Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

¡Humoristas a la política!

descarga_2_7.jpegUna nueva noticia relacionada con el humor recorre Chile y como siempre, reflexiono sobre el asunto. Se trata de los humoristas escénicos Palta Meléndez y Bombo Fica, los cules ingresaron en las filas del Partido Comunista y del Partido Radical, respectivamente.

Parece que se ha puesto de moda que los humoristas ingresen de lleno en la política activa. Son los casos de Jimmy Morales, Presidente de Guatemala, Beppe Grillo en Italia, Alan Stuart "Al" Franken en Estados Unidos y en nuestro mismo país, Copano y Ruminot en Revolución Democrática.

En mi opinión, cada persona es libre de pensar como desee y si cree justo luchar activamente por una causa, pues perfecto. Mientras sus acciones y conceptos sean pacíficos y democráticos, ni un problema. Por lo tanto, los humoristas también tienen todo el derecho de hacerlo de igual modo, como cualquier hijo de vecino.

Sin embargo, hay algo en este tema que -para mí- cae en un campo algo “neblinoso”, por no decir turbio. Me explico.

Ante todo pienso que el humor no tiene color político. El humor no es de izquierdas ni de derechas. Lo demuestra precisamente esa lista de colegas que acabo de mencionar, donde encontramos conservadores y progresistas.

Ahora, veamos el tipo de humor que hacen todos o la mayoría de estos humoristas “militantes”. Se trata de un humor crítico, sea contra lo mal hecho en lo político como en lo social, económico, etc. La pregunta es entonces, si van a seguir haciendo sátira política, ¿podrán hacerla contra lo mal hecho, incluyendo los errores de su partido? si su partido es de oposición, es fácil criticar al bando contrario, pero si el partido es parte de la coalición de gobierno, ¿tendrán libertad para criticar a su gente con lo dogmáticos, rígidos y poco democráticos que son los partidos políticos? ¿No les tirarían las orejas? Sólo dejo la duda en el aire.

Claro, si hicieran humor blanco no tendrían problemas, pero no es así. Esos humoristas partidistas, si dieron ese paso es porque les interesa el humor contingente, el de posturas ideológicas.

De todos los mencionados, sólo soy amigo de Palta Meléndez y por conocerlo me da la impresión de que no cambiará su estilo de humor.

Ojalá les vaya bien en sus vidas y en sus profesiones. Y ojalá que no todos los humoristas tomen ese camino, para que la lucha contra lo mal hecho vaya en todas direcciones, porque ninguna ideología tiene la verdad absoluta y los partidos políticos, las religiones y todo tipo de agrupaciones están compuestos por seres humanos y sabemos que en todas partes hay gente buena, mala y regular.

 

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Confieso que he creado

cara71_15.jpg(Respondiendo una pregunta que me hicieron (quizás, ¿quién sabe?, con mala leche).
La mayoría de los escritores -me imagino yo-, aunque sea en su fuero interno desean que todos sus libros se conviertan en Clásicos de la Literatura Universal. Es obvio, ¿no?
Pues confieso públicamente que ese no es mi objetivo al escribir tanto los libros para niños como para adultos que me publican.
Claro que sería maravilloso, pero tengo completamente los pies en la tierra como para saber que jamás lo lograría. Por tal motivo desde el inicio me guió la idea de escribir con el objetivo de divertir a mis lectores. Porque de lo que sí no tengo dudas es de que soy un creador de humor y utilizo la literatura como canal para encauzar mi humor. Como lo hice con el teatro, la gráfica, la televisión, la radio, etc. Y soy muy feliz sabiendo eso, aunque se considere un límite mío. Palabra de honor que estoy muy satisfecho con mi obra.
 

También me hace estar en las nubes cuando mis libros sirven para motivar a leer a los niños. Porque ese fue -y es-, otro de mis objetivos. Creo libros para niños que odian leer, que leen poco y que no leen lo suficiente. Para ellos va dirigida mi obra infantil. Ojo: no escribo para adultos diciendo que es para niños, como hacen varios autores que escriben sólo para agradar a editores, críticos, jurados de concursos, etc.. Claro, siempre he comprobado que con mi obra también disfrutan los niños que leen mucho, los jóvenes y hasta los adultos. Eso me pasaba en escena, cuando niños con toda la familia iban a verme (o vernos) al teatro. Porque mi humor es generalmente blanco, lúdico.
Así que nunca seré un literato (yo respeto mucho el arte literario, por eso mi opinión. No confundir con falsa modestia), pero sí soy un escritor de humor que hace libros para divertir a todas las edades, repito. Y si a veces me acerco al concepto ortodoxo de literatura, no es porque me lo proponga. Así sale. Claro, a medida en que uno escribe mucho, agarra más oficio. Pero insisto, mi mayor orgullo es que me consideren un humorista que aprende, aunque sea mínimamente, los lenguajes de las modalidades artísticas que pueda, para concebir, a través de esos canales, el humor que me encanta.
Ya sé que el humor en la literatura es menospreciado. Pero esos son criterios de gente mediocre, siempre ha ido así. Yo sé que no es cierto. Además, hay algo tan importante como crear una Obra Clásica de la Literatura, y es formar al que la va a leer. Por suerte para mí, es alta la cantidad de niños que se han motivado a leer con mis libros divertidos. Eso sólo hace que valga la pena que siga creando.
Gracias.

 

 

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En Afganistán viví una experiencia infecunda, pero alucinante

h.jpgDía 1.

10:00 – Me recibió un vecino de un conocido mío que conoce al Presidente Kurzai, el cual sólo gobierna en la capital y no porque sea muy capitalista que digamos.

Lo primero que hice fue empaparme en la historia de Afganistán y empaparme de sudor, por no haber ventilador en el hotel.

Aprendí entonces que este país limita hacia fuera con Turkmenistán, Uzbekistán, Tadjiskistán y Pakistán, y limita hacia adentro con otro stán, con Stan Laurel, por ser flacos casi todos sus habitantes.

11:00 – Di una vuelta. No sé por qué se disputan tanto estas tierras, cuando sólo la décima parte de la superficie es productiva. Y esa décima parte es árida y seca, pero produce trigo para el consumo interno, pasas y cannabis (no sé qué es) para exportar.

Y a pesar de lo anterior, Afganistán ha sido arrasada por los aqueménidos, por Alejandro Magno, por los mauryas, persas, griegos, indios, mongoles, ingleses, soviéticos, talibanes y algunos turistas japoneses. Por último, está la invasión de USA. Y hablando de eso, ¿por qué siguen ahí? “Invasión justa, necesaria y noble”, dijo Obama, al recibir ¡el Premio Nobel de la Paz!

19:00 — Atardeciendo, descansé en una aldea y compartí con unos afganos, parece que influyentes, ya que nos brindaron pastel de pasas con cannabis (¡ya sé qué es!) de cena y… je, je… Me di cuenta de que esto es el paraíso… Je, je… ¡Qué lindo estallan los obuses en las montañas!... Je, je… Es preciosa esta arena verde y los camellos rosados voladores…

 

Día 2.

De 12:00 a 20:00 - Resaca.

A partir de las 20: - Resaca.

 

Día 3.

Hoy no lo pensé tres veces y seguí recorriendo estas tierras, a pesar de un gran dolor de cabeza. Debe ser por el fuerte olor a sudor de piojo que sale del turbante que me prestó anoche el vecino del conocido mío que conoce a Karzai, para no parecer tan turista.

Mi objetivo aquí es ver cómo le va al Mulá Hebatulá, si es terco como una mulá, con su objetivo de llegar de nuevo al poder total con sus talibanes, aunque para ello protagonice los hechos de sangre que con frecuencia salpican las primeras páginas de los diarios en el mundo.

Pero la verdad es que aquí no se ve nada, sólo desierto, tormentas de arena, movimientos telúricos y algunos animales raquíticos que llevan a sus seres humanos a buscar agua y viceversa. La guerra ocurre siempre a lo lejos. Todos, los ejércitos encabezados por los marines yankees y los talibanes, se ocultan bajo las montañas y a veces los generales de ambos bandos esconden tanto a sus soldados, que hasta se olvidan dónde los dejaron.

16:00 — Encontré una aldea de hombres superpatilludos. También observé seres con ventanillas en las caras (llamados burka afganos), pero no podría asegurar que son mujeres. Pero los hombres dicen que no les importa, porque “el que la burka la encuentra”, como dice un dicho popular de la zona.

Escuché una ametralladora a lo lejos y les pregunté: “¿Cuándo se retiran los americanos?”. “A los 60 ó 65 años, como todo el mundo”, me respondieron sin entenderme bien.

Con los superpatilludos compartimos unas cannabis hasta que, al rato, llegó una persona envuelta totalmente, sin siquiera orificios para mirar o respirar. Recuerdo que la saludé con una palmadita en el trasero, mientras le decía en broma “Hola, Gasparín” y para sorpresa mía, parece que no le gustó la gracia, porque tuvieron que aguantarla entre varios cuando me fue encima, gritándome en su idioma. ¿Algún tipo de tradición? Quizás. Las diferencias culturales son enormes. Bueno, con decir que no conocen al reguetonero Daddy Yanky.

22:00 — Me devolví corriendo muy angustiado al hotel en Kabul y lavé mis penas y el turbante en alcohol.

 

Día 4.

14:00 – Resaca.

20:00 – Después de comida corrí hacia al aeropuerto y en el trayecto escuché la explosión de un carro bomba. No supe nunca si los responsables eran los muchachos Al Qaeda, o los muchachos de Al Pacino.

“Todo bajo control”, me dijo el vecino del conocido mío que conoce al Presidente.

 

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No. 43

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Salmones:

1:1 Malaventurados los que viven hiperseriamente.
1:2 Malaventurados los que no ríen y se alegran.
1:3 Malaventurados los que no juegan.
1:4 Malaventurados los que perdieron el espíritu infantil al crecer.
1:5 Malaventurados los que evitan las fiestas.
1:6 Malaventurados los que no se divierten y se entretienen con nada.
1:9 Malaventurados los que no desarrollan su sentido del humor.
1:10 Malaventurados los que disfrutan este vida tan linda que nos regalaron.

Para gustos se hicieron humores

descarga_3_7.jpegUn amigo me pregunto cuáles son los humoristas que me gustan verdaderamente. Me imagino que al ver que critico tanto el humor que se presentó en el Festival de Viña, se imaginó que tengo un gusto extraño, o excéntrico.
Le respondo:
Pues me gustan muchísimos. Por ejemplo, los chilenos Coco, Chino Navarrete, Bombo, Dino, Alvaro Salas, Hervi y sobre todo Felo, me gustan , aunque ninguno es lo que hago, lo que me satisface. También Kramer, a pesar de su evidente falta de libreto. Y a pesar de no reír como yo quisiera, a todos los admiro y respeto. ¿Que me llenen completamente? Soy fanático (sin orden de nada) de Les Luthiers, Chaplin, Buster Keaton, Leo Masliah, Fontanarrosa, Quino, Ares, Boligán, Ajubel, Tres Patines, Grupo MozArt, PAgagNiNI, Triciclo, Mota, Daniel Samper, Woody Allen, Mark Twain, Chesterton, Cervantes, Jardiel Poncela, Robin Wiliams, Zumbado, Sala Manca, Groucho Marx, la comedia italiana de los años 60 y 70, Monty Python, Mr. Bean, Sirí Siiva, y muchos, muchos humoristas más de todas las manifestaciones artísticas. Como ves, es el Olimpo del humor, pero insisto, acepto hasta Dinamita Show cuando no se ponen vulgares.

El humor popular me gusta, pero que sea un Cantinflas, un Chavo, etc. Si no, que esos humoristas populares comiencen a superarse, porque si se quedan en la gracia gruesa y obscena de la calle, dejan de gustarme. En fin, para gustos se han hecho colores, dice el dicho. Y cuando comento sobre los humoristas de Viña, aunque no me ría con ellos, los acepto y los apoyaría más si pudiera, aunque los que se presentaron bajo las banderas del stand up comedy menos. El problema es de gustos (ya escribí sobre eso ayer). Y de los que se presentaron, me gustó menos la mujer por lo extremadamente vulgar, no por ser mujer, obvio. Y el que encuentro mejor es a Copano, sin embargo, de piel es el que menos iría a ver en un espectáculo. La prepotencia con que da sus mensajes serios me incomodan. Lo que más me interesa en estos comentarios (ya lo dije) es hablar del humor, no de los humoristas. Quisiera que se elevara el nivel de apreciación del humor y ese es el esfuerzo que hago. Convencido estoy de que la mayoría de la gente no estará de acuerdo conmigo, pero sé que debo insistir igual. Cuando nací como humorista con mi grupo La Seña del Humor de Matanzas, Cuba en 1984 (olvidé mencionarlo entre mis favoritos), nadie se rió cuando estrenamos, pero por suerte aplaudieron, pienso yo, porque sabían que era algo diferente a los chistes contados y el humor tradicional costumbrista o chabacano y nosotros seguimos contra viento y marea y logramos conquistar a toda Cuba, llegando a ser un grupo popular y de culto al mismo tiempo, a pesar de romper con todo lo establecido. Por eso es que yo critico mucho a los ejecutivos y productores de los canales que no se arriesgan, no experimentan. Ya sé que al principio costará y no ganarán tanto, pero después sí. No lo entienden. El humor blanco, inteligente, elaborado artísticamente es el que ha durado toda la vida. Es el humor universal, el que perdura porque es el más difícil de hacer (la gente no lo cree). Claro, junto con el sexual, el escatológico y la burla, pero éstos no elevan el espíritu, claro, es para los gustos más básicos, primitivos del ser humano. Excepto cuando la burla a un defecto del alma y no del cuerpo. Pero el humor contingente, siendo importante para medir sociológicamente, no dura. En un año más, por ejemplo, pocos recordarán al hijo de la Presidenta, al que todos le dan como caja ahora (merecidamente, claro). En fin, para mi gusto personal, prefiero el humor blanco, absurdo, hecho para pensar, lúdico, sano, bien elaborado artísticamente y a los humoristas de gran calidad que lo practican. Los demás (donde puedo caber yo mismo), es igual de necesario por la importancia de reír. Aunque reír de vulgaridades y burlas directas, no es importante. A subir el nivel entonces. Ya sé que es cuestión de mejor educación y nivel cultural. Como no puedo hacer más, este es mi granito de arena. Gracias por preguntar.

 

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¡Otro producto del Doctor Tuga! (No.2)

i.jpegTest No. 1

¿ES UD. UN IMBÉCIL O UNA IMBÉCILA?

Batería de Test: “Conózcase usted mismo o misma",

diseñado en el Centro de Psicosomatización Integral por el Doctor Tuga.

 

Marque en la casilla correspondiente, según su respuesta.

(Con una "x" si no sabe escribir, con una "y" si no sabe leer,

o con una "z" si se cree el zorro).

 

A) Si se da un golpe en un dedo, ¿nota Ud. que cualquier otro golpe que recibe después, siempre va a parar ahí?                                               

SI ___   NO ___   ¡QUÉ SÉ YO! ___   QUIZÁS___

B) ¿Se aprende Ud. de memoria las letras de los reguetones?

SI ___   NO ___   ¡QUÉ SÉ YO! ___   QUIZÁS___

C) ¿Quo vadis?

SI ___   NO ___   ¡QUÉ SÉ YO! ___   QUIZÁS___

D) ¿Piensa leer todo este test?

SI ___   NO ___   ¡QUÉ SÉ YO! ___   QUIZÁS___

E) ¿Es Ud. un imbécil o una imbécila?

SI ___   NO ___   ¡QUÉ SÉ YO! ___   QUIZÁS___

 

PARA SABER SI USTED ES UN IMBÉCIL(A):

1- Valore en un punto cada respuesta afirmativa. Si todas las respuestas fueron "si" y la suma le da seis puntos, evidentemente sumó mal, porque son solo 5 preguntas. Si rectifica y de nuevo le da seis puntos otra vez... es usted un imbécil o una imbécila. Por tanto, ya se conoció usted mismo o misma y hasta aquí su participación. Muchas gracias.

2- Quítese un punto por cada respuesta negativa. Excepto si no fue un "no" rotundo. De lo contrario, réstese  un % de puntos por cada respuesta.

3- Si contestó "¡qué sé yo!", súmele la mitad de los puntos cuando la respuesta fue afirmativa, multiplíquelo por dos, réstele la mitad, réstele también el número que había pensado al principio. Si al final el total le da seis puntos, ¡es usted de nuevo! (sí, el imbécil o la imbécila anterior y que no sabía sumar), así que por favor, abandone esto y ¡no me moleste más!

4- Si marcó alguna vez "quizás", no cabe duda: ¡es usted de nuevo! Si insiste en participar, ¡voy a tener que llamar a la policía! ¡Por favor...!

 

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Sexta presentación del humor en Festival de Viña 2017

descarga_4_7.jpegLe tocó el turno al señor Fabrizio Copano. Él es el más fiel representante del stand up comedy. Un género que se basa en la interacción con el público rompiendo la cuarta pared y apoyándose básicamente en el guión, con una forma natural de comunicación, sin relevantes elementos de actuación ni mucho menos.
Por lo tanto, me limito a decir que tres cuartos de su rutina se basó en lo político-ideológico y el resto en humor blanco, a veces picaresco, aunque no llegó a agredir cuando pasaba por la frontera. Según me percaté, dijo pocas malas palabras; aunque de esas pocas muchas fueron innecesarias, pero no quiero remarcar eso, porque parecería demasiado puritano. Sólo sí afirmo que yo no las diría en escena.

Puedo decir también que se ve que tiene una buena percepción de su entorno, de donde saca los materiales para sus guiones, que los procesa de manera aguda, con cierta tendencia al cinismo y la ironía dura.

Se ve que está en la parada de “no tengo pelos en la lengua”, “tengo derecho a decir lo que quiera”, etc. Y eso me parece bien. Sin embargo, no comparto la decisión de decir sus opiniones como si él tuviera toda la razón del mundo, si tuviera la verdad de la vida. No comparto que a veces use el micrófono para decir cosas serias, como un verdadero líder de opinión. Yo quisiera que respetaran que están haciendo humor, no dando discursos. O lo que es peor, que haga propaganda de su militancia política ideológica, descalificando al que no piense como él y los suyos. Por ejemplo, no toda la derecha es pinochetista, ni es corrupta, como tampoco me hubiera gustado que dijera que toda la izquierda es violentista o castrista.
(A propósito, me alegro de que no haya triunfado esa previa campaña para pifiarle a Copano solo porque era muy de izquierda. Es repudiable esa actitud).
Bueno, sigo, quizás yo sea un viejo de mierda, que ya estoy obsoleto y no estoy a la altura de esta juventud rupturista y que se las sabe todas.
No lo dudo. Yo sólo soy un creador que le gusta el humor elaborado artísticamente, incluso hasta cuando hago sátira política, o cuando critico lo mal hecho, cuando trato de abrirle la mente a mis lectores o espectadores sobre los errores y maldades de las autoridades. Pero no me gusta hacer campaña política-ideológica, no me gusta imponer mi pensamiento y menos de forma tan abierta.
Ojo, con mucho de lo que dijo yo estoy de acuerdo. Recuerden esta oración, para que en sus comentarios no me digan lo que piensa que yo pienso.
Ya lo dije en estos días en otro texto. Para mí el humor no tiene color político.
Claro, tiene derecho hacerlo y es válido el tipo de argumento de que al que no le guste que cambie de canal. Por supuesto que yo defiendo que él tenga el derecho a decir todo lo que dijo. Como yo tengo derecho a pensar distinto o no, y como tengo derecho a escribir estas líneas.
Bueno, conclusión, por momentos la pasé bien con ese señor (de nuevo pido que lean la oración anterior, para que en sus comentarios no aseveren que no me gustó para nada) y por momentos me molestó, pero prefiero mil veces mejor verlo a él que a los dos primeros que se presentaron.
Como espero se hayan dado cuenta, no estoy provocando ni atacando a los que se rieron mucho con ese señor, ni a los que comparten su ideología, ni a los que encontraron que es el mejor artista que ha pasado por el Festival en su historia.

 

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Quinta presentación del humor en el Festival de Viña 2017

descarga_17.jpegMe imagino que algunos dirán que es lo mejor que ha pasado por el Festival. Pero también otros dirán que no se rieron nada, como siempre sucede.
En realidad hay poco que decir. El señor Rodrigo Villegas pensó bien su rutina, porque le tocaba después de Maluma; es decir, actuar ante un público joven de dudoso gusto (me refiero a que son fanáticos de un género musical extremadamente básico y con letras chabacanas y vulgares). Así que comenzó con chistes sobre su gordura. Eso siempre funciona. Claro, hasta un punto, si te pasas y te ríes mucho de ti mismo, puede que provoques burlas en los espectadores al ver que ni tú te respetas.

Pero el hombre siguió con el tema de su obesidad y siguió y siguió. ¡Qué manera de arriesgarse! Pero le salió bien, por lo menos para los allí presentes. Hizo humor blanco, muchas veces pícaro, en ciertos momentos se pasó un poquitín, pero nada muy agresivo. Lo que sí dijo varios garabatos sin justificación.
Me imagino que por poco le da un infarto al ver que el público de la galería gritaba y él pensó que lo estaban echando a él, pero fue a un delincuente que carabineros se llevó. Un susto nada más.
Yo me alegro de que le haya ido bien, a pesar de que me hizo sonreír sólo un par de veces, pero la culpa es mía que soy muy exigente y prefiero otro tipo de humor, como siempre explico.

Entonces como no tengo mucho que decir de esta presentación, aprovecharé para aclarar algo importante para mí: estos comentarios críticos que he estado publicando sobre cada presentación de los humoristas en el Festival, ha tenido como objetivo solamente defender el buen humor, ayudar a la apreciación del mismo, ya que tengo la responsabilidad de que soy un humorista y estudioso del humor y siento que cada vez que tengo una oportunidad debo compartir humildemente mis conocimientos y experiencias en mi larga carrera en el humor. Por estas razones escribo estas reflexiones diarias. Y no para criticar a los colegas. Si se fijan, siempre en los análisis me refiero al humor este o aquel, pero no evalúo al humorista como debe hacer un verdadero crítico. Es que no me gusta hacerlo, por respeto al gremio y para que nadie piense “¡mira a este!”, “¿quién se cree?”, “¡Con qué derecho!” etc.
Así que a los que practican las viejas formas de hacer humor, a los que practican el stand up comedy y hasta los vulgares reguetoneros del humor, les deseo que les vaya super bien, que se superen los que necesitan hacerlo, que cambien los que han tomado una línea equivocada, en fin, a todos. Si se fijan, he subido siempre sus fotos con las Gaviotas en sus manos, siempre triunfantes.
Les digo de corazón que sigan haciendo humor y toquen techo. Ojo, les deseo eso, aunque vean que en mis comentarios confiese que no me he reído con ellos. Pero créanme, porque por encima de todo y de todos, está mi interés mayor: que la gente ría y ría con el humor bueno ojalá, pero si no, que ría con el humor mediocre y ya veremos cómo con educación y cultura mejoramos sus gustos. Lo importante es reír para la salud física y mental, más en estos tiempos difíciles.
Gracias.

 

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Stand up comedy versus vieja forma de hacer humor

descarga_1_12.jpegHe leído de opinólogos en los diarios que enfrentan, que ponen de enemigos, al estilo tradicional de hacer humor con el stand up comedy, inclinando sus preferencias hacia éste último argumentando eso de que “son los nuevos tiempos”, “lo que está pidiendo el pueblo” y otras frases que evidencian una ideologización; es decir, casi en primera lectura nos dicen lo necesario de pasarle la “retroexcavadora al viejo humor”, recordando el torpe, peligroso y tristemente célebre concepto expresado en nuestra política.

Para mí, total error. No existe un género, un estilo, mejor que otro. Ni la novela barroca es mejor que la poesía épica, ni la pintura abstracta es mejor que el cubismo, por poner dos evidentes ejemplos. Todas son manifestaciones artísticas de igual valor. Entonces no se trata de enfrentarlas, de enemistar a sus artistas practicantes.

Y también dejo bien claro que el humor no es de izquierdas ni de derechas. El humor es para divertir, también para hacer pensar, para criticar constructivamente lo mal hecho y satirizar a cualquier tipo de autoridad, por lo tanto el humor no está parcializado ni atado con nada ni nadie. Odio cuando lo manipulan.
Y en el arte, sólo existe el bueno y el malo. En nuestro caso, si un o una humorista tradicional presenta una rutina mala, el malo es él o ella, no el género. Si un “militante” del stand up comedy presenta una rutina mala, malo es él o ella, no el género.
A partir de este punto es mi reflexión.

En lo personal me gustan todos los estilos, todos los géneros de hacer humor, pero tengo mis preferencias, como es obvio. Me gusta el absurdo, de referencias culturales, me gustan los juegos de palabras, el humor blanco, el sano, el humor negro, el rupturista y el que hace pensar, claro. Por lo tanto, me gusta la forma de hacer humor de las generaciones pasadas sólo si lo hace bien. Y lo mismo ocurre para el humor que hacen las generaciones jóvenes. Incluso me gustan ambas aunque no me hagan reír. Porque respeto y entiendo el trabajo creativo de los colegas. Lo que sí no puedo es crear para esas dos formas de hacer humor, ni la tradicional, ni el stand up comedy. Es limitación mía, obvio, porque pienso que lo haría mal. Pero, repito, igual las respeto si se hace un humor de calidad.
Sin embargo, siento que el stand up comedy merece una reflexión mayor, porque es algo más nuevo, aunque no estoy convencido de eso tampoco, así que diría mejor algo más de moda.
Primero deseo recalcar que no pienso que sea mejor o peor que otra modalidad de un solista haciendo comedia en escena, como son los monologuistas, narradores orales, cuenchistes, etc.
Pero sí confieso que me parece muy difícil hacerlo brillante y muy fácil hacerlo mediocre.
Está bien, lo acepto, es una declaración al parecer polémica. Pero déjenme explicarme.
He escuchado fuertes críticas hacia los que practican el stand up comedy, argumentando que apenas actúan (no hacen personajes la mayoría de las veces), que se apoyan sólo en sus textos, que muchos ni tienen vis cómica y se atreven a pararse delante del micrófono a decir verdades o críticas directas que el público quiere oír y nada más. Yo he visto bastante de esos colegas y puedo asegurar que, como en todo las demás modalidades, la calidad no depende de las modalidades mismas, sino del criterio y del buen gusto del artista. Obvio que hay comediantes malos, regulares y buenos. Y todo dependerá del gusto y formación de cada espectador también. Pero el abanico es grande y abarcador para todos los gustos e intereses.
En mi criterio, el stand up comedy tiene un doble filo a tener en cuenta. Por una parte, comparado con las demás modalidades, es cierto que se requiere de menos lenguaje actoral, poco dominio del arte teatral. Se apoya demasiado en el guión, en el contenido de lo que se desea comunicar. Y todo eso atrae mucho a los mediocres –con algo de vis cómica o con casi ninguna-, que ven una oportunidad de convertirse en artista con su poco talento. Buscan temas que saben que el público aplaudirá, porque son verdades y las pueden decir sin elaboración, sin creatividad y serán bien recibidos igual. A eso se le agrega un racimo de groserías, malas palabras y vulgaridades, o burlas directas a personas con nombre y apellido, asegurando la risa además del aplauso. Sin contar que apenas se percibe un hilo conductor en las presentaciones y no hablemos de dramaturgia en sus guiones. Por último, esos mediocres aprovechan y "cuelan" en su rutina un buen párrafo "en serio", sobre un tema importante (política, sexismo, feminismo, corrupción, etc.) y se cree que con eso gana en relevancia, en prestigio su propuesta escénica o se convierte en comediante inteligente y culto. Para mí lo único que consigue es una peor evaluación, porque si desea dar moralejas, enseñanzas o discursos políticos, que lo haga, pero que incursione en otra modalidad, no en el humor. Y esto sirve para hombres y mujeres, porque yo no veo diferencias de género. De nuevo lo mismo: son buenos o malos artistas, esa es la única condición que entiendo.
Así que, lamentablemente, el stand up comedy les da esa posibilidad a los mediocres, como nunca antes dentro del arte de hacer humor, hay que aceptarlo.
Pero por otro lado, esa misma modalidad le da también la oportunidad al talentoso, que estudia su presentación, analiza y practica las pausas debidas, la entonación precisa, el gesto adecuado, la inflexión, el movimiento, la expresión y hasta el vestuario, la luz, el efecto de audio, etc. (domina entonces el lenguaje actoral y teatral) y con ingenio, profundidad, agudeza y elaboración artística dice esa verdad en el contenido de sus guiones, que el público siempre ríe y aplaude, pero porque premia la creatividad, la imaginación, las sutilezas y agradece que los haga reír y pensar. Y no tiene que decir una palabrota o grosería sin razón, sino sólo cuando es necesaria, ni tocar temas ordinarios o repulsivos. Hay que respetar el arte y los escenarios, no por puritanos, ni conservadores, sino por algo tan simple como elevar el espíritu.
En fin, ese talentoso artista tiene una mayor oportunidad de expresarse, de llegar a un público, que en otras modalidades de peor acceso, es cierto, ya que no se necesita producción, sólo un buen guión, prestancia y vis cómica. Así que por esta razón también es valido e importante el stand up comedy. Somos nosotros, los consumidores, los que tenemos que saber distinguir entre el abundante mediocre y el verdadero creador.
Lo demás es hacerle el juego a los talibanes ideólogos con tribuna, a los ignorantes maleducados que se esconden en el anonimato de las redes sociales y a los opinólogos públicos resentidos que tratan de enemistar a los humoristas y arrastrar con ellos a los receptores inocentes.

 

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Cuarta presentación del humor en el Festival de Viña 2017

descarga_2_8.jpegEs un placerazo no redactar estos comentarios sintiendo la mezcla del enojo, rechazo y dolor, al ver a mi querido humor pisoteado por el mal gusto, la chabacanería, grosería, vulgaridad o el facilismo, el oportunismo o la ignorancia y los complejos.

Lo anterior lo digo por lo que hizo el representante de la cuarta noche del humor en el Festival.

El señor Ja Ja Calderón pertenece a la vieja escuela, que por vieja no significa caduca (y lo digo pensando en mí también).

Utilizó en su rutina un abanico de tipos de humor.  Mayoritariamente desarrolló la crítica político-social y en ella encontré sátiras e ironías que clasifico dentro del humor. E hizo críticas burlonas no humorísticas que también dan risa, claro, pero que no es humor. Y además, dijo verdades directas y todos sabemos que las verdades provocan aplausos y risas de complicidad y aprobación. Siempre un tema delicado, como una crítica al gobierno o hacia alguna autoridad, sobre todo diciendo nombres y apellidos, como es algo que uno también desearía hacer pero no tiene cómo expresarla públicamente, nos identificamos con ese artista en escena que la dice y de esa manera uno ríe y aplaude de la alegría de ver que alguien “hizo justicia” diciéndolo por uno

Ja Ja Calderón también usó por momentos –para mi placer-, el humor negro, el humor costumbrista, el blanco con picardía y muchos juegos de palabras (algo que a mí me encanta).

Por lo tanto, sin ser brillante su rutina y sin ser un humor (en su mayor parte) que yo prefiera, me gustó mucho que triunfara.

Porque sin importarme si a muchos les encantó o no les gustó nada, siento que se hizo justicia, y por su trayectoria también. No es fácil llevar 20 años escribiendo humor, alimentando con sus guiones a otros colegas. Y más cuando tiene talento para el juego de palabras, el humor blanco y negro. No lo conozco personalmente, pero no me da que sea su principal objetivo hacer humor de crítica política. Lo hace, me imagino, porque hay que comer. Y como es talentoso, agudo observador y un gran creador, le sale bien. Pero de nuevo reitero, lo mejor: no se lanza a las manos de la vulgaridad y la grosería para hacer su arte.

Lo felicito. Aunque no me haya sacado tantas risas (por un problema de mi gusto personal), me alegro de que lo hayan premiado.

Y una última cosa. Por muy bien que le fue (20 veces mejor que los dos primeros), su rutina fue demasiado localista, algo que sigue en deuda en un Festival,  el cual se supone sea internacional.

 

 

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