente de lo que dicen los jóvenes, ni tengo nada contra ellos en especial, como odio generacional o cosas así. Por si a alguien le interesa: soy agnóstico y estoy a favor del matrimonio gay, de que adopten, de la eutanasia, del aborto, etc., etc., así que estoy lejos de ser un viejo conservador.
Sigo entonces. Me encanta que en su momento los jóvenes salieran a la calle a exigir que se mejore la educación. Por esa presión es que los políticos le pusieron atención al tema, sabiendo de años que la educación estaba y está cada vez está peor.
Pero lo que no acepto es que los jóvenes comiencen a exigir que se haga todo, incluso las leyes, como ellos quieren. Como si los jóvenes fueran expertos y tuvieran una amplia experiencia. Ni acepto que se pongan a exigir de igual forma rubros específicos y especializados que no tienen que ver con la educación, como si supieran de todo. Y lo que es peor, si no se aprueban todo tal y como lo quieren, no sirve nada y de cabeza otra vez a “la lucha callejera”.
Y lo que más me duele. La mayoría de esos impulsos y actitudes de “juventud”, no son tales, porque en realidad están manipulados por adultos ideologizados, que se aprovechan de jóvenes con ansias de poder como ellos, y éstos se las arreglan para dirigir masas de jóvenes, incluso a veces sin apoyo de las mayorías. Como pasa en las festivas tomas, donde muchos no desean perder clases y tienen que someterse a las minorías que les importa un bledo su educación y la de sus compañeros y cometen delitos destrozando lo material en sus centros educacionales, para decir después que cada vez tienen menos apoyo material.
Pero dejemos a los jóvenes normales, los que han existido siempre en la Historia y quedémonos con “los jóvenes turbios”, por llamarlos de alguna manera y que son esos que le hacen daño a la sociedad. Porque el problema de los jóvenes normales se resuelve con buena educación. Por lo menos el día en que las autoridades hagan una buena reforma educacional y se preocupen por la calidad antes de sus intereses políticos.
Muchos adultos –como dije-, también se comportan como “jóvenes turbios”. Y por tal motivo caemos en terreno peligroso. Por ejemplo, veo que ahora todo el mundo tiene derecho a opinar (cosa que es bueno, es democrático y sano), pero lo hacen desde la posición del “joven turbio” ya que caen en la situación de que su opinión es la única que vale y la del que piensa distinto es diabólica y para eso acompaña su opinión con malas palabras, insultos, groserías, humillaciones y ataques personales. ¿Porqué? Supongo porque cree que el que no piense como él se merece todo eso, por ser inferior o mala persona, o simplemente porque no tiene como defenderse ya y hace como el que grita en una discusión para hacer valer su opinión cuando se queda sin argumentos.
Ya estoy que no leo mucho en Internet para no encontrarme con esos comentarios trogloditas, vulgares, muy poco tolerantes ¡y hasta violentos!
Esa gente se siente con derecho a no pagar en el transporte público, derecho a escupirle o lanzarle un vaso de agua o una patada a una autoridad, derecho a pararse en un escenario cualquiera -incluyendo el Festival de Viña- y decir lo que piensan envueltos en vulgaridades y ataques, derecho a robar, derecho a merecer todo, etc., etc. ¿Por qué? Porque les han manipulado el cerebrito, pienso yo. Y los “jóvenes turbios”, los mediocres y los ignorantes, toman esas banderas que vemos tan a menudo ahora, disfrazadas de “derecho civil”, de “lo que necesita la sociedad”, de “basta de abusos”, “justicia”, etc., etc., llegando a caducos eslóganes de los años 60.
Amigos, no se dejen engañar, cuestiónense todo los que le digan, no voten por votar, el lobo disfrazado de oveja está detrás de varios nombres en la lista de candidatos.
Lo peligroso, insisto, y esto no es campaña del terror ni mucho menos, porque nunca caería en eso, es que esos “jóvenes turbios” han aprendido las reglas de los adultos normales y juegan con ellas para escalar en la sociedad. Ahora ya tienen partidos y hasta candidatos presidenciales. Porque saben y se mezclan con gente buena, con buenas ideas y principios para ellos adquirir poder a como de lugar.
¡Ojo! Esto sucede en todos los colores políticos, aunque es mucho más claro en los dos extremos.
¡Que el populismo nos agarre confesados!
Me da gracia que un país que cada día se hace más viejo en edad promedio, cada día estemos pensando más así, como los “jóvenes turbios”.
Aclaraciones:
1-Mi reflexión le sirve a muchos países en este mundo, pero puedo hablar de Chile, por ser testigo vivencial de lo que sucede.
2-No publico esta reflexión para provocar debates, ni para convencer a nadie. Sólo lo hago como exorcismo y por si le ayuda a alguien a sacar sus conclusiones sobre el tema.
3-Como no soy experto, quizás esté equivocado. Ojalá un especialista me ilumine mejor el camino.
Libro que recomiendo: "Séneca, Quevedo y otros plastas por el estilo"
Mi amigo y colega, el escritor y humorista español, Enrique Gallud Jardiel, acaba de publicar otro libro más (su productividad, para suerte nuestra, es envidiada en cualquier flujo de producción). Su nueva obra se llama “Séneca, Quevedo y otros plastas por el estilo”.
¿De qué se trata el libro? Copiaré aquí sus palabras en la “introducción” donde lo explica parcialmente: “… si queremos conocer la literatura anterior a la aparición de los dispositivos móviles, la cosa no puede hacerse sin anestesia previa: en este caso, mediante la simplificación de textos que les parecen muy complicados a los de nuestra generación, pese a que nuestros bisabuelos y tatarabuelos los entendían perfectamente”. (No quiero dar más información que la necesaria para motivarlos, amigos lectores).
En fin, que veremos versiones muy libres, bastante libres a veces, lo mismo de Dostoyevsky, o Séneca, que de Les Luthiers o de algún querido colega anónimo.
Les doy mi palabra de que tengo muchas cosas pendientes de hacer, incluyendo vivir a plenitud, estudiar, crear y leer. Sin embargo, cuando Enrique me envió su libro frené mi frenesí e hice un espacio para leerlo, porque me tiene acostumbrado a sorprenderme gratísimamente. Y no me defraudó una vez más. Me he reído de lo lindo de principio a fin. Ese típico humor suyo donde le da rienda suelta a su creatividad, su imaginación, su buen gusto, pero sobre todo donde muestra y demuestra en cada línea su profunda cultura, sus profundas lecturas, hace que disfrute al máximo su obra en varios planos.
Para el que no lo conozca en esta parte del mundo, les diré que es nieto de uno de los principales responsables de la formación de mi sentido del humor. Un grande entre los grandes de España. Pero no lo mencionaré, porque ya va siendo hora de que este Enrique, aunque no sea su objetivo, suelte esa coletilla cada vez que se hable de él, ya que brilla con luz propia hace rato.
Es uno de mis humoristas favoritos y recomiendo este libro a ojos cerrados. Créanme.
República Federal Suiza: Una exacta, pero también insulsa experiencia.
Mi viaje a este pequeño país centro europeo me ayudó a darme cuenta de que su imperfección es tal que tiene un par de defectos.
Llegué a Zurich intersado en conocer a la ciudad más cara del mundo, según última encuesta. Me dispuse a salir del hotel para conocer el país de los relojes, los chocolates, las navajas, los quesos y los neutrones (por su neutralidad, digo).
La llamada República Federal Suiza, o mejor como se conoce hace un tiempo: República Federer Suiza.
Lo primero que vi fueron las casas que merodeaban, perdón, que me rodeaban. Casas hechas de cantos, porque en Suiza abundan mucho los cantones y no me desencantaron, lo confieso. Casas donde viven los suizos, gentilicio éste que debe venir del francés “jes suis”, por su fama de individualistas quizás; o podría decir, ahí viven los suicidas, gentilicio mortal, como el del inmortal Guillermo Tell, el que inventó el Tell-éfono (no fue Graham Bell, éste creó Bell-south creo, y eso tiende a confundir).
Después recorrí Zurich y pude hablar con algunos ¿zurichianos, o zurichianenses? No sé. Pero como soy tan latino, prefiero tutear a la ciudad y decirle Turich en vez de Zurich. Así que los habitantes serían turichtas como yo.
Bueno, mi recorrido duró poco. Era real lo de país costoso, a pesar de no tener costas. Por ejemplo, los relojes. Son tan caros, pero tan caros, que creo que allí se inventó la frase times is money.
Aquí el transporte público es perfecto. Existen pantallas electrónicas en cada parada, las cuales te indican cuántos minutos faltan para que llegue tu tranvía o bus. Es de una exactitud que impresiona. Por momentos llegué a imaginarme que vería un lumínico avisándome que a las 8 p.m. me tocaba la meformina. De verdad, todo está planificado, normado, funcionando como máquina. Por ejemplo, quise tomar una máquina en forma de bus, el cual estaba estacionado en la parada desde donde partía su recorrido, y faltaba un minuto para que saliera. Llegué a la puerta vi gente adentro sentada que me miraba impasible, y vi al chofer con la misma expresión de Buster Keaton mirándome. Les hice señas a todos ellos con gestos y sonrisas para que me abrieran la puerta, pero no se abrió. Entonces pasó el minuto y el bus partió, dejándome con cinco palmos de narices y boquiabierto.
Después de achicar la nariz y cerrar la boca, vi cómo subía la gente al próximo bus apretando un botón en la puerta –y que yo no había visto antes-, entendí el concepto. Por encima de todo, los suizos están conscientes de que lo más importante es que funcione el sistema, la perfección del modelo, aunque ignorantes humanos como yo queden fuera del sistema.
Más tarde me puse a averiguar y me enteré de otras normas de convivencia del perfecto sistema. Por ejemplo, en un edificio de apartamentos no se puede descargar el inodoro después de las diez de la noche. ¿Qué se hace entonces si a la una de la mañana a uno le da colitis? Supongo que los baños están construido con forma de cajas fuertes y con paredes aislantes.
¿Cultura diferente? Sí. Por ejemplo, no hace mucho hicieron una especie de plebiscito, preguntando si querían pasar de 20 días de vacaciones al año, como dice la ley actual, a 30 días. ¡Y el pueblo votó que no! ¡Votó que quería trabajar esos días y no perderlos en “vacacioncitas”!
Y hablando de ganar plata: aquí, muchos extranjeros mafiosos, dictadores, criminales, narcos y creadores de programas televisivos de farándula, depositan sus riquezas en este paraíso fiscal, porque conocen la neutralidad de los inocentes banqueros suizos.
Lo siento, pero prefiero un poco de imperfección. Me atrae más una ciudad donde las palomas defecan sobre los viejos sentados en bancos, donde se demoran un poquito los buses, donde un perro le ladra a un motociclista, donde un desconocido, en el kiosko del diario, te comenta que un vecino suyo tuvo diarreas de madrugada. Es decir, una ciudad más barata, traviesa y chapucera, aunque a cada rato tengamos que llamar a la Cruz Roja para salvarla. La cruz de la bandera suiza, precisamente.
¡Otro producto del Doctor Tuga! (No. 4)
Batería de Test: “Conózcase usted mismo o misma",
diseñado en el Centro de Psicosomatización Integral “Dr. Héctor Tuga”
Test No. 3
¿ES UD. UNA PERSONA O UN PERSONO DE BUEN GUSTO?
Marque en la casilla correspondiente, según su respuesta.
(Marque -García, Gabriel-, con una pluma de ganso realizando un arabesco o viñeta en la casilla correspondiente si piensa que tiene buen gusto; o con una pluma de pollo de granja avícola garabatenado una “x” si cree que tiene mal gusto).
A) ¿Disfruta todo el día su radio a todo volumen escuchando reguetón?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
B) ¿Le gusta echar mucho ket chup a todo lo que come, mientras oye reguetón?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
C) ¿Chopan o Daddy Yankee?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
D) ¿Se identifica más con las imagines poéticas de Don César Vallejo o con las de Don Omar?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
E) ¿Usa Ud. pulseras, cadenas, anillos, etc. de 92 kilates y al mismo tiempo?
SI ___ NO ___ ¡QUÉ SÉ YO! ___ QUIZÁS ___
PARA SABER SI USTED TIENE BUEN GUSTO(A):
1- Por cada cada respuesta afirmativa, escriba 100 veces la palabra “muevetucu”.
2- Si solo respondió de manera positiva la A, la B y la E, lo felicitamos, Ud. está de moda.
3- Si marcó solo a César Vallejo y a Chopan, Ud. está mal, porque a nadie se le ocurre responder en serio este test. Debe atenderse eso, porque es típico de la gente que dice tener tan buen gusto que no desarrollan su sentido del humor. Y no se dan cuenta que una cosa no tiene nada que ver con la otra (Nota del Dr. Tuga).
Ojo: Si en una fiesta, a las 12 de la noche, con cuatro tragos encima, no baila un reguetón, quizás tenga Ud. buen gusto, sí, pero Ud. es más aburrido que comida de hospital. (Otra nota del Dr. Tuga).