Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
El humor en las redes sociales
Sigue la resaca de las marejadas que produjo el humor en el Festival de Viña. Leo las redes sociales, los diarios, etcétera y veo la cantidad de opinólogos que existen. Sucede algo parecido como con el fútbol, el béisbol y muchos deportes, donde todos nos creemos directores técnicos, sobre todo después de los partidos. “Generales después de la batalla”, como dice el dicho popular.
Por supuesto, todos tienen derecho a opinar. En eso no hay nada que discutir. La libertad de expresión está por encima de todo, nos guste o no.
Como siempre digo, si alguna opinión expresada te ofende, te agrede, hay recursos civilizados y democráticos como demandar o cosas así.
Mi reflexión va por otro lado. Bajo esa asegurada libertad de opinión se oculta La Oscuridad. Y si le sumamos que se opina también ocultándose bajo un seudónimo, sin dar la cara, etcétera, más encontramos a La Oscuridad.
¿A qué me refiero con La Oscuridad? Me refiero, en tono de broma, a males del ser humano como la ignorancia, el oportunismo, la envidia, los celos, el resentimiento, el odio y otras yerbas no muy dignas que digamos. Coincido con Humberto Eco: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a una legión de idiotas”. Claro, yo en estos momentos soy parte de esa legión.
Pero en mi caso, abordo solo el tema del humor, por lo que me compete.
Las opiniones son mayoritarias al decir que Ricardo Meruane hizo chistes malos y, por ejemplo, Natalia Valdebenito hizo chistes buenos (yo opino que ambos no me hicieron reír, pero ese es otro tema).
En mis estudios sobre el humor he llegado a la conclusión que nos equivocamos mucho cuando clasificamos a un chiste.
Para que un chiste funcione sucede lo siguiente: un emisor o fuente, encuentra algo cómico y desea compartirlo con uno o más receptores. Entonces le envía un mensaje, que viene siendo el chiste. Le llega al receptor, lo procesa y si lo encuentra cómico va a sentir un placer y todo termina exteriorizado en una risa o una sonrisa.
Pues bien, al decir que un chiste es malo, asumimos que el mensaje en este proceso de comunicación humana no sirvió, no funcionó, porque el receptor no lo encontró cómico.
Analicemos mejor. Si el receptor no rió, ¿no pudo pasar también que el emisor no transmitió bien, porque desconoce el lenguaje que escogió para emitir el mensaje (el chiste), o no se sentía bien, o no tiene gracia para comunicar, etcétera? Es decir, quizás el chiste no le fue cómico al receptor porque el emisor hizo algo mal. Pero también puso haber sucedido que el receptor no estaba de buen ánimo para recibir el chiste, o no lo comprende, o estaba distraído, o era un chiste machista y los receptores eran mayoritariamente mujeres, por ejemplo, o mil situaciones más. Pues bien, que en ambos casos, por falla del emisor o por falla del receptor, no se pudo completar el proceso del humor y no se llegó a la risa. ¿Y qué pasa? Que la gente le echa la culpa al chiste. Y en la mayoría de los casos no es así.
Ejemplo, el humorista cuenta un chiste en España y la gente no se ríe, entonces los españoles afirmarían que el chiste era malo. Sin embargo, el humorista hace el mismo chiste en Guatemala y todos se ríen. ¿Cómo es posible que un chiste malo funcione en otro lado? Evidentemente, no se trata del chiste. Otra cosa, en el emisor o en el receptor, no funcionó.
Por lo tanto, yo le pediría a los opinólogos que dijeran siempre “a mí no me gustó el chiste?, “a mí no me hizo gracia el chiste”, etc. Pero por favor, no digan tan a la ligera “el chiste era malo”, porque la mayoría de esos que se expresan así no tienen idea de qué es un chiste y de cómo funciona el lenguaje humorístico.
Es solo un consejo. Aunque claro, repito, yo también puedo ser parte de esos idiotas que opinan a destajo en las redes.
Día de los Enamorados
No estoy seguro, pero me parece que ponerle día del amor y la amistad al Día de San Valentín es cosa del mercado, para abarcar a más personas con regalos, etc. Si alguien lo acepta, pues felicidades a todos esos amigos. Si alguien piensa como yo, que es sólo el día de los enamorados, pues a todos los que tocados por Cupido, ya sean personas casadas, o novios o emparejados de cualquier sexo y edad, porque el amor no tiene nada que ver con firmar contratos, ni con clasificaciones, ni estatus, ni nada. Porque el amor no avisa. Llega. Nadie se enamora por decreto, por imposición, por interés, por intención. Nadie puede escoger con quién se enamora.
Y no hay ley social alguna que lo limite o lo rija. Es un estado especial. Un sentimiento sublime.
Para todos esos que se sienten enamorados de verdad, FELICIDADES!!!!!
(OJO: mis felicitaciones no son para los casados o emparejados que no están enamorados).
Bulling y ciberbulling
Cuando yo era chico (hace millones de años), uno peleaba con otro niño y si uno caía al suelo el otro esperaba a que se levantara para seguir luchando. Y jamás se aceptaban patadas o pegar por la espalda. "Eso no era de hombre", se decía. Que no era ético, significaba. Con los años eso se fue borrando y llegó a ser bien vista la traición y el ganar a costa de como fuese. Tanto es así que en estos tiempos uno adquiere prestigio entre sus pares si te burlas o le das golpes a indefensos, como es el caso del llamado "bulling". Y al avanzar la tecnología, ahora tenemos el "ciberbulling", que no es más que burlarse de otro, atacar a otro, humillar a otro en las redes sociales, huyéndole al frente a frente. Incluso a veces se hace de forma anónima. Todo eso me hace sentir muy viejo, porque aún creo en la ética hasta tratando con mis enemigos. Pero un viejo orgulloso y con la frente en alto siempre.
Migración
Si alguien llega a mi casa, donde vive mi familia de 4 miembros y pide quedarse porque no tiene donde vivir, deberíamos ayudarlo. Por lo menos por un tiempo. Si viene después otro, bueno, haciendo un esfuerzo se le recibe también. Pero si llegan cuatro o cinco, todo el mundo entenderá que se vuelve muy difícil acogerlos, porque no cabríamos, nos estorbaríamos, se pelearían todos, habrá más boca para comer, lavar ropa, baño ocupado, etcétera. No se puede.
Eso es lo que sucede con la avalancha de migrantes en muchos países actualmente. Uno puede recibir a cierta cantidad, pero a partir de ahí hay que negarse o sería el caos. Es evidente.
Pero tenemos un gigante problema.
Por una parte es humanitario ayudar a esa gente y por el otro los países deben poner un límite. Por lo tanto, también es evidente que se deben hacer dos cosas:
1-Eliminar el conflicto en los lugares de donde emigran esos infelices, con el objetivo de detener la migración (sin contar evitar muertes y sufrimientos, obvio).
2-Mientras no se resuelve el punto anterior y sigue emigrando la gente afecta, los organismos internacionales deben acordar una repartición de esos migrantes entre todos los países, para que no se les cargue la mano solo a unos pocos.
Pero eso es en cuanto a las masivas estampidas de la guerra de Siria y Medio Oriente en general y de hambrunas y abusos de África. Sin embargo, está también la emigración de latinoamericanos hacia Estados Unidos.
Si fuera en mi casa, para seguir el ejemplo que puse, se me ocurre echar para la calle a los delincuentes, haraganes, etc. Darle oficialmente el estatus de habitante de mi casa al resto de los indocumentado que trabajan y producen y obvio, hacer un buen estudio para saber a cuánta gente puedo acoger. Con eso sabré si continúo aceptando a nuevos o cierro la entrada, porque perjudicaría a mi familia ya.
¿Ese estudio está hecho en Estados Unidos? Lo menciono porque se reciben, por ejemplo, el número de cubanos que sea, aún sabiendo que la mayoría de los que emigran de la Isla ahora no lo hacen por problemas políticos, como antes. Todos conocemos que están saliendo para ganar un dinerito y regresar rápido a Cuba a gastarlos allá. Ojo, yo no estoy en contra del que quiera hacerlo. Es su derecho y debe ser libre en su actuar, aunque a otros no les agrade eso. Lo que digo es que como es así, entonces esos cubanos deberían ser tratados como a cualquier otro latinoamericano, sin favoritismos. Y claro, si demuestra que es perseguido político que pida asilo.
También en Chile ocurre algo parecido, pero en menor proporción. Bolivianos, peruanos y colombianos, sobre todo, están invadiendo el país. Llegan buenos, malos y regulares, como somos los chilenos también. Muchos trabajan como mano de obra dura y barata y muchos son explotados como esclavos por algunos chilenos. Otros coterráneos protestan porque esos extranjeros les están quitando los puestos de trabajo al ofrecerse más barato. Sabemos que la mayoría de esos inmigrantes solo desean hacer un dinerito y volver a sus tierras o ir enviándoselo a sus familiares cercanos. Es algo normal y humano. Por lo tanto, se aplica la misma propuesta: Chile debe hacer un estudio de hasta cuántos inmigrantes puede aceptar sin que se dañe el nivel de vida de sus ciudadanos.
Claro, mi propuesta no admite que se violen los derechos humanos de nadie, que no se maltrate a nadie, que no se discrimine a nadie.
¿Ando muy perdido en este tema?
Por favor, para esta reflexión no me interesan las explicaciones de si quién tiene la culpa, qué se hizo o se dejó de hacer, etc. No es el momento ni este es el espacio para debatir quién es el culpable de los bombardeos, si son justificados o no; o si el Estado Islámico es el culpable por su evidente deshumanización; o si Estados Unidos es el responsable de esto o aquello o de si la situación de Cuba es la causante de la emigración, etc.
Este texto es solo para analizar cómo se puede resolver los problemas. Acepto todo tipo de propuestas decentes.
No. 193
A causa del hackeo que me hicieron,
se desordenaron todos mis archivos.
Por ejemplo, en uno tenía anotado
un par de refranes y miren lo que quedó:
Con la aguja del pajar
taratarás sin atropello
hasta poderla pasar
por el ojo de un camello.
Juego de palabras No. 1
El último Juego de Palabras del 2015.
Empecé temprano, aunque para España sería tarde. Pero antes de que el nivel de sangre disminuya en mi flujo alcohólico, escribiré el último juego de palabras que se me ocurrirá este año (porque a partir de ahora no recordaré ninguno). Ya sé que es un chiste pésimo, pero me dio risa y eso lo valida como chiste para mí. Ojalá haya otros como yo en este mundo y se ría también. Y para los sobrios y cuerdos que no se reirán por ser un jueguito de palabras blanco e inocentón (además de malo), que me disculpen. Esperen... ya no me acuerdo... ¡Ah, sí! Ahí va.
"El gnomo que habita en mi jardín no se siente independiente. Pero cuando se sube a mi auto, se vuelve autógnomo".
Nota: Ahora que lo vi escrito, no me dio risa.
¡Menos crímenes para el 2016!
Desde la creación del califato, el Estado Islámico ha asesinado 3,707 personas en Siria. ¡3,707 hombres, mujeres, niños y viejos muertos!
¿Dónde están las marchas por las calles del mundo protestando por eso? ¿Dónde están las campañas para ayudar a los familiares de esos muertos y a los vivos que quedan? ¿Dónde están las invasiones militares para erradicar esos criminales como se hizo con Hussein, el Gadafi, etc.? ¿Dónde están las organizaciones de derechos humanos? ¿Dónde está la ONU?
Y seguimos: ¿Dónde están los militantes de la izquierda y dónde los de la derecha? ¿Dónde están los poderosos? ¿Dónde están los hermanos árabes? ¿Dónde están los hermanos musulmanes del mundo? ¿Dónde están los indignados? ¿Dónde está la humanidad?
¿Dónde está? ¡No está! ¿Dónde está? ¡No está! ¿Dónde está? ¡No está!...
No se olviden que con esto también cargamos en el 2016.
¡Un próspero Año Nuevo!
Feminismo barato
Cada vez que escucho a nuestra Presidenta decir: "todos y todas...", es como un jab que golpea mi intelecto. ¿Cómo es posible que nadie le asesore, le aconseje, le aclare, que eso es un disparate, porque la palabra "todos" se refiere a un conjunto cuyos miembros se consideran individualmente, por lo tanto van incluidas las mujeres también, por lo que es reiterativo decir "todas". ¿Lo dirá por ignorancia, o porque se dejó asesorar por una persona que practica el feminismo barato? Cualquiera de las dos explicaciones habla mal de ella y sus asesores (sean mujeres u hombres).
Ahora recuerdo a un amigo que me contó sobre una militante feminista barata (y extremista, valga la redundancia), que en su discurso decía cosas como: "la cuerpa de la mujer..." ¡Cuerpa por cuerpo!, ¡increíble!
Señora Presidenta y sus seguidores: sería un cavernícola si en el siglo XXI defendiera el machismo. Nadie con dos dedos de frente está a favor del machismo y a favor de discriminar a las mujeres. Obvio que las mujeres necesitan ser más valoradas porque, lamentablemente, existen hombres trogloditas aún, ya sea en lo familiar, en lo laboral y en lo social. Pero tratar de luchar contra esos energúmenos con esos disparates les hace muy poco favor a la causa.
Así que Presidenta, por favor, baje su intensidad de "militante" en este aspecto.
Gracias.
Sobre el humor y los humoristas del Festival de Viña 2016
Para los que me han seguido en miscomentarios sobre los humoristas en el Festival de Viña del Mar, para los quecoinciden conmigo y para los que no, y paralos interesados en el humor y la risa, le scomparto esta reflexión, sin ánimo de sentar cátedra ni de convencer ni descalificar a nadie. Mi objetivo es dar una información y un punto de vista, que quizás haga meditar a los lectores y lectoras.
Toda esta reflexión es debido a lo presentado por los humoristas en estos tres días de Festival.
Sobre todo el primero y la tercera, temas sexuales, de doble sentido picarón, picante, con lenguajes o imágenes vulgares, groseras, abordando lo escatológico, las palabras obscenas, etcétera, etcétera y con su correspondiente éxito de público y de las redes sociales.
Se sabe que utilizar lo anterior es sinónimo de risa segura. Y aquí llego con la información: el primer chiste del cual se tiene noticia es uno que varios académicos británicos encontraron. Pertenece a la cultura sumeria y data del siglo XX a. C. El grabado en la piedra se lee así:
“Algo que no ocurre desde tiempos inmemoriales: una mujer joven que no se haya tirado un pedo en el regazo de su marido”.
Como ven, ese primer chiste es parecido al que utilizó la humorista en la tercera noche del Festival. También sabemos de que las primeras comedias en la Antigüedad, trataban sobre obscenidades, infidelidades, vulgaridades populacheras. Así que es parte del diseño humano. ¿Falta de educación? ¿De cultura? ¿De refinamiento social? ¿O necesidad? ¿Predestinación? No lo sé.
El filósofo argentino-español Mario Satz, tiene una mirada más elevada sobre este aspecto:
“¿Quién dudaría en considerar, a estas alturas, al humor y a la risa como “limpiadores sociales” de primer orden? Bastaría observar hasta qué punto un alto porcentaje de nuestros chistes tienen que ver con lo escatológico, con lo excrementicio, con la vida privada de nuestros esfínteres para acreditar, en los humoristas, aquello que en la sangra realiza el sistema venoso. Sabemos que, fuera de sus vasos, la sangre se coagula, es decir se detiene. Por eso mismo y en oposición a ellos, el buen humor, el gran y noble humor debe ser incruento y piadoso y no paralizar a sus oyentes causándoles pánico o disgusto. Su emblema será el principio del placer, la gracia del bienestar”. (Las vocales de la risa. Editorial Miraguano. 2001. P, 21).
En otras palabras, todo lo que de placer después de sufrir es bien recibido por el ser humano. Es decir, aguantar un gas, no poder defecar, no hacer bien el amor, etc. Todo eso si se menciona en un escenario, libro, dibujo, película, etc., produce risa segura. Porque son cosas no tan graves como padecer de cáncer, sida, esclerosis, alguna discapacidad, etc. Ahí cuesta más reírse de eso, porque la lástima al ver a uno mismo o a algún ser querido padeciendo eso o muriendo, inhibe la risa. Pero algo menos trascendental es placentero reírse de eso. A eso se le suma el tema tabú. Desde niños no nos dejan decir malas palabras u otras como peo, culo, mierda, etc. Entonces que alguien las diga en público provoca mucha risa, porque estamos participando en la rebeldía contra una formalidad autoritaria. Y no perdamos de vista que esas necesidades fisiológicas, de reproducción, etc., pertenecen a todo ser humano, nos iguala. En orinar, defecar, eyacular, etc., no hay clases diferentes, todos hacemos lo mismo, por lo tanto, da placer también por ese lado.
Este asunto lo abordó muy bien el crítico literario, teórico y filósofo ruso Mijail Bajtín (1895 -1975), con su investigación de la cultura popular.
Él es fundamental para el que como yo, estudia la Historia del Humor y la Risa, algo que considero necesario para entender más y mejor esa inclinación del ser humano para reírse de algo “tan bajo”, como hemos visto. Ojo: a mí me da risa también esas cosas “bajas”, porque soy un ser humano común y silvestre.
Veamos por encimita parte de la historia de los festejos populares, como el carnaval. Según muchos entendidos, el origen del carnaval se remonta a la antigüedad y existen algunas evidencias de que el pueblo sumerio ya realizaba este tipo de festejos hace 5.000 años. También puede decirse que sus raíces están en las fiestas paganas que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del toro Apis en Egipto. En opinión de los historiadores, después se expandió esta costumbre por toda Europa y los navegantes españoles y portugueses, a partir del siglo XV, la llevaron a América. Ya en estas tierras se fusionaron con las antiguas celebraciones andinas y las de origen africano, que trajeron consigo los negros esclavos. Ojo: todas esta fiestas se relacionan con las borracheras, los banquetes, el baile y el sexo desenfrenado.
A comienzos de la Edad Media, la Iglesia Católica propuso oficializar el carnaval. ¿Objetivo? Que el pueblo hiciera catarsis para que entrara “más preparado” al período de cuarentena destinado a la abstinencia, recogimiento y el ayuno, más oraciones, penitencias, etcétera.
No hay que añadir nada más para entender la necesidad, la importancia del carnaval para un pueblo. Fiesta bien popular. Fiesta con libertad. Imagínense entonces cuando la Iglesia abrió esa compuerta en la Edad Media. ¿Saben ustedes cuáles eran una de las mayores diversiones? Representar obras teatrales en plazas al aire libre, donde lo grotesco y vulgar imperaba en cada argumento. Pero también una de las actividades favoritas era crear un muñecón con la figura de una autoridad, incluso eclesiástica, y como todo estaba permitido, hacían desfilar por las calles a ese muñecón, mientras el populacho le lanzaba orines y excrementos.
Con el Renacimiento y la importancia de las artes, después con la oficialización de la educación, etc., el ser humano comenzó a reír y sentir placer con cosas más “elevadas”, como juego de palabras, juegos y asociaciones de ideas, etc. Comenzó a darle importancia a reír para hacer pensar, para elevar el espíritu, pero sin dejar de reír de lo escatológico, de lo vulgar, de los grosero. Pero arrinconó esa risa para disfrutar de ella solo en ciertos momentos y lugares, porque es parte del diseño humano y nadie la puede eliminar.
Entonces cuando vemos que los humoristas usan y abusan de esa risa de “bajo nivel”, por ser risa segura, por ser éxito seguro en sus presentaciones, me molesta. Esos humoristas deben hacer reír con esos temas en esos rincones (centros nocturnos, tarde en la noche, con alto nivel de alcohol, sin niños presentes, etc). Pero no, lo hacen en eventos culturales., en la televisión y en espacios y momentos donde le hacen daño a la sociedad, empezando por los niños.
Aclaro y repito, no estoy diciendo que no se haga ese tipo de humor, ni estoy diciendo que la gente no debe reírse de esos chistes. No malinterpreten. Solo digo que me gustaría que los humoristas lo hagan en espacios y momentos adecuados. Y la gente que desee reírse de eso, vaya a esos lugares. Y todos felices.
He leído que ese humor vulgar y grosero “está de moda”. No estoy de acuerdo, no es un problema de moda. Creo que la Humanidad está en decadencia, que ha involucionado en cuanto a la moral, la ética, el espíritu, el buen gusto y es por muchos factores. Entonces el humor vulgar y grosero, el escatológico, el sexista, etc., es un reflejo de que nos hemos acercado más al animal básico que somos, donde predomina ese humor, como ya vimos arriba. ¿Es una visión pesimista? Quizás, pero quiero tener esperanzas. Para ello pienso en los niños, en cómo ayudar a que se eduquen mejor, a que se cultiven mejor, a que piensen más y mejor. Así que el llamado es a los padres, profesores y adultos en general. A los pocos que aún ríen de cosas más “inteligentes”, a los que se ríen de cosas más “inteligentes” y también con cosas “de bajo nivel” y a también a los que se ríen con la vulgaridad y el mal gusto nada más. A todos, no importan que sean cultos o no, no importa que lean o no, no importa que valoren el intelecto o no, por favor, a todos, ¡¡que piensen en los niños!! Ellos aun tienen remedio. Y si esto le llega a los humoristas, por favor colegas, no se dejen llevar por el facilismo y el deseo descontrolado de triunfar a toda costa. Aunque no lo crean, el placer de esa risas que provocan con las vulgaridades y el mal gusto, es efímero y lo que les deja es peor.
Esto lo firmo yo, que no soy beato, ni intelectualón, ni mojigato, solo un simple humorista.
Gracias.
Tercer humorista en el Festival de Viña 2016
Lo siento, no voy a comentar sobre el humor en esta tercera jornada del Festival de Viña. Comencé a verlo y escuché gritos, chistes de una mujer que se acuesta con muchos, de pedos, de mierdas sin evacuar y en medio de wevá y wevón, zorra, puta la huevá escuché un discurso ¡en serio! sobre el feminismo. Sé que soy yo el del problema, porque vi al público reír mucho. Lo siento, repito, pero a mi me gusta el humor infantil, blanco, negro, absurdo, etc., pero más que eso, el humor elaborado artísticamente.
No me cuadra entonces que ella diga verdades con malas palabras y poniendo caritas de que "miren qué simpática soy" y riendo en cada cosa supuestamente graciosa, como si improvisara lo que dice y se sorprende de lo cómico que es. En fin, otro día que no pifian y me alegro, pero apagué el televisor.
