Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

Hola, adultas o adultos (porque esto no es para niños ni niñas). Este es un espacio para ustedes -ya sean jóvenes y jóvanas o muy mayores y mayoras-, pero sólo con una condición que tengan un alma infantil, porque el humor que -lamentable y felizmente-, hago, es blanco, lúdico, infantilón, absurdo, aunque de vez en cuando paso por la ironía y la sátira.

Ojo, el menú de "Pelayaserías" es variado y cada sección es extensa. Por ello los invito a entrar en uno y recorrerlo hasta el final antes de "clickear" en otro, a no ser que no les de gracia, claro (si es así, no me lo digan, por favor). 

En fin, sean ustedes bienvenidos(as) y ojalá disfruten. 

Gracias por su risita.

El Chiste (No. 3) "Técnicas y recomendaciones para crearlos"

fabrica-chistes.pngSi usted tiene la intención de convertirse en un “inventor” de chistes (para ser contados de forma oral o escrita, aunque puede extenderse a las otras ramas artísticas), ya sea aficionado o profesional, el primer consejo que le doy es básico, fundamental: ¡consuma muchos chistes! Es decir, lea lo más que pueda libros de chistes, o pase horas y horas en Internet buscándolos y disfrutándolos. Mire o escuche hasta el cansancio a los chistosos profesionales en discos, radio y televisión, y también en videos en Internet, como dije.

Escoja los chistes que más le hacen reír y analícelos. Estudie por qué y cómo funcionan.

También observe todo a su alrededor. Deje abierto ese “botón” o “perillita” que hace que uno perciba enseguida, dónde surge el humor en la vida cotidiana. No es fácil, pero se practica y uno logra convertirse en experto o casi, si le pone empeño.

En la fila del banco uno de los clientes puede decir algo por su celular; en la espera de la consulta médica una señora puede decirle un disparate anatómico a su vecina; el taxista que lo lleva puede hacer un gesto o una mueca muy divertida; en el restaurante le sucedió algo cómico a usted u a otro; etcétera, etcétera. Siempre ocurren cosas así, lo importante es estar al tanto para grabarlas y recrearlas al hacer un chiste.

Ojo, me refiero a chistes de situaciones, de breves historias, porque un chiste pueden ser también un silencio, un dibujo, un movimiento, una desafinación, un tropiezo al caminar, una expresión del rostro, una exageración, etcétera, etcétera. Sólo debe cumplir con las condiciones indispensables para un chiste: ser breve, que tenga unicidad y que esté creado con la intención de hacer reír o sonreír.

¿Le preocupa que no se le ocurra sobre qué tema hacer el chiste? Le propongo que siga estos consejos: el mejor personaje que puede tener un chiste es usted mismo. Si inventa uno donde usted es el protagonista, tiene un buen % de la risa de su público asegurada. Claro, no se burle tanto tampoco, porque provocaría lástima.

También es efectivo que en su chiste tenga la culpa o algo que ver su pareja. Ojalá donde usted salga de víctima claro, pero al revés también funciona. Otro consejo: si es sobre “X” persona, ojalá sea alguien conocido suyo y del público. Es bueno que sea de un personaje famoso, por supuesto, pero la risaque da un personaje que todos conocen del mismo centro laboral, del barrio, etcétera, es mucha. Sobre todo si se menciona por su nombre. Se provoca una complicidad. Obviamente, que la "gracia" nos ea ofensiva.

Más consejos: también es eficaz que construya el chiste sobre grupos conocidos: abogados, niños, argentinos, tontos, islamistas, u otros, porque todos saben las características de ellos y así abrevia el chiste también.

Una recomendación: utilice absurdos, eso siempre funciona. También tonterías, no le de vergüenza usarlas, porque provocan mucha risa aunque usted no lo crea.

Otra forma de crear chistes es a través de la fórmula: “que pasaría si…” Ejemplo, tome una idea cualquiera y comience a ver todas las aristas posibles de que sucedan cosas risibles con eso de “y si pasa esto, si ocurre lo otro, si el personaje pensara o actuara así o asao”.

Una forma de crearlos también es anotando una idea, por ejemplo: “cocinero”. Ya tiene el quién, pero piense ahora cómo es él. Hay que buscarle un conflicto, entonces si huele mucho no tendrá nariz, si usa mucho las manos será manco o usa guantes de boxeo, o cosas así. Después, piense y escriba el dónde, el cuándo, el qué y el por qué, y a cada pregunta invente algo relacionado con el oficio de cocinero, lo que está cocinando, para quién cocina, qué y cómo cocina y ahí va mezclando las ideas hasta que de con algo que le provoque risa. Recuerde que el remate (el famoso “punch” inglés), tiene que ser lo que más risa produzca. No puede ser que algo de más risa al inicio o al medio del chiste.

Esto que acabo de señalar es una forma de crear. No es la mía. Yo soy más de ver o escuchar una palabra o una frase, observar un gesto o acción y que me “venga” el chiste o mejor dicho, el material en bruto y ahí sentarme a analizarlo y armarlo.

Como yo hago mucho humor infantil, me encantan los de forma fija: “¿Qué le dijo?”, “¿En qué se parece?”, ¿Cómo se llama la obra?”, “Ayer pasé por tu casa”, “¿Cuál es el colmo?”, “Era tan, pero tan…”, “¿Cómo se dice?”, “¿No es lo mismo?” y muchos otras formas más.

¿Por qué funcionan tanto este tipo de chiste? Porque la mente del receptor se adapta a lo mismo y además de facilitar la comprensión, ahorra tiempo en la introducción del chiste.

Por supuesto, me encantan los juegos de palabras: retruécanos, calambur, oximorón, etcétera.

Pero veamos algunos “truquitos” (técnicas) para crear chistes:

* Exageraciones.- Simplemente es tomar una acción, gesto, situación o lo que sea y llevarlo a la máxima expresión, a algo increíble. Por ejemplo, si desea transmitir que su personaje es alto, no puede pensar en que tenía dos metros, porque eso es posible en la vida real. Tiene que pensar en que su cabeza estaba a la altura de los aviones, y ahí inventar la situación, como saludar guiñándole un ojo a los pasajeros del avión, o trabajar como controlador de tránsito, qué sé yo. O pensar en que se toma un yogur y cuando le cae al estómago le llega vencido (ya existe ese chiste). Estas son las “exageraciones” que dan gracia. Aunque puede que no sean tan infantiles y uno haga el chiste exagerado más “intelectualmente”. Por ejemplo, el personaje dijo: ¿cómo está la temperatura por allá abajo?. (También existe).

* Minimizando.- Es lo contrario a la exageración; es decir, llevar la acción, el gesto, la situación, etcétera, a la mínima expresión, y también a algo increíble. Por ejemplo:

En un partido de fútbol, el árbitro le enseña la tarjeta roja a Suárez y éste le grita defendiéndose, casi sin entenderse por tener la oreja del otro jugador aún en la boca: “¡Pero si yo no le tocado!”

* Condensación.- Esta clasificación la usó Sigmund Freud por primera vez en su libro El chiste y su relación con el subconsciente. Se trata de unir, amalgamar, sílabas o palabras. Es un tipo de juego de palabras. Ejemplo:

Una vez visité una escuela donde se enseñaba muy mal, donde sólo había una maestra buena entre todas. Pues a ese Centro Educacional lo bauticé como: “Centro Eduocasional”.

Ese es un chiste por condensación, según Freud, ya que se fusionaron las palabras “educacional” y “ocasional”. Un simple juego de palabras para mí.

* Desplazamiento.- Otra clasificación de Freud. Para mí que casi todos los chistes cumplen con este encasillado. No es más que tratar de llamar la atención de la mente del receptor hacia una idea, hacia un concepto que ese receptor tenga en su memoria, en su conocimiento y de repente lo sorprende usted con algo que no esperaba. En otras palabras, es desplazar la atención del receptor para que no pueda adivinar el final. Insisto, es la base de casi todos los chistes de situación o de breve historia (digo casi para no ser absolutista). Por ejemplo:

 

-¿Para dónde ibas cuándo te caíste del caballo?

-Para el suelo.

 

Uno pensaba que respondería un lugar real y concreto del camino y sorprende la “lógica” respuesta.

 *Regla de tres.-  Una buena manera de llevarle la mente hacia un lado apartado al receptor es contar, mencionar, sumar, acumular, dos cosas lógicas, normales y sorprender con una tercera totalmente diferente, ya que el receptor espera que esa tercera sea de igual índole a las dos primeras. Por ejemplo:

 

-¿De donde vienes así?

-Estuve enterrando a mi suegra”.

-Pero por qué estás tan sucio y sudado,

-Porque había mucho sol, porque la tierra estaba muy compacta y porque la vieja no quería de ninguna manera.

 

Chiste viejo, pero bueno, ¿no? He probado con decir una y sorprender y he probado con decir tres y sorprender. Funcionan más o menos. Pero la mejor sin dudas es la “regla de tres”, decir dos y sorprender con la tercera. No falla.

* Polisemia.- Es cuando una palabra tiene varios significados. También cabe como chiste por “desplazamiento” y también como juego de palabras. La menciono porque la uso mucho en los chistes infantiles. Por ejemplo:

 

-¿Cuál es el colmo de un carpintero?

-Tener una hija cómoda.

 

Obviamente, la palabra “cómoda” es ese mueble que puede hacer un carpintero, pero también es esa chica acomodada (que también puede hacer un carpintero, ¿no es cierto?).

* Doble sentido.- Es otra manera de hacer chistes por “desplazamiento”. Y de nuevo también puede ser un juego de palabras. Esta vez se juega con frases, con significados, con ideas incluso. Casi todos los chistes que se conocen son de doble sentido. Claro, popularmente se acuñó que el doble sentido es solamente cuando el chiste es relacionado con el sexo, pero sabemos que eso no es así, o mejor dicho sí lo es, pero el tema sexual es un subconjunto. Ejemplo: 

 

-Esto no me gusta nada -dijo el médico reconociendo a la paciente.

-A mí hace años que tampoco -le contestó el marido.

 

No se trata de que el marido diga eso por los síntomas de la enfermedad de su mujer (sentido directo se supone), se trata de que con esa frase está diciendo que lleva años soportando el matrimonio, porque no le gusta su mujer (ese es el sentido omitido que uno capta. El segundo, o doble sentido de la frase). También es conocido este chiste, ¿verdad? Pues usaré uno mío de ejemplo para no ser menos:

 

-¿Por qué llegas así tan desaliñada? ¡No me digas que ese hombre te puso una mano encima!”.

-No, me la puso abajo.

 

La persona se refería que al verla así podría ser que el hombre la hubiera golpeado, por ello usó la retórica al decir “te puso la mano encima” y ella parafrasea la frase, pero sabemos que lo que significa es que el hombre intimó con ella y a gusto incluso.

* Polisemia contextual.- Yo siempre lo he conocido como “Al pie de la letra”. Es una forma fácil de entender y fácil para crear chistes. Por ejemplo:

 

El Capitán dice: “¡Suban las velas!” y de los camarotes comienzan a subir a cubierta los marineros con las velas encendidas en sus manos.

 

Subir las velas se concretó realmente. O este otro ejemplo:

 

-Disculpa, ¿me puedes prestar cien pesos?”

-Está disculpado.

 

Aquí la persona responde evitando el tema del préstamo, sólo siguiendo literalmente el sentido del inicio de la pregunta que es una manera socialmente agradable de relacionarse. Sin dudas, otra variante de "por desplazamiento" también.

* Paronomasia.- Es cuando dos palabras se parecen en su sonido. Por ejemplo:

 

-¡Te veo más gorda!.

-Así es, estoy cada día más sorda!.

 

La gracia está en decir “sorda” por “gorda” (adrede o no). Este es un chisteviejo, así que voy a poner ahora también un ejemplo con uno mío:

 

Ella se desvistió muy fogosa.

-¿Me vas a apagar?” -le dijo a él.

-Sí, te voy a pagar. Pero al final -le respondió el hombre.

 

La gracia en este caso está en la pronunciación de “pagar” por “apagar”, para que el público escuche una por otra.

* Repetición.- Como bien dice Freud, esta “técnica” funciona muy bien. La he usado en teatro y en literatura. Repetir una palabra cada cierto tiempo, un gesto, un movimiento, una expresión del rostro, todo eso produce risa. Los receptores al principio no lo esperan, se sorprenden, pero después ya les da gracia “por saber que viene”. Ahí es cuando se debe jugar con ellos y tratar de sorprenderlos no haciéndolo o haciéndolo con mayor frecuencia, u otra variante.

* El mundo al revés.- Este mecanismo para crear chistes también fue mencionado por Freud y me ha dado muy buenos resultados. Por ejemplo, un niño cuidando a adultos para que otros niños puedan jugar. Y los castiga, los regaña, les da cosas para que se entretengan, etcétera. Pero también puede ser un hombre que aprende a buscar un palito y traerlo de vuelta, mover el trasero cuando está contento y otras características del perro como mascota y mil ejemplos más.

Bueno, pueden existir muchas maneras más de crear chistes, pero estas son las que utilizo con mayor frecuencia, si no me falla la memoria.

Le aconsejo lo siguiente: cree usted dos o tres chistes diarios y muéstreselos a su familia, a sus amigos, o súbalos a las redes sociales y ahí comprobará si les gustó o no a la gente. No sólo para desecharlos, sino para ir modificándolos.

Según Freud también, los chistes se dividen en inocentes y tendenciosos. Los inocentes son los blancos, los infantiles. Yo m inclino a calificar de “chistesblancos” a los que tienen la intención de hacer reír o sonreír solamente. Y él dice que los tendenciosos son los que tienen como temática, la burla, la agresividad, o lo sexual o erótico. Yo prefiero (con el mayor respeto, obvio), calificar como tendenciosos, a todos los chistes que tengan otra intención, además de la de hacer reír o sonreír. Es decir, a todos los que nos hacen pensar y que ese pensamiento pueda producirnos un sentimiento incluso hasta distinto que el placer por comicidad. Pero que se tiene que llegar a él a través del humor.

A mí me encanta, como he dicho, crear chistes infantiles, inocentes; pero  también siento placer crearlos para adultos, con el objetivo de hacerlos reír sencillamente, o hacerlos pensar más allá de la risa.

Entonces si evalúo lo que hago, me considero un creador de chistes blancos. Es que no soy bueno inventando los tendenciosos de otro tipo, como políticos, escatológicos, groseros, sexuales o de temas contingentes. Claro, de vez en cuando los hago, pero la mayor satisfacción la siento creando esos chistes blancos.

Y usted, cuál prefiere ahora que será un creador(a) de chistes?

 

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Fábula No. 4

000aa.jpegFábula del oso y el gallo

Introdúcese un enorme oso pardo de aplastante andar, con un canasta em su mano em la rústica tyenda de el gallo, un afable mercader, donde mézclase en aquest lugar la alpiste, la heno, la queso y los garrafas de miel, entre otros muchos productos esparcidos por los estantes deste surtido mercado.

De repente, el oso tómase de encima de la barra una pergamino que dícese: "Debed tener cuidado con el perro".

El plantígrado mírase a todas partes con el rabillo de sus dos ojos de él, sintióse la emoción de la peligro inminente, por lo que continúase caminando con sigilo, em puntillas de garras e y evitando tropezar con los estantes de abarrotes, a pesar de su volumen de él. Ansí, quien vase fasta el fondo de la local y al doblar a su derecha de él, de pronto encontróse con un diminuto, flaco y ridículo chihuahua, que comenzóse a ladrarle chillonamente una e otra vez.

-¿Y es deste el perro del qual debo cuidárome? –bramóle el ósose con su gran vozarrón de él, al dueño deste comercio.

-Sí, señyor oso -respondióle el buen maese gallo-. Mire, vuestra merced, hacerlo he porque antes de poner el letrero, todo el mundo pisábalo a él.

 

 

Moraleja:

A veces el tamaño sí importa y las apariencias sí engañan. Chihuahua que ladra quizás no muerda, pero es insoportable. Quien tiene de mascota un perro y un oso se vuelve canoso.

 

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Fábula No. 3

00000.jpegFábula de la liebre y el conejo

Arribóse maese lyebre a un hoyo-hostería em medyo de la campiña, em una tormentosa noche de vyento e frío. Ibase acompañado de su perro de él, un pastor alemán de magnífico pedigree e atemorizantes colmillos. Como el can de él no cabíase por la boca del oyo-ostería, maese lyebre lo dejóse atado a un árbol, al lado de la mismísima entrada.

Al cabóse de un rato, entróse al local don conexo de largas orexas, un conocido peregrino. Saludóse a todos, pidiósele al mozo una xarra espumeante de leche caliente e lanzóloles una pregunta a los allí reunídose:

-¿Os podeís decirme de quién es el can atado a la entrada de este noble recinto?

-Myo, señyor myo –respondióse maese lyebre ejtrañada.

-Pues mire, su merced de usted, siéntolo de veras, pero el perro myo acaba de matároslo y para siempre.

-Imposible, maese lyebre. ¡Con lo grande y feroz que es el can myo…! Empero dígame, ¿Cómo es el suyo de usted?

-Poca cosa, don conexo, os confieso. Es un diminuto enano entre los perros chihuahuas.

-¿Esto es una broma? –saltóse maese lyebre mirando a los presentes. Acto seguido volvióse muy seria al conexo orexudo-. ¿Aseguraís vos que su insignificante chichuahua de usted matóse al enorme pastor germano myo?

-Calmaos, maese lyebre. Io os explicareís. Lo que aconteció es que el chihuahua myo quedóse atragantado em la garganta de su bravío perro de usted…

 

Moraleja: 

"En boca cerrada no entran chihuahuas” y “no todo es de boca para afuera”, así dijo un hincha de Boca Junior con <bocación> de guía espiritual. Y su enseñanza la pasa de boca en boca.

 

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El Chiste (No. 2) "Todo lo que he podido averigüar sobre él"

chistes-antiguos.jpgSegún un estudio realizado por la Universidad inglesa de Wolverhampton en el 2008, el chiste más antiguo del mundo data del 1900 a.C.. Procede de un proverbio de los sumerios, artífices de la primera civilización del mundo (actual sur de Irak).

Estos son los diez chistes que dicha Universidad estableció como los más antiguos de la historia:
 

1- 1900 a.C.: Algo que no ocurre desde tiempos inmemoriales: Una joven mujer que no se haya tirado un pedo en el regazo de su esposo.

2- 1600 a.C.: ¿Cómo entretienes a un faraón aburrido? Haces navegar sobre el Nilo una barca cargada de mujeres jóvenes vestidas sólo con redes de pesca y le pides al faraón que vaya a atrapar un pescado. (Este chiste apareció en el llamado "Papiro de Westcar", un texto egipcio escrito en tiempos de los hicsos, entre 1650 a.C. y 1540 a.C., que reúne cuentos mágicos y se guarda, desde 1866, en el Museo Egipcio de Berlín).

3- 1200 a. C.: Tres vaqueros de Adab estaban sedientos. Uno era dueño de un toro, otro de una vaca y otro de una carreta. El dueño del toro no quiso ir a buscar agua porque temía que un león se comiese a su toro. El dueño de la vaca tampoco quiso ir porque temía que su animal se perdiese en el desierto. El dueño de la carreta no quiso ir porque temía que le robasen su cargamento. Así los tres juntos se pusieron en camino a buscar agua. Durante la búsqueda, la vaca quedó preñada del toro y cuando nació un ternero, este se comió toda la carga de la carreta. ¿Quién es el dueño del ternero?

4- 1100 a. C.: Una mujer que es ciega de un ojo, ya tiene 20 años de casada. Un día su esposo dice: “Me divorcio, estás ciega de un ojo”. Ella responde: “¿Y eso lo descubres después de veinte años de matrimonio?.

5- 800 a.C.: Odiseo explica al cíclope que su nombre es “Nadie”. Cuando ordena a sus hombres atacar al cíclope, el gigante de un solo ojo grita: “¡Socorro, Nadie me ataca!.

6- 429 a.C.: Pregunta: ¿qué animal camina sobre cuatro patas en la mañana, en dos a medio día y en la tarde camina en tres patas? Respuesta: el hombre. Como crío gatea en sus cuatro extremidades, como hombre camina en sus dos pies y como abuelo anda con bastón.

7- Entre el 304 y el 30 a.C.: Un hombre es aún más ansioso de tener sexo que un burro. Su único obstáculo es la billetera.

8- Entre el 63 a.C. y el 29 d.C.: El emperador Augusto estaba viajando por su Imperio, cuando se encontró con un hombre que se parecía mucho a él. Impresionado le preguntó: “¿Quizás tu madre trabajaba de sirviente en el palacio?”. “No, su majestad,” respondió éste, “pero quizás mi padre”.

9- Siglos IV o V: Un comerciante que tiene fama de ser muy tacaño, quiso adiestrar a su burro para que no comiera. Al morirse el animal, el hombre comentó: “Qué pérdida, justo cuando había aprendido a no comer, se me muere.

10- Siglos IV o V: Un peluquero pregunta a un rey: “¿Cómo quiere que le corto su cabello?” Este le contesta: “Callado”.
 

Tendremos que creerle a esa investigación, pero entre usted y yo, ¡en general, los chistes son malos! Pero no podemos calificar eso “oficialmente”, porque es muy subjetivo, ya que es cuestión de gustos y de distintos sentidos del humor, ¿no?

Seguimos en la Historia. De la Antigua Grecia, se conserva una obra conocida como Philogelos, que cuenta con cerca de 260 chistes de la época. ¿Qué me dice? ¡Me encantaría leerlos! Ahora, ¿nos gustarán? Vuelvo al asunto de la subjetividad.

Mire esto, el investigador británico Richard Wiseman de la Universidad de Hertfordshire, intentó estudiar esta subjetividad y concluyó que existen diversos factores que nos causan gracia, aunque todo es relativo.

En el año 2002, Wiseman en su trabajo incluyó la difícil búsqueda del chiste más divertido del mundo. Para ello, pidió a nada menos que a un millón de personas que votaran por su chiste predilecto, dando como resultado un ganador indiscutido. Con usted entonces, el supuesto mejor chiste del mundo:

Dos cazadores están en el bosque y uno de ellos colapsa. No parece respirar y tiene los ojos vidriosos. El otro cazador, preocupado, saca su teléfono y llama al número de emergencia. “Mi amigo está muerto” ¿Qué puedo hacer?”, pregunta de forma histérica. La operadora le contesta: “Cálmese. Yo le ayudo. Primero tenemos que asegurarnos de que su amigo está realmente muerto”. Acto seguido, se hace un silencio y después se oye un disparo. El cazador regresa al teléfono. “Vale, ¿Y ahora qué?

Sin dudas, es muy gracioso. Sobre todo para mí, que me encanta el humor negro. Pero les confieso que jamás hubiera votado por él como el mejor del mundo en esa encuesta. Ni por ninguno con exactitud. Es que, repito, todo es cuestión de gustos y dependiendo de la formación cultural y del desarrollo del sentido del humor de cada persona.

Pero continué buscando información sobre el chiste y encontré esta curiosidad: según una investigación -tan seria como la que más-, los estadounidenses prefieren los chistes directos y agresivos, mientras que los británicos poseen un humor más oscuro y absurdo. ¿Tiene que ver el nivel cultural? No sé. Se supone que todo esto es en base a un promedio. Me imagino que no todos los estadounidenses viven en casas móviles y llegan del trabajo directo a abrir una cerveza y ponerse a ver televisión, ni los ingleses que votaron a favor del Brexit son Hooligans, o van del trabajo al pub por sus jarras de cerveza. Nada, que estas investigaciones no me convencen mucho.

En un estudio reciente, se registró la actividad cerebral a una serie de personas a las que se les leyeron treinta chistes. Los individuos seleccionados para el estudio (mientras estaba siendo escaneado su cerebro) apretaban un botón cada vez que encontraban gracioso u ocurrente uno de los chistes. Cada tipo de chiste, bueno o malo, gracioso o no, activó varias áreas del cerebro, según la información sensorial a procesar, su significado o las características del chiste. Pero lo interesante fue que hubo una convergencia en la activación de un área del cerebro que fue común a todos los chistes buenos o graciosos, cosa que no ocurrió en el caso de los chistes malos, independientemente del tipo de chiste y la manera de contarlos. Esta área fue la corteza prefrontal ventral medial. Es más, el grado de activación de esta área del cerebro durante el disfrute del chiste se correlacionó bastante bien con el grado o clasificación de “gracia u ocurrencia” que mostró el sujeto durante el escáner o tras terminar éste y leer él mismo los chistes. Lo interesante es que esta área prefrontal es parte importante de los sistemas del “cerebro emocional”, aquellos que se activan cada vez que una persona experimenta una sensación de placer. Otra razón más para afirmar que no todos podremos reaccionar iguales ante un chiste, ¿no es cierto?

“No hay un solo chiste que le agrade a todo el mundo. El humor es idiosincrásico porque depende de aquello que hace que todos seamos únicos: cómo nos enfrentamos a la discrepancia que reina en nuestro complejo cerebro”, asegura Weems, neurocientífico de la Universidad de California.

En 1986, después de la explosión del transbordador espacial Challenger con siete tripulantes a bordo, se hizo muy popular un chiste: “¿Qué significan las siglas NASA? “Necesitamos Ahora Siete Astronautas”. Un estudio mostró que los chistes sobre la tragedia surgieron unos 17 días después del accidente. El autor del estudio, Bill Ellis, de la Universidad del Estado de Pensilvania, clasificó los chistes sobre el Challenger por fecha y lugar de aparición. También estudió otros. Los surgidos después de la muerte de la princesa Diana de Gales, los cuales tuvieron un periodo de latencia más corto. Y el de los ataques terroristas del 11-S, que comenzaron a hacerse públicos en un tiempo mucho más largo.

Pero hay más. ¡Sorpréndase! Otra investigación del ya mencionado Weisman dio como resultado lo siguiente: Los chistes más divertidos tenían un promedio de 103 letras (no sé cómo logró medir eso). El animal más gracioso era el pato (no conseguí saber las razones). La hora que más risa da del día es a las 18:03 (difícil también saber eso, ¿eh?). Y el día más chistoso del mes es el 15 (¿se imagina a la gente guardando sus gracias durante un mes para hacerlas ese día?). En fin, yo no hubiera votado por ese día ni por ninguno. Nunca he contado las letras de mi chistes, ni la hora en que los creo o los cuento, pero tenemos que aceptar lo que opina la mayoría, ¿no?

 

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Fábula No. 2

a000aa00aa.jpegFábula del gato jugador

Subióse un enorme gato siamés, aunque todos sabían que era hixo único, a una fuente cyrcular, de una plaza en forma de rectángulo, de un poligonal villorio. Su cola pendulábase de manera perpendicular a su cuerpo de él, dejando ejpuesto a la incisiva mirada pública un colorín e pelado ano de concéntricas circunferencias cada vez que la cola llegaba al ejtremo de ambos recorridos. Deste movimiento, casi uniforme, solo podía significar que aquest felino sentíase más félix que el Gato Feliz.

Bebióse unos cuantos centímetros cúbicos de agua e y echóse quan largo era sobre la piedra pulida por tantos traseros del murito sur de la fuente. Comenzóse emtonces a revolcarse y a miumiar una tonadilla de moda.

A pocos pasos de él, un asno, cuyo dueño dexó atado frente a la taberna para él verter algo de vyno de grano fermentado entre pecho e y espalda antes de irse ha pernoctar ha su casucha de él, para amanecer el lunes como dios manda… (pues parecióse que he usado demasiadas palabras para describiros esta escena, e y he perdido el hilo de lo que os estabais contando… ¡Ah!, ya me ha venido ha la mente), os decía que un asno vióse al gato ansí e preguntóle con malsana curiosidad:

-¿Por qué aquest notoria alegría, maese gato syn botas?

-Que conste que non uso botas para non morir con ellas puestas. Pero eso non importa ahora, porque ¡ay, mi buen amigo asno! ¡Lo que me ha sucedido es increíble! Sabéis vuestra merced que io xamás apuesto en las dominicales peleas de gallos del corral de los domínicos, ¿no es ansí?

-Ansí es –rebuznó el asno aguantando la risa, como es menester para evitar ofensa-. Usted se lo apuesta todo ha los naipes en el garyto de los dominicanos.

-Ejacto. Pues desta mañana pasé por el referido corral e a la primera apuesta la suerte se pone de mi lado e logro ganar una fortuna.

-¡Vaya! ¡Enhorabuena! –ejclamó el asno-. Oyga, pero por su contentura de usted, parece que el premio era byen gordo, ¿non?

-¿Que si sí? ¡Imagineselo! Como non tenían cómo pagármelo, ¡me diéronlo una trampa para cazar ratones, evaluada em mil maravedíes!

-¡¿Qué?! ¡Non, aquet non lo creo, maese gato!

-¿Pero por qué dudais de mí, curiósolo cuadrúpedo de carga?

-¡Porque ninguna trampilla de questas vale tanto, señor mío! ¡Imposible mil maravedíes!

-¡La que me diéronlo sí, válgame dios! ¡La prueba es que por él, ahí en la taberna, me diéronlo dos ratoncitos muertos evaluados en quinientos cada uno!

 

Moraleja:

A lo material no hay que darle tanto valor. Sin embargo, a veces otras cosas pueden dar mucho dinero también. A gato sarnoso todo son pulgas. Dinero que no has de tener, déjalo correr.

 

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Fábula No. 1

0a0a0a.jpegFábula de la jirafa y la vecina cebra

Frotábase su cabeza della contra la rama de un árbol la señyora xirafa. Parada, llegábase ha los cinco metros e medio de altura ha la sombra (lamentablemente, nunca habíase medido bajo el sol).

Teníase decidídolo que los veinte y cinco (XXV) minutos que siempre dormía dyariamente, lo haríase em su querido árbol della, de olorosas frutas e carnosas flores. Pero por mucho que lo intentóse, xamás pudo hacérolo.

¿Por qué no podíase dormir?, os preguntará usted, porque estáis em todo vuestro derecho de cuestionarse questa fábula, si así lo deseáis e y es mi plazer myo contároslo.

Pues ha causa del perro de la vecyna, doña cebra, que no dejábase de ladrar ni un segundo, como si estuviérase corriendo detrás de un carromátolo. Ésase es la verdadera e única respuesta, amamantísimo lector u lectora, según sea el caso, ya que non es menester profundizar em vuestra inclinación sexual.

Porello, em cuanto amanecióse, la señyora de los dos metros de cuello, púsose su collar de cuatro vueltas y fuésese directamente ha quejarse ha su vecyna della.

-¿Sabéis que su perro de usted se ha pasado toda la noche ladrando syn parar? –dijo la xirafa, mientras limpiábase la orexa derecha con su negra lengua, pasándosela por detrás de su cabeza della, más ejactamente por el lado izquierdo, para non taparse u interrumpir su mirada solemne e dygna dirigida facia su vecyna.

-Gracias, señora xirafa, noble vuestra intención de usted, fabla muy byen de usía el demostrar tanta preocupación por la salud de mi fumilde can –respondióle doña cebra, moviéndose su rábose qual aguxa de brúxula confundida, e agregóse o agregore-: Pero non os preocupéis por la salud de él. ¡Para estar ladrando ansí por las noches, el desgraciado duerme todo el dya! ¡Si es un granuxa de mil demonios!

 

Moraleja:

Perro que ladra no muerde, si no cierra la boca. En la vida, perro que no has de ladrar, déjalo dormir, porque no por mucho ladrar se amanece más can sado. En fin, que es mejor perro en mano que cien ladrando.

 

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El Chiste (No. 1) "Conjetura Humor Sapiens"

chiste.jpgComienzo por algo poco original; es decir, por analizar el significado de la palabra chiste que aparece en Wikipedia:

Un chiste, chascarrillo o facecia es un dicho, frase, historia u ocurrencia aguday graciosa. Es una corta serie de palabras o una pequeña historia hablada o escrita con fines cómicos, irónicos o burlescos, contiene un juego verbal o conceptual capaz de mover a risa y fundado en el humor. Muchas veces se presenta ilustrado por un dibujo.

Para mí, una pésima definición, por muchas razones: es muy limitada solo al abarcar: “dicho, frase u ocurrencia, o pequeña historia y que puede ser dibujada”. Ya explicaré por qué lo afirmo más adelante, en la Conjetura Humor Sapiens para el chiste. Además, eso de “fines cómicos, irónicos o burlescos” no es exacto, según mi humilde opinión.

Pero vamos a ser más “serios” y consultar el Diccionario de la Real Academia Española. Esto se acostumbra hacer entre los que deciden escribir y reflexionar sobre un tema como el de este libro, porque ayuda mucho a resaltar la opinión del autor comparándola con algo tan “respetable” con lo dicho “oficialmente” por la Academia,  ya que se sabe que casi siempre ésta es muy conservadora y limitada también y uno queda mejor parado en sus opiniones. Veamos:

1- Dicho u ocurrencia aguda y graciosa.

2- Dicho o historieta muy breve que contiene un juego verbal o conceptual capaz de mover a risa. Muchas veces se presenta ilustrado por un dibujo, y puede consistir solo en este.

3- Suceso gracioso y festivo.

Como puede ver en este caso (y como es costumbre también en muchos otros), tratar de encapsular una definición tan compleja es muy difícil. Por eso muchas veces no nos satisface lo que nos ofrece la Academia. Sin embargo, en esta ocasión, yo la acepto. Me sorprendió. Claro, sólo en el caso de que cuando dice “suceso” se refiera al significado abarcador de sus sinónimos “incidente”, “episodio” y “evento”, ya que así amplía más el concepto (ver más adelante Conjetura Humor Sapiens, insisto).

Bueno, ya tenemos dos conocidas definiciones de chistes. Veamos otras más y algunas reflexiones, expresadas por distintas personalidades de relieve mundial, para que compruebe usted el caos teórico que existe sobre el asunto. Las ordené cronológicamente, para que vean la evolución (si la hubo) de los puntos de vista al estudiar el concepto. Ahí van:

* "Un chistoso con gracia es un ejemplar raro". (La Bruyère. Escritor francés.1645-1696).

* “El chiste es un juicio generador del contraste cómico”. (Laurence Stern. Escritor y humorista británico. 1713-1768).

* “El chiste es el cura disfrazado que desposa a toda pareja”. (Jean Paul Richter. Escritor y pensador alemán. 1763-1825).

* “El chiste es un juicio desinteresado”. (Kuno Fischer. Filósofo alemán. 1824-1907).

* "El chiste es una especie de cosquilla psicológica". (Ernst Haeckel. Filósofo y naturalista alemán. 1834-1919).

* “El chiste es la caprichosa ligadura, conseguida generalmente por asociación verbal, de dos representaciones que contrastan entre sí de un modo cualquiera”. (Kraepelin. Psiquiatra alemán. 1856-1926).

* “La persona realmente ingeniosa cuenta chistes para que el otro se sienta superior; mientras que el pseudoingenioso hace chistes para que los demás se sientan inferiores". (Elmer Wheeler. El más famoso especialista en ventas norteamericano.1878-1940).

* “El chiste, que habitualmente consiste en un más o menos feliz juego de palabras, está muy abajo en el subsuelo literario, y si le aludo aquí es únicamente porque mucha gente aberrada lo incluye en la categoría de humor y conviene la repulsa”. Wenceslao Fernández Flores (1885-1964).

* “El chiste cae dentro de lo cómico y lo cómico se convierte en humorismodesde que se le interpreta de una manera sentimental y trascendente”. Julio Casares. Filólogo español. (1877-1964).

* “Un chiste es realmente algo muy serio". Winston Churchill. Político británico. 1874-1965).

* “El chiste es un chiste”. (Noel Clarasó. Escritor y guionista español. 1899-1985).

* “En el humor, tanto la creación de un chiste como el acto recreativo de percibirlo y reírse de él, tiene que ver con el salto mental de un contexto asociativo a otro”. (Koestler. Escritor, historiador, periodista y filósofo húngaro. 1905-1983).

* "Los chistes son desafíos al control social: algo formal es atacado por algo informal; algo organizado y controlado por algo vital y enérgico; un impulso de vida según Bergson, de la libido, según Freud". (Mary Douglas. Antropóloga británica. 1921-2007).

* "El propósito del chiste consiste en reforzar la armonía y cohesión del grupo que comparte tanto el chiste como sus sobrentendidos. Los chistes tienden a reafirmar los prejuicios populares: los universales chistes étnicos, los casi igualmente universales y variados chistes misógenos o los que hacen burlasde las discapacidades físicas son buena prueba de ello". (Derek Brewer. Profesor y escritor británico. 1923-2008).

* “Tiene que haber algo de verdad en un chiste para que sea realmente gracioso". (Clifford Kuhn. Doctor, profesor, consultor y humoristanorteamericano. 1952-2015).

* "La gente que lleva un estilo de vida insatisfactorio, los que no se adaptan bien a sus circunstancias, tienden a reaccionar mal o con aburrimiento a los chistes y las situaciones humorísticas". (Laurence J. Peter. Pedagogo canadiense. 1919-1990) y Bill Dana. Actor y guionista estadounidense. 1924).

Hasta aquí las opiniones de las grandes personalidades, porque no puedo extenderme más. Es feo escribir un artículo sólo citando lo que escriben otros, aunque espero que queden un poco impresionados por la cantidad de cosas que he me leído para conseguir esas citas, ¿eh?... Perdón, seguimos.

Los filósofos y grandes pensadores son difíciles de entender. En este listado encontramos con definiciones abstractas, poéticas, metafóricas, hermosas, ingeniosas. Muchas veces son frases para el mármol. Pero realmente no son definiciones “técnicas”, por decirlo así. No nos explican el concepto para entender realmente qué es el chiste. Por ello decía que este mundo teórico es un caos. Claro, se agradecen de todas maneras esos preciosos pensamientos.

Pues bien, no obstante el maremágnum de opiniones distintas y con frecuencia contradictorias que existen sobre qué es y qué no es chiste, parece haber consenso suficiente respecto a su economía y brevedad. Eso sí lo he visto con frecuencia en mi humilde investigación.

Ya sé que en castellano la propia palabra “chiste”, si se quiere, representa al fenómeno con cierto matiz onomatopéyico: ¡chist!, ¡chitón!, ¡ni chistar!, que son sonidos tajantes y significan algo también enérgico, brevísimo y dicho al oído. De ahí viene que se le llame chiste sólo al contado. Pero no podemos quedarnos con que el chiste es nada más el que escuchamos. (A propósito, ese “chist”, “chitón” y “ni chistar”, de donde procede la palabra “chiste”, surgió en la oscuridad del Medioevo, cuando el contenido de ese susurro graciosoera casi siempre libertino u obsceno, para que no llegara a oídos de la represora Iglesia).

También hace mucho rato es oficial –como vimos-, también se acepta que un chiste pueda ser escrito y hasta dibujado. Por último, existe otra palabra que podemos tomar como sinónimo de chiste ―pues no significa otra cosa―, es el gag, acuñada en inglés, inicialmente en el music hall, y luego en el medio cinematográfico.

Ahora es el momento entonces de nuestra definición de chiste. Esta aparece publicada en el libro Bienaventurados los que ríen (Humor Sapiens Ediciones, Uruguay, 2006), escrito por mi amigo y colega Aramís Quintero y por mí. Dice así:

“Chiste es todo aquello que provoca placer humorístico, pero observando además las siguientes características: 1) Es relativamente breve, pues se produce con la mayor economía de elementos. 2) Es autosuficiente para provocar el placer y, por así decirlo, de una sola pieza. Es decir una especie de átomo, una unidad indivisible. Tiene un contorno bien delimitado en el tiempo (un chiste verbal, por ejemplo), y a veces también en el espacio (un movimiento físico), a veces en una imagen plana (un dibujo), etcétera, etcétera”.

En este último “etcétera” incluimos mucho más (ver más adelante Conjetura Humor Sapiens, no se lo digo más, bueeeno..).

Podría añadirse otra característica en nuestra definición: la sorpresa. Pero no convence del todo. Primero, porque más que al chiste solo, la sorpresa es una expresión de comicidad en general; y segundo, ¿cómo se explica que siga siendo “sorpresa” cuando uno se ríe del mismo chiste varias veces, aún conociendo de antemano dicha “sorpresa”?

Conjetura Humor Sapiens para el chiste.

¡Al fin llegamos a la dichosa Conjetura!

Mire, en el libro Psicología del Humor. Un enfoque integrador (Orión Ediciones, España, 2008) del psicólogo e investigador del humor canadiense Rod. A. Martín, encontramos la definición de “proceso cómico”. Ahora la leerá recreada por nosotros:

Una persona en un estado de ánimo lúdico recibe la siguiente información: ve un dibujo de un mendigo sentado en la acera, donde en su sombrero roído puesto para las donaciones se lee “Se aceptan master card, visa, etc.”. Esta información es incongruente con la información que tenía en su cerebro, de que los mendigos solamente reciben monedas o quizás algún que otro billete en su sombrero. Es ilógico que acepte tarjetas de crédito, porque ¿cómo procesa ese dinero? ¿Tiene una maquinita guardada para pasar la tarjeta? ¿Tiene un mendigo, supuestamente sin dinero, formas contractuales con un banco?

El cerebro de la persona, en “microdiminésimas” de segundos comienza a procesar esa incongruencia. En una parte de su cerebro sus neuronas se vuelven locas traspasando información y análisis, hasta que resuelven el acertijo: es un chiste, no es real, ellas ven que hay una intención de jugar. Entonces, para “celebrar” se segregan endorfinas, se siente un placer sui géneris y se produce la risa o la sonrisa

Lo anteriormente descrito es lo último hasta ahora estudiado en la psicología integral, repito (que sepamos, claro.)

En nuestra Conjetura Humor Sapiens, elaborada por mi hijo Alex y por mí, confesamos que ese “proceso” tan bien descrito por Rod A. Martin (el ejemplo del mendigo es nuestro), nos satisface bastante.

Entonces, cada vez que ocurre un “proceso cómico”, ya usted debe saber de memoria que es porque nos encontramos con una incongruencia que resolvemos, sentimos placer y nos da risa. Y gracia a gracia, se va conformando cualquier comunicación humana, y se puede conformar así una obra humorística (sin importar calidad, profundidad, etcétera), de la manifestación artística que sea.

Ojo, lo que acaba de leer usted es fuerte de creer, de aceptarlo. Por lo tanto, no será fácil que consigamos aval. Y no solamente por lo novedoso, sino porque echaría abajo muchas teorías y un buen número de señoras y señores pondrán el grito en el cielo. Pero nos gusta y nos “cuadra” bastante la idea.

Por lo tanto, vayamos más allá, ¿por qué no pensar que cada gracia de cada incongruencia es un chiste? Si leemos una frase de un erudito escritor, si contemplamos un trazo de un excelso caricaturista, o si observamos un mínimo gesto de un clásico del cine, los cuales nos provocan una sonrisa o una sonrisa interior y a la vez nos hace pensar y sentir mucho más, ¿por qué no aceptar que son chistes? Como los son también la caída de un payaso, un pastelazo en la cara, o cuando nos cuentan una breve historia simplona. ¿Por qué? Porque todos los ejemplos anteriores tenían la intención de provocarnos el proceso cómico de hacernos reír de alguna manera.

La diferencia está sólo en la calidad. Pero cada gracia, independientemente,  tuvo que provocar un proceso cómico en nuestro cerebro. Una a una, porque es imposible hacer dos o más procesos cómicos al mismo tiempo.

Por lo tanto, estamos conjeturando que una obra humorística, de la manifestación artística que sea, está conformada por una secuencia de chistes. Ejemplo, vemos una película de Chaplin y nos da risa un gag, reímos(eso es un chiste de situación en el que él actúa, pongamos por caso); nos da risa una expresión de su rostro o movimiento de su cuerpo y nos sonreímos(eso también es un chiste. Ojo, es un chiste que no estaba en el guión, es una  incongruencia en la interpretación que provoca también el proceso cómico) y nos da gracia la reacción de un burro que él desea montar, la inocencia como recoge una bandera y de repente dobla por la esquina una marcha de protesta y ahora él aparece encabezando la marcha y enarbolando la bandera sin saber nada. Y nos carcajeamos, nos reímos, y nos sonreímoscon cada chiste que van sucediendo uno tras otro. No olvidemos que para ser chistes, la comicidad que portan es debido a una incongruencia que provocó el proceso cómico. De a una en vez también.

En fin, todo humor expresa lo cómico y se basa en chistes. Del chiste cómicoque descubrimos en nuestro cerebro, pasamos al chiste humorístico que usamos como mensaje para que el otro receptor vexperimente el proceso cómico también. Por supuesto, este chiste humorístico se diferencia del cómicoporque llevaría la carga subjetiva de las intenciones, la creatividad de la fuente, etc., sin perder su cualidad de cómico.

Mensajes con chiste que van desde lo más básico a lo más elaborado y profundo artística e intelectualmente hablando.

Claro, para que se acepte esta Conjetura, hay que vencer ciertos obstáculos. Por ejemplo, dentro del mencionado enredo de opiniones, tenemos al que restringe el concepto de chiste, como ya mencioné, al simple juego de palabras, como el escritor español Wenceslao Fernández Flores, en el prólogo a su Antología del humorismo en la Literatura Universal (Editorial Labor, España, 1957), y tenemos al que lo amplía nada más que para incluir hechos gráficos y de lenguaje, como la académica española Ana María Vigara Tauste, en su ensayo Sobre el chiste y la comunicación lúdica: lenguaje y praxis (Espéculo: Revista de Estudios Literarios, ISSN-e 1139-3637, No. 10. 1998-1999). El padre del psicoanálisis, el austriaco Sigmund Freud, sin embargo, aunque se refiere al chiste como hecho verbal, en algún momento admite que nada nos impide ampliar el campo de uso de este término para abarcar con él "a todo artificio que nos haga surgir a la luz una franca comicidad". Lo expresó así en su libro El chiste y su relación con el inconsciente (Editorial Ercilla, Chile, 1936.)

Nosotros nos acercamos más a Freud y atrevidamente vamos más allá, como acabamos de plantear, porque no vemos razones para limitar el concepto de chiste.

Un chiste puede ser improvisado o no, pero de cualquier modo y sin importar el lenguaje a través del cual se manifieste, cumple con nuestra definición: “El humor es la expresión de lo cómico”. El chiste es el mensaje con la comicidaden su interior (depende nada más de si el receptor experimenta su proceso cómico con él).

Como quiera que se elabore el chiste siempre cumplirá con el requisito de tener la intención de provocar el placer cómico en otro u otros, y cumplirá con las condiciones de la brevedad y la unicidad.

Así que todo lo que cumpla lo anterior es un chiste. No sé cómo no se puede aceptar como chiste una gracia musical (un sonido extraño colado en una frase melódica, una equivocación en la entrada de un instrumento, etcétera), o una gracia danzaría (un error evidente en un paso coreográfico, un paso de otro baile en medio de una música no apropiada, etcétera), o una graciaaudiovisual (un mal encuadre de la cámara adrede, un actor grabado hablando con alguien en vivo, etcétera), o levantar las cejas sin causa aparente, o un rasgo discordante en una escultura, por poner sólo algunos ejemplos. ¿Por qué delimitar el chiste a tan poco campo, si cada uno de estos “sucesos” (como vimos que dice la RAE), cumple con el proceso cómico, igual que el chiste oral, escrito o dibujado? ¿Por qué no ampliar ese concepto, logrando la incorporación de ejemplos en otros lenguajes que cumplen con ser breves, con tener unicidad, como es la definición de chiste? ¿En qué nos cambia la vida con ello? ¿Por qué perder la amistad por eso?

Mire, si se quiere, usemos apellidos para clasificarlos; es decir, “chiste verbal”, el que se trasmite de forma oral; chiste gráfico, el que aparece dibujado, chiste musical, al que se haga en ese arte, y etcétera, etcétera. Así todos felices, ¿no?

Y ahora aclaro algo importante: muchas de las cosas que nos provocan risaso sonrisas no es humorr y eso tiende también a confundir qué es un chiste y qué no.

Por supuesto –puntualizo una vez más-, esta Conjetura es perfectible, incluso por nosotros mismos. Y más aún, cuando año tras año se suman los resultados de nuevas investigaciones y estudios que “descubren” elementos que no se habían tenido en cuenta antes. Y sabemos que esta avalancha de investigaciones no se detiene.

Por ello, no podemos asegurar que lo planteado en nuestra Conjetura es la pura verdad, como tampoco podemos afirmar que las teorías contrarias tampoco sean definitorias y definitivas.

Pero, ¿por qué conjeturar sobre algo que no estamos seguros ni tenemos pruebas científicas que lo avalen? Amigo lector o lectora, porque hemos estudiado, y al ejercer la especulación esta Conjetura nos satisface.

Y si esperamos a que lleguen los descubrimientos finales, no estaremos vivos para expresar nuestras reflexiones y análisis, los cuales hasta pueden servir para que alguien demuestre científicamente lo contrario, basándose en lo nuestro, o que la avale aunque sea parcialmente. Por último, nos importa mucho provocar el debate y hacer pensar. Eso también vale, ¿no?

 

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