Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

Eufemismos políticamente correctos

images_1_9.jpegSon insoportables los eufemismos. Es terrible escuchar un dicho “políticamente correcto”. En Chile abundan por desgracia.

Me erizo cada vez que oigo o leo el giro “apremio ilegal” para evitar decir “tortura”, como las que se aplicaron en la dictadura militar.

Me molesta cuando los políticos se califican como “centro derecha”, siendo de RN y la UDI, que todos sabemos son de derecha dura. O como “centro izquierda”, siendo de la Nueva Mayoría, que sabemos se desplazó a la izquierda de la Concertación, incorporando al PC incluso, que es izquierda dura.

Pero esto no sucede solo en Chile, obvio. Por ejemplo, a mí me incomoda cada vez que voy a Estados Unidos y escucho que le dicen “afronorteamericano”, a un negro. Señores, si ellos son negros de piel, ¿qué malo tiene decirles negros? Si alguien usa esa u otra palabra para discriminar, entonces que lo demanden y sea castigado civilizadamente.

Cuántas veces no caminé por calles cubana y los negros al dirigirse a mí me decían “blanquito”. Hace poco me enteré de un discurso pronunciado en una Universidad por Samper, el gran humorista colombiano, que dijo refiriéndose a este mismo punto: “si evitamos decir “negro”, entonces deberíamos cantar: “Mami, ¿qué será lo que quiere el afrocolombiano?”. Y es cierto.

Y volviendo a Chile. Ya van varias veces que escucho en una promoción el giro: “baile entretenido”. ¿Existe un baile aburrido? ¿La gente decide ponerse a bailar un baile para pasarla mal? Es increíble. La otra es “cultura entretenida”. ¡Qué disparate! Pero en fin…

Todos esos eufemismos y dichos políticamente correctos me llegan hasta “donde el sol no me da” o hasta “donde se acaba la espalda” (dos frases para evitar decir “culo”).

 

firma3_13.jpg

Reflexiono en carta abierta a Álvaro Salas

descarga_4_3.jpegLe escribo esta carta al señor Álvaro Salas, aunque no creo que se entere, porque yo no haré más esfuerzo que este de subirla aquí. Así que si alguien lo ve por ahí se lo dice, por favor.
Estimado colega:

No sé si el periodista de lanacion.cl que escribió sobre Firulete, adjetivando equivocadamente al humor blanco y que yo comenté hace poco en facebook, lo hizo por casualidad o lo hizo a raíz de tus declaraciones, esas por las cuales te están linchando ahora otros del gremio en programas faranduleros.

Tú dijiste que te preocupaba el "humor sin censura", defendiendo el humor blanco. (Para los que no son chilenos, Álvaro Salas es un especialista del chiste blanco brevísimo). Pues enseguida, como sabes seguro, tus dichos sacaron ronchas en los colegas que no hacen ese humor blanco, sano, inocentón.

Debo aclararte que a mí me encanta el humor blanco y trato de crearlo junto al humor que hace pensar, y al absurdo, al negro y al humor infantil. Y sé, porque tengo desarrollada mi capacidad de autocrítica, que no se me da bien el humor político, ni el picaresco, ni el costumbrista, ni el ácido y menos el sarcástico. Pero eso no quiere decir que no los valore, que no los disfrute y que me encantaría tener el talento para hacerlo. Por tal motivo debo añadir, para aclararte, algunos puntos importantes para mí.

-Humor blanco no es lo contrario de humor negro, como le escuché decir a un humorista que te atacó. El humor negro es el llamado "humor cruel" y puede llegar a ser inteligente y hasta terapéutico (lo he experimentado en mis talleres). Y no es el humor vulgar, le aclaro al colega.

-Todo humor que haga reír o sonreír sanamente es bueno para mí, esté clasificado en la modalidad que sea.

-No existe una modalidad o género dentro del humor que sea mejor que otro.

-El humor blanco no está pasado de moda (ni nunca lo estará), como quieren hacernos creer algunos humoristas y periodistas.

-Estoy de acuerdo con "el humor sin censura", desde el punto de vista de la libertad de expresión. Por ese motivo me siento hasta en la obligación de aceptar el humor que hacen, por ejemplo, los humoristas de la revista Charlie Hebdó, el cual detesto. Pero prefiero que exista a que lo censuremos (o peor, eliminemos, como intentaron hacer esos locos, asesinos, salvajes e incivilizados yijadistas).

-Así que no estoy de acuerdo para nada con el humor discriminatorio, de despiadada burla, etc. Pero tampoco con el humor vulgar, grosero y de mal gusto.

Ojo, no se trata de decir o no malas palabras, o de usar el doble sentido en el tema sexual, o el humor picaresco. Se trata de hacer arte y no usar ese recurso por gusto, sin razón, sin justificación, solo porque se sabe que hace reír y/o porque "así habla el pueblo". Esos tipos de humor agreden nuestro intelecto, nuestro espíritu, nuestro buen gusto y a la razón de ser del arte, del humor. Yo no lo haré jamás. Pero, como ya dije, estoy a favor de la libertad de expresión, por lo que debo aceptar que haya colegas que lo hagan. Solo les pido a los que tengan poder, que permitan hacer ese humor nada más donde y cuando se pueda hacer. Y ojalá no lo programen en los medios masivos, porque malforma a los incautos que lo consumen sin saber que les hace daño. Pero si se equivocan y lo programan, me encantaría que la gente sepa que puede "cambiar de canal" . Así, el que desee consumir ese humor tiene derecho a hacerlo y el que no quiera que no lo consuma y todos felices.

Entonces, Alvarito, que te critiquen porque hayas repetido alguna rutina, o porque un día no contaste con excelencia un chiste y cosas así, pero que no te critiquen por seguir haciendo tu característico humor blanco, porque éste jamás morirá, ni estará por debajo "del que se hace en estos tiempos", como argumentan algunos para justificar su mal gusto.

Estoy contigo y te felicito por tu carrera.

Saludos.

 

firma3_17.jpg

Día Internacional del Cuento

descarga_1_35.jpegHoy 20 de noviembre se celebra el Día Internacional del Cuento.
Esta idea partió en E.U. en 1988. Un señor, G. Pinkerton, imaginó una noche de cuentos, compartida por todos los narradores del mundo, para brindar alegría y paz. La idea se puso en práctica y se extendió, pero aún no es tan conocida. Por lo menos en Latinoamérica. Quizás sea porque no es tan comercial, como el Día de las Madres, del Padre, del Niño, del Tatarabuelo, o de alguna profesión, donde te estimulan y presionan a comprar reglaos y gastar dinero.

Por tal motivo, yo digo que si fuimos capaces de importar una tradición también de E.U. como Halloween, aún sabiendo que nuestros niños engordan con tantos dulces, propongo que importemos ésta, que sin dudas es más beneficiosa, porque le "engordaremos" el espíritu a nuestros niños.

Así que en éste Día, felicitemos a los escritores, ilustradores, cuentacuentos, editores y a todo el que se relaciona con los cuentos. Y al que le guste regalar, que regale libros de cuentos. Pero no sólo eso, hagamos algo realmente más importante: un Día como hoy, todos los que habitamos este Planeta tan convulsionado, deberíamos leer un cuento para celebrar la fecha. Y también incluyamos leerle un cuento a los que no saben leer.
Y si fuéramos inteligentes eso mismo lo deberíamos seguir haciendo todos los días de nuestras vidas. ¡Cómo cambiaría este mundo!

Y termino felicitando a todos los que vivimos del cuento!

 

firma3_29.jpg

¿Puede el humor ser brutalmente inocente?

descarga_12.jpegSe publicó en lanacion.cl un texto sobre el recién fallecimiento de "Firulete". Y en esa nota lei algo sorprendente. Decía que el reconocido humorista chileno fue algo así como el baluarte de un humor "brutalmente inocente". ¡Es para no creer!

Primero, mencionaba que ese humor era como "antiguo", como "pasado de moda". Y segundo, el término "brutalmente" como lo definió el autor del artículo, es una cosa realmente monstruosa. Quiero asegurar aquí que el humor inocente, infantilón, blanco, jamás pasará de moda.

Y si ese autor piensa que el humor burlón, grosero, vulgar, de doble sentido o sarcástico es mejor, más "intelectual", o de mayor calidad per se que el inocente, su opinión deja mucho que desear.

Por supuesto, si se refiere a que en la actualidad cada día se incrementan más los humoristas que practican el humor no inocente, estamos de acuerdo. Pero no significa que el humor de Firulete esté demodé; lo que quiere decir es que nuestros creadores y consumidores de humor han bajado el nivel de calidad, lamentablemente.

Por favor, amigos lectores, no se dejen engañar. Todo humor sano es bueno, todo lo que produzca risa sana es bueno, incluyendo la misma burla, con sus variantes de sátira, caricatura, parodia, broma o ironía, cuando son cosntructivas, incluso puede ser positivo el doble sentido cuando es de buen gusto. Aunque nunca será bueno el humor burlón cuando la víctima de esa burla sufra y nunca será bueno el humor grosero, vulgar, de mal gusto. Sin embargo, el humor infantil, blanco, incluyendo el que hace pensar, claramente, es fundamental en el ser humano. Cuando el humor inocente, como él dice, falta, faltan entonces muchos valores humanos.
Vaya mi homenaje a Firulete, que jamás hizo uso del humor vulgar, jamás dijo malas palabras injustificadamente y siempre nos hizo reír con esa inocencia que para algunos es un defecto.

Esta es mi humilde opinión.

 

firma3_17.jpg

Actualización de mi carrera

Ahora que los cubanos tienen un poco más de acceso a Internet, me están contactando por interno en FB, por correo electrónico, o por esta página. Y como hace tiempo no saben de mí, me preguntan, si no he seguido en mi carrera como comediante, porque han visto en mis páginas web que ya no actúo como antes, como cuando estaba en la Seña del Humor de Matanzas.
A ellos y a los que les pueda interesar les hago un resumen de mi vida profesional:
En 1991 llegué a Chile a escribir la última temporada del Programa Pin Pon, junto a Aramís Quintero, el cual regresó y yo me quedé haciendo teatro, radio, cine y televisión.

Me fue muy bien, debo decir, lo que hizo que pudiera traer a mis hijos, al resto de mi familia y hasta amigos. 

En el año 1995 que visité Cuba. Al regresar a Chile me encuentro con la sorpresa de verme sin trabajo en el canal 13 donde actuaba desde casi 2 años en la sección "Departamento de Soltera" en Sábado Gigante Internacional y en el diario La Tercera, donde escribía una columna humorística todos los domingos. Algo curioso porque fue al mismo tiempo y sin explicaciones lógicas. 
Ahí decidimos con mi mujer abrir un pub-restaurante donde actuábamos los fines de semana algunos de La Seña (Pible y Pedrito, los cuales ayudé a venir) y yo. Después dejamos el pub y abrimos una clínica de rehabilitación. Pero nada de eso duró mucho, porque me llamaron de Televisión Nacional para hacer los guiones de un programa y nos liberamos de los negocios.
Cuando en el año 2000 renuncié a la tele, después de varios años de guionista, comediante, formador de libretistas y humoristas en la Escuela de Telntos, y hasta de Director de Humor del Área de Entretención de Televisión Nacional, dejé de hacer humor escénico o audiovisual.
Recuerdo que comencé a estudiar con mucho ahínco la teoría del humor y su aplicación como crecimiento personal, pedagogía del humor, humor y empresa, etc. Esa vía comenzó a dar sus frutos económicos, pero no los suficientes. Por suerte, en esa época, mi amigo Luis Pescetti me convenció de que si había escrito varios programas infantiles para la televisión chilena y si era creador de un humor tan “blanco” y lúdico como el de La Seña, ¿por qué no me dedicaba a la literatura infantil humorística, que era un nicho casi sin competencia en Latinoamérica?
Entonces me mantuve estudiando y trabajando la teoría y la aplicación del humor, al mismo tiempo que comenzaba a escribir libros de humor para niños y logré que me publicaran reconocidas editoriales tanto aquí en Chile como en Argentina al inicio y en otros países después. 
Ya tengo más de 50 libros publicados. Después, con mi hijo Alex, el ilustrador, creamos el dúo "Pelayos", para hacer libro-álbum (ya tenemos dos distinciones una nacional y otra internacional), para hacer humor gráfico (ya tenemos siete premios internacionales), y también fundamoswww.humorsapiens.com., uno de mis grandes orgullos. 
A esa altura tuve un enorme empujón en mi carrera al incorporarse mi esposa Mireya como mi representante, haciendo lo que yo no podía hacer y de una forma brillante. Tuve suerte, sí. 
Y hasta “abrí otro frente” en mi vida profesional, al crear un programa de motivación lectora a través del humor y especializarme más en pedagogía del humor. Pero el bichito de la actuación humorística seguía mordiéndome por dentro y cada vez que podía actuaba para adultos, cosa que he hecho esporádicamente en Santiago de Chile, Toronto, Buenos Aires, La Habana, Matanzas y hasta en Boston y Miami (en esta ciudad experimenté de nuevo en la tele por dos meses y salí huyendo de nuevo). 
Entonces se me ocurrió montar un espectáculo para niños donde los protagonistas principales fueran mis libros, usando mi experiencia en las tablas, más música, el arte del cuentacuentos, etc. y creé los Conciertos Lectores que me han dado grandes satisfacciones, porque además de saciar mi sed de actuación, motiva a leer a los niños. Y todo sin abandonar ninguna de las otras actividades relacionadas con el humor que hago, como asesorar tesis de grado, impartir conferencias o ponencias en Congresos Internacionales, dar talleres de cómo escribir con humor, etc. Incluso incorporé una actividad más: comencé a publicar libros d ehumor para adultos, algo que me tiene feñiz.
Por lo tanto, no me quejo. Y cuando me preguntan: ¿por qué no seguiste en la actuación como hacías en la Seña? No es fácil de explicar que continúo en el Humor, pero no con la dedicación como comediante de antes y aunque estoy muy orgulloso de lo que aprendí y de lo que logré con La Seña en Cuba, no puedo desconocer que en Chile he mantenido mi carrera en el humor, pero mucho más ampliada, y también la he internacionalizado. Pero sobre todo, he conseguido darle otra dimensión que me llena más y que va más allá de la actuación. Me refiero a hacer que un niño lea, lograr que alguien mejore su calidad de vida solo con reír más, saber y aportar en la teoría de lo que hago, amén de seguir haciendo reír o sonreír a la gente por diferentes vías, haciéndolos pensar al mismo tiempo.
Sin dudas, soy un afortunado, lo confieso. Me ha ido bien. Mejor de lo que me imaginaba. Soy un consentido del humor y con sentido del humor suficiente para crear durante todo este tiempo y ojalá hasta el último día de mi vida. ¿Qué más se puede pedir? 
Espero que con este largo discurso-mamotreto haya actualizado a mis amigos, conocidos y seguidores de La Seña de allá y también haya informado a más de un amigo nuevo, tanto chileno como de otro lado. 
Muchas gracias por leer hasta el final algo tan aburrido.

 

firma3_13.jpg

Enfermos de debilidad

descarga_2_14.jpegSi a una persona de más de 18 años usted le dice que no le eche sal a las comidas y esa persona no le hace caso y cada vez que come vacía el salero en sus alimentos, llegará el día en que se hará hipertenso y hasta le podría dar un ataque al corazón, ¿no es cierto? Supongamos entonces que se salva, pero vivirá como un enfermo. Eso significará gastos y desgaste para la familia y gastos y desgaste para la sociedad, porque esa persona no tendrá recursos suficientes para luchar contra una larga enfermedad y el Estado tiene el deber de cuidarlo gastando el dinero de todos y con el desgaste de todos, porque sabemos que lo que tiene es una enfermedad y no se le podría abandonar a su suerte. Sería inhumano.

Pero no podemos negar que esa persona tiene mucha responsabilidad en eso de convertirse en un enfermo, ¿no es así?

Entonces creo que se merecen aunque sea un regaño y se merecen también que les exijamos más que se cuiden.
Pues eso mismo sucede, según mi modesta y molesta opinión, con los adictos a las drogas.
Amigos y amigas, yo no estoy en contra del consumo de drogas "recreativas"; es decir, que me importa un comino si alguien se vuela de vez en cuando con cualquier tipo de droga y controla no caer en la adicción.
Yo confieso -aunque sea difícil de creer por haber llevado una buena parte de mi vida en la bohemia-, que jamás he consumido otra droga que no sea el alcohol y la nicotina. Cuando me convencí de que el cigarro me hacía daño, lo dejé. Y, por suerte, siempre he controlado al alcohol para que no pase de ser un estimulante festivo (cosa difícil de lograr, porque te pasas por un trago y en vez de ser festivo te deprime). Y si no he probado nunca la marihuana, la pasta base, la cocaína, etc., es por lo mismo que no juego en casinos ni con máquinas tragamonedas, porque podría convertirme en un ludópata fácilmente. Soy un apasionado por personalidad y sé que si "pruebo" algo que no debería, caeré sin remedio en la adicción. Por eso me controlo. Soy una persona débil. Sí, soy débil, pero tengo la suerte de que me sé controlar. Por ello lo que me molesta es que los débiles como yo no se midan y se vuelvan viciosos; es decir, enfermos. Y la familia y la sociedad tenga que cargar con el problema, porque "como la adicción es una enfermedad hay que gastar y desgastarse en cuidarlo". Me jode la irresponsabilidad de ese débil que se arriesga tanto al drogarse.
¿Qué podemos hacer como sociedad? Supongo que efectivas campañas de prevención, para que el débil no caiga en el vicio. Una campaña con la información amenazante de que podrá convertirse en un guiñapo humano, en un solitario, en un impotente, en un inútil, en un antisocial, en un zombie, y qué sé yo qué otras desgracias buscando el lado que le duela y que eso sea más fuerte que la atracción que ve en las drogas; como esa de la oportunidad de evadirse de la realidad que le es tan adversa. Porque sabemos que muchos se dan lástima y les complace sentirse víctimas y se autoconvencen de que la única salida es no vivir la vida a consciencia y que es mejor vivirla en otra dimensión. Otros confiesan que se drogan porque perdieron el "idealismo" y "la sociedad actual es una porquería, injusta y cruel".
Yo no estoy de acuerdo con eso. Idealismo siempre hay, y del bueno. Existen causas suficientes para luchar con la mente clara: el humanismo, la solidaridad, etc. Así que veo más una justificación a su debilidad que otra cosa en esas posturas.
Sin mencionar aquí el daño que le produce a la sociedad los narcotraficantes (macros y micros) y esos adictos que necesitan robar y hasta matar para satisfacer sus vicios (cada día aumentan más), etc., etc.
Solo reflexiono aquí sobre los seres humanos débiles, los considerados como enfermos y que no podemos abandonar, obvio.
Pero sin dudas, el ideal es lograr prevenir "la enfermedad". Y abrirles los ojos para que se cuiden ellos mismos, darles más responsabilidad en sus vidas, en y con sus familias, en y con la sociedad. En otras palabras, capacitarlos para que consigan un mejor nivel de autoconocimiento, de autocrítica, para que descubran sus debilidades.
La vida es muy linda y hay que entregarse a ella con intensidad, pero evadiéndose con drogas no se logra esa calidad de vida.
Gracias.

 

firma3_15.jpg

No. 142

cara61_131.jpg

Por años me cagaron sin darme papel higiénico para limpiarme. 

Ahora me cagan para darme el papel higiénico bien caro (*)

 

(*) Por las preguntas que ya me han hecho, debo aclarar mi texto: La primera línea no la entienden bien algunos chilenos y la segunda línea no la comeprenden muchos cubanos. Había que vivir en Cuba y en Chile como yo para saberlo. Por eso para el resto de los pueblos del mundo el texto no se entiende, porque no saben que en Chile las grandes empresas que comercializan papel higiénico se coludieron para regular los precios ilegalmente. Y en Cuba, mientras viví allá, jamás usé papel higiénico (sólo diario Granma y Juventud Rebelde). En resumen, el chiste es una mierda y no tengo posibilidades en esta vida que me tocó de limpiarlo normalmente con papel higiénico, como hace la gente marcada por otros destinos.

 

 

Un colega habla de mí y le respondo (en buena, obvio)

descarga_1_5.jpegYo no soy rencoroso ni me duran mucho los enojos. Y la raíz de mi molestia era cierta y justa, porque puedo señalar varios hechos que lo demuestran. Poco después hasta me escribieron colegas de esos años que no se fueron de Cuba, pidiéndome hasta "mi verdadera historia de La Seña del Humor". Porque allá estaban ignorando y ninguneando cómo realmente sucedió ese fenómeno del humor cubano surgido en esa época.

Y a Eduardo del Llano le digo -y él menciona en su texto que nunca rompí con él, cosa que es cierta-, que a pesar de mi "encabronamiento", nunca dejé de ayudarlo en lo que podía, cuando me lo pedía, ya que una cosa no tiene nada que ver con la otra. Así que solo me alegro mucho de que haya escrito este texto. Uno se siente mejor así. Mil gracias.

Aquí reproduzco ahora ese artículo de él, pero pueden verlo, si lo desean, en EduardoDelLlano.com

 

firma3_16.jpg

SEÑALIZADO. 27-10-2015

En 2010 me reencontré con Pepe Pelayo y Aramís Quintero en Santiago de Chile. Les mostré GNYO, el documental acerca de NOS-Y-OTROS que había terminado un año antes. Pelayo, sobre todo, reaccionó con suspicacia: según él, tendría que haber hablado mucho más de la Seña del Humor –en la película sólo se les menciona una vez– y más tarde insinuó en la red que aquello era parte de una campaña destinada a ignorar la trascendencia de La Seña en la cultura cubana. Le expliqué que no, que nadie me ordenó hacerlo, que era un documental sobre mi grupo, no sobre todo el movimiento humorístico de los 80, que me encantaría realizar otro acerca de La Seña, etcétera. No quedó convencido, aunque tampoco rompió conmigo. Aramís, en cambio, fue mucho más positivo, e incluso se prestó a oficiar de notario en una boda virtual que celebramos mi pareja de entonces y yo… pero esa es otra historia. Aunque les aseguro que había que verlo fungiendo de notario.

Lamenté mucho esa reacción inicial de Pelayo, porque para mí ellos eran dioses y La Seña el Olimpo: el mejor grupo humorístico, probablemente, que ha habido en la Cuba revolucionaria. Los más versátiles, los más creativos, y desde luego los más divertidos. Fundado en 1983, lo primero que leí de ellos fue un alucinante Menú que La Hiena Triste reprodujo del semanario matancero Yumurí. En ese menú aparecían platos como huevos cocidos, y debajo huevos zurcidos, huevos bordados… El epistolario entre Pelayo y Pible, por entonces director de La Leña de Santa Clara, era un prodigio de uso ingenioso del idioma; la Editorial Capiro lo publicó en 1994, bajo el título El cartero en llamas dos veces.

Pero era en escena donde los tipos no tenían rival. Hablo de la época de Sala-manca, un grupo formado por actores egresados del ISA, entre ellos Osvaldo Doimeadiós y Leonardo García; de La Leña, con Telo, Pible y Baudilio Espinosa; de NOS-Y-OTROS; de los Hepáticos con Omar Franco y Otto Ortiz, de Onondivepa con Ulises Toirac; en una palabra, de colectivos esenciales… y sin embargo la Seña, para mí, era el más completo de todos. Sólo el dúo formado por Pelayo (un tipo grande y expansivo) y Aramís (bajito, correcto, del porte intelectual que uno esperaría del poeta que es) en piezas como el Duólogo o Roberto Roberto lo hacía a uno retorcerse de risa, además de quedar pasmado ante la agudeza del texto. Y luego estaba el resto del grupo, con varios músicos de talento, personajes inolvidables como el anciano cantante Yunisexis López (Antonio Carbonell) y su interpretación de Para Elisa Crespo, números clásicos como la Controversia campesina, el coro de los Caballeros Templarios o el programa televisivo El hombre y su instrumento… musical. Sus puestas en escena, el uso del vestuario y la utilería, su sentido del espectáculo, no tenían, repito, competencia posible en nuestro medio. Recibieron, como todos nosotros, el tremendo impacto de Les Luthiers (que actuaron en La Habana en 1983 y 1984), pero procesaron esa y otras influencias en un estilo propio, como debe ser.
Los integrantes de La Seña eran famosos además por jodedores –y eso no es poco, créanme, en un contexto en que todos lo éramos–, y sus castings en provincia, por… originales. Llegaron a crear un festival en Matanzas, instaurar un premio (el Melocactus matanzanus) y hasta publicar una revista, Seña, de la cual salió un solo número (en 1988). En 1991, Pelayo emigra a Chile; la mayoría fue tras él a diversos destinos. A Rubén Aguiar –estupendo trovador, por cierto– me lo encontré en Madrid años más tarde, y por un tiempo nos vimos con frecuencia; cuatro minutos antes de comenzar el año 2000, los NOS-Y-OTROS, reunidos para celebrarlo, pusimos Siglo XX, un hermoso tema suyo que resumía la centuria que se iba. A Pelayo y Aramís, como queda dicho, los vi en Santiago en 2010; con Moisés el loco (integrante en la actualidad del dúo cómico Los Robertos, y que, de tan loco, es el único señero clásico que sigue en Cuba) tropiezo en la TV o en la calle a cada rato.

Aunque llevaron a escena un montón de espectáculos, escasean las grabaciones de La Seña. La TV cubana debe conservar algo todavía; por ahí andan videos de presentaciones de Aramís y Pelayo en La Habana, en un homenaje allá por 2002, con los pocos números que podían hacer como dúo (Duólogo, Roberto Roberto, El poeta primerizo, Los pescadores, este último escrito y estrenado previamente en Chile). JAPE, que prepara una serie documental sobre el movimiento humorístico iniciado en la década del 80, también debe tener sus tesoros escondidos. En cualquier caso, los que tuvimos la suerte de verlos en escena los recordamos y, diga lo que diga Pelayo –a quien espero a estas alturas se le haya pasado el berro– sabemos del lugar de honor que ocupan en la historia del humor cubano.

 

El daño de las redes sociales

descarga_3_13.jpegQue conste, en estas líneas trataré de ser lo más imparcial posible en los ejemplos que señalaré, porque mi objetivo es otro, el cual mencionaré al final.Deseo lanzar varias preguntas al aire sobre la situación actual chilena, sin dar mis respuestas:
-¿La Presidenta Bachelet ha hecho bien en demostrar ser más madre que Mandataria, ya que es un hecho que su hijo, como mínimo, es un personaje falta de ética y ella actúa como si no existiera ese problema y hasta dice que se enteró de ese lío por la prensa?

-¿Se entiende que políticos de derecha, como los de la UDI y RN, por ejemplo, se autoproclamen como de ”centroderecha”? ¿Será porque lo sienten así o para ocultar que no están ni cerca de posiciones liberales valóricas, ya que son de pensamiento muy conservador y saben que eso no es popular, porque también se sabe que solo defienden a los poderosos y no a los pobres, aunque rasguen vestiduras gritando lo contrario?

-¿No es extraño que esos políticos de izquierda, que vociferan a favor del “progresismo”, por “El hombre nuevo”, etc., para financiar sus campañas le piden dinero al yerno del dictador que los torturó, encarceló o asesinó a sus familiares y amigos?
-¿No es raro que en el gobierno de derecha anterior, elegido democráticamente, hubo Ministros que fueron estrechos colaboradores de Pinochet que impuso un gobierno antidemocrático?
-¿No es raro que en este gobierno, elegido democráticamente, haya Ministros que son comunistas, cuando esa corriente ideológica siempre ha sido antidemocrática en todos los países donde ha llegado al poder?
-¿Son hipócritas los políticos de derecha que aún dicen que no sabían de las violaciones de los derechos humanos en la dictadura militar, cuando lo que sucedía en Chile lo sabían hasta los ancianos esquimales y los niños de las tribus tutsis?
-¿Es necesario reelegir a los políticos que dan boletas falsas, a los que van a ver partidos de rugby en pleno desastre, a los que atropellan a gente con sus autos y no les pasa nada, etc., etc., etc.?
-¿Es lógico que para lograr que le suban el sueldo a unos se perjudique al resto de la sociedad?
-Sabemos que la educación es mala y que los estudiantes salieron a la calle a exigir que eso cambie. Obvio que hicieron lo correcto. ¿Pero en una democracia no es lógico que todos los actores se expresen y hasta crean que saben cómo resolver los problemas y se lo sugieran al gobierno y que éste con sus asesores recojan todas las propuestas, estudien y decidan qué es lo mejor y apliquen lo que crean conveniente. Y si se equivocan y siguen los problemas, democráticamente se les pasará la cuenta y no saldrá reelegidos nuevamente? ¿Entonces no es raro que todos los sectores le exijan al gobierno que por obligación acepten sus propuestas como si fueran las únicas que sirven?
-¿Es justo que unas minorías que piensan distinto a la mayoría se toman el derecho de hacer un revolución y con violencia imponer sus ideales? 
Y podría formular miles de preguntas más y no solo de problemas políticos y sociales. Son preguntas que provocan polémica, ya que las respuestas pueden venir de personas que piensan de modos muy diferente. Y lo más probable que las respuestas tengan parcialmente razón, porque no todo es blanco y negro en la vida.
Pero mi punto es:
-Estoy a favor de que todos tengamos opinión y todos podamos expresarlas, sin censura, sin descalificaciones, sin ofensas, y menos con violencia.
-Estoy a favor que para expresar nuestras opiniones se usen las redes sociales, como cualquier otro medio.
-Pero también deseo compartir mi idea de que, por favor, no acepten por verdadero, no den por cierto todo lo que lean o escuchen en las redes.
-Primero desarrollen el poder analítico que todos tenemos y sin pasión, reflexionen a favor de lo que les llegue y después hagan de abogados del diablo, y así buscar más información a favor y en contra y volver a reflexionar, para así formarse una opinión. Pero teniendo en cuenta de que casi nunca uno tiene toda la información necesaria y real. Así que hay que ser también cauteloso a la hora de afirmar algo o apoyar algo o contraatacar algo de forma categórica.
-Lo que digan las redes, como reflejo del supuesto pensamiento de las grandes masas no es sinónimo de que sea la verdad. Tal y como sabemos que sucede cuando algo sale en televisión, que todos creen que es bueno solo por eso. Cuestionen todo antes de incorporarse a las campañas de desprestigio, de descalificaciones, de humillaciones, etc.
-Ojo: no digo que siempre sea así o que nunca sea así. 
Mi objetivo en este texto es compartir lo que hago yo ante este nuevo fenómeno de la potencia de las redes sociales, porque Internet es uno de los mejores – si no el más grande-, invento de la Humanidad, pero también puede ser dañino si no lo sabemos controlar.
Es mi humilde opinión. Y le aconsejo que también dude de ella.

Gracias.

 

firma3_16.jpg

¿La TV ha abaratado el humor?

descarga_2_2.jpegAparece en un diario de Navarra, España, una entrevista a Marcos Mundstock, miembro del grupo argentino Les Luthiers, declarando que la televisión había abaratado el humor. Yo, que he hecho humor televisivo en La Habana, Santiago de Chile, Buenos Aires, Miami y he sido invitado a entrevistas y paneles sobre el tema en canales de otros países latinoamericanos, reafirmo lo dicho por Mundstock. Y aseguro que desde la TV latina de E.U. hasta la Patagonia, la calidad del humor en la pantalla chica es pésima, salvo algún que otro programa por ahí que confirma la regla.

Ese tema es viejo y lo tengo asumido. Es otro el punto que me preocupa: el humor que se hace en las redes sociales.

Sabemos que no todos tenemos talento para hacer reír con un producto de buena calidad, ya sea escrito, dibujado, musical, audiovisual, etc., como no todos tenemos talento para hacer un buen mueble, cocinar un exquisito potaje o impartir una magnífica clase.

Pero como es masivo el acceso a las redes, los mediocres atrevidos -que son muchos-, como no tienen que dar la cara y se esconden detrás de su computador, se lanzan a crear "gracias" de poca calidad artística en su mayoría y muy cargada hacia la burla ácida, la humillación, la vulgaridad, la grosería y el mal gusto. Y como existen también otros mediocres que “avivan el fuego” y comparten esas “obras” con entusiasmo, nos ametrallan con ese humor de baja calidad cada vez que abrimos facebook, twitter, etc. Lamentablemente es así. Y no existe un mecanismo en el ciberespacio que controle la calidad, como es obvio.

Ojo, no hablo de la obra de aficionados ni de profesionales que hacen humor de baja, media y alta calidad, algo que debe existir en todo arte, porque hay que ser genios para mantener el nivel por los cielos. Y además, por ser algo subjetivo, todo depende de los gustos y la formación de cada cual. No, nos referimos, como ya señalamos, a la vulgaridad, el escarnio, el mal gusto, etc.

Así que si el buen humor perdió con la televisión, la estocada de las redes sociales va intentar matarlo.

Si siempre algunos seudointelectuales han (des)calificado al humor como género menor y a los humoristas profesionales como “payasos” (como si el arte del payaso fuera degradante), pienso que en estos tiempos cada vez será peor.

Entonces solo espero que la gente con buen gusto y "con dos dedos de frente" siga caminando sobre las piedras y no caiga en las aguas putrefactas de la porquería seudo graciosa con que vivimos a nuestro alrededor.

Y desde el punto de vista de nuestra responsabilidad como sociedad, hacer lo posible por mejorar la educación y la cultura de nuestros niños. La única esperanza futura de un cambio en ese sentido.

Y para los malpensados: a mí me gusta mucho reír de todo, desde lo más popular a lo más elitista, desde un tortazo a una fina ironía. Pero no confundir eso con reír con groserías, sarcasmos y con arte de pésimo gusto.

Muchas gracias.

 

firma3_18.jpg

Páginas